Implantan un plan pionero en prevención del acoso escolar

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Clara Alfonso / 2º Periodismo

Cuando la infancia deja de ser una etapa dulce de la vida para convertirse en algo amargo, es que algo falla. “Ir a clase se convertía en toda una pesadilla cada mañana, le entraban mareos y mucha ansiedad, no sabía como actuar para cambiar su comportamiento y animarle, desconocía el problema”. Estas son las palabras de Mari Carmen, madre de un menor de 8 años que durante un curso escolar sufrió el acoso contínuo por parte de un alumno de un centro público de Valencia. Según Mari Carmen, su hijo se mostraba “asustadizo y apático”.

Este cuadro de estrés postraumático infantil, que afecta a más de la mitad de las víctimas de acoso escolar, incluye desde alteraciones cognitivas a trastornos emocionales. Con la intención de actuar antes de que sea demasiado tarde, se aplica aquello de que es mejor prevenir que curar. El Colegio CEU San Pablo de Valencia ha puesto en marcha un innovador programa para prevenir el acoso escolar. Este plan pretende anticiparse de manera proactiva a los posibles casos de acoso midiendo y evaluando con prontitud cada situación. “Medir a tiempo es la única forma de saber lo que ocurre para atajar un problema que cada vez se hace más grande”. Iñaki Piñuel, Director del Programa CEU de Prevención Integral de la Violencia y el Acoso Escolar alerta así que casi uno de cada cuatro alumnos españoles (23%) desde Primaria hasta Bachiller, es víctima de violencia y acoso. Piñuel, experto en la materia, se pone al frente de un innovador programa de prevención temprana que ya han comenzado a implantar los 10 colegios que la Fundación Universitaria San Pablo CEU tiene, entre ellos el de Valencia, y donde participarán unos 800 alumnos desde 2º de Primaria hasta 1º de Bachillerato (de 7 a 17 años).
Según destacó el experto, en la mayoría de planes autonómicos contra el acoso escolar se actúa a partir de la detección de casos en las aulas, “y para entonces, es demasiado tarde, el alumno acosado se ve obligado a abandonar el centro educativo para huir de su hostigador que no le deja vivir”.

Alumno protagonista
El programa de prevención del CEU se basa en la evaluación y medición de las conductas potencialmente peligrosas, con el fin de realizar un mapa de riesgo “algo que en muchos centros, y más privados, no se atreven a hacer puesto que todavía predomina el síndrome de la negación”, señala Iñaki Piñuel.
A ello le sumamos por lo que destaca el plan, según su coordinador “porque convierte al los escolares en protagonistas de la salida del problema”. Según señala Piñuel “la sanción moral del acosador por parte de sus compañeros es vital a la hora de detener el hostigamiento”. La implicación del alumnado se aborda mediante la redacción de protocolos de buen trato en el aula, “es entonces cuando los niños detectan e identifican el maltrato que no quieren sufrir”. Los menores trabajan sobre la firma de dicho protocolo “con el objetivo de lograr la solidaridad intergrupal y evitar así el todos contra uno”, sentenció Piñuel.
El experto destacó que se trata de un trabajo de sensibilización donde todo el centro está volcado aunque el alumno es el núcleo y adquiere un compromiso personal que es lo que da eficacia al plan. “Los alumnos son los primeros que reprocharán a los que hostigan, y así el acosador se sentirá solo”.
Desde el Colegio CEU San Pablo de Valencia, su directora, Amparo Arbiol, valoró la puesta en marcha de dicho proyecto y se mostró satisfecha por la acogida e implicación de todos los integrantes del centro, “contamos con el personal docente, con la implicación de los alumnos y con la atención de los padres de esos menores”, sentenció.