Cristián Suñer / 2º Periodismo
Ibán Ramón. Diseñador profesional desde hace 20 años, estudió en la Escuela de Artes Aplicadas donde actualmente imparte clases. A los 18 años comenzó a ganarse la vida como diseñador y dibujante. En la actualidad trabaja en el diseño de marcas, de libros de carteles y en la imagen para exposiciones o festivales culturales. Este año ha tenido la oportunidad de crear los carteles oficiales de las Fallas 2016 para el Ayuntamiento de Valencia.
Pregunta. ¿Es usted fallero?
Respuesta. Lo soy, de Mossén Sorell – Corona, una de las comisiones innovadoras por excelencia.
P. ¿Cómo le pidió el Ayuntamiento que fuera el cartel de este año?
R. No me pidieron nada concreto, yo tampoco hubiera aceptado indicaciones. Tuve total libertad, las pautas fueron tratar de conseguir una mejor percepción de las fiestas por parte no sólo de los falleros, sino del resto de ciudadanos y que la imagen sirviera para explicar la fiesta y los aspectos que pueden llevar a que las Fallas sean consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es decir, la artesanía, la indumentaria, la pirotecnia, los escritores… aquellas cosas que diferencian a las Fallas de otras fiestas. Lo importante no es el fuego y el mero hecho festivo, lo importante es la creación de monumentos falleros y las actividades creativas que se desarrollan alrededor de la fiesta, que son muchas. Lo que sí hicimos es hablar mucho sobre los objetivos de comunicación.
P. Todo proyecto tiene una idea base, ¿en que se basó para crear el cartel de este año?
R. Es tradición atribuir el origen de las Fallas al hecho de que, en marzo, al iniciarse la primavera, los carpinteros limpiaban talleres y sacaban restos de madera a la calle para ser quemados. Es lo que se conoce como “l’estoreta velleta”. Este origen histórico es uno de los principales argumentos de este trabajo. Se han recopilado “trastos” en el propio estudio, en otros talleres y el rastro valenciano de los domingos. La idea era localizar objetos viejos a partir de los cuales “construir” esta imagen.
P. ¿Lo material y lo inmaterial cobra protagonismo?
R. Los objetos se utilizan como material para ilustrar y referenciar aspectos intangibles y difícilmente medibles por su valor y proporciones y por su carácter efímero casi onírico: lo inmaterial. De entre los objetos obsoletos hallados se han seleccionados aquellos que pueden aportar un contenido simbólico, todos ellos realizados en madera. Así, tenemos herramientas como el formón y el cepillo, que representan el trabajo colectivo y la tradición de los talleres de artistas falleros y carpinteros. Un metro de madera que representa la técnica y la creatividad, y una escuadra, herramienta tradicional de trabajo de arquitectos y diseñadores que felizmente también se están incorporando a la creación de fallas. Una vieja horma de zapato, en alusión a la vestimenta tradicional. Una peonza por aquello de lo lúdico, del divertimento público y en representación de la infancia. O letras de una antigua imprenta tipográfica, que simbolizan la literatura fallera, el trabajo desarrollado por poetas, guionistas, escritores de llibrets, pero también el de estudiosos e investigadores.
P. ¿Qué variedad de carteles hay?
R. Hay cuatro carteles principales, hubo otro que sirvió para hacer una campaña prueba que se difundió previamente. Y después ha habido al menos dos más, uno que anuncia la programación pirotécnica y otro que se utiliza para explicar la candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
P. ¿Qué tiene de especial el cartel principal?
R. Nada, lo tiene de específico, es para anunciar las Fallas de 2016 con todo el contexto de este año, con las necesidades de comunicación del momento. No es un trabajo de diseño gráfico especial, es un proyecto importante, pero como muchos otros.
P. ¿Cuánto tiempo le ha llevado realizarlo?
R. El trabajo importante llevó cerca de dos meses, el desarrollo del concepto y de la idea inicial. El resto del trabajo: nuevos carteles, adaptaciones, formatos, folletos, anuncios… ha sido un trabajo de mucha más dedicación en tiempo, pero mucho más fácil.
P. ¿Qué opinó el consistorio valenciano cuando lo presentó?
R. Fue bien aceptado, escucharon mi explicación y la entendieron. Creo que lo asumieron enseguida, entendieron que suponía una buena herramienta con la que trabajar y así lo han hecho, han realizado un buen trabajo de promoción de la fiesta.
P. ¿Y la acogida del público?
R. Pues ha habido de todo, en general creo que bien, pero también ha habido críticas duras, casi siempre han venido de gente que critica cualquier cosa que venga de la corporación municipal actual, es decir que muchas críticas tenían una intención de desgaste político. Ha habido intentos absurdos de ver cuestiones políticas en mi trabajo, y yo hubiera hecho un proyecto idéntico si me lo hubiera encargado un concejal de cualquier otro partido político.
