Aitana Picazo / 2º Publicidad
Imagen: Tertulia con el público asistente en los cines Babel./ Foto: A.P
La directora de cine Daniela Féjerman, presentó el pasado 19 de noviembre, en los cines Babel, su película «LA ADOPCIÓN». El film es un drama que parte de la experiencia personal de su directora.
La obra narra la historia de una pareja española que viaja a un país del este de Europa para adoptar un niño. Su actitud motivada y alegre de un inicio, va decayendo según se enfrentan a las dificultades que esconde el proceso. «Hay mucho de realidad», señaló Féjerman. Algunas de las historias fueron insertadas como ficción, pero pese a no haberlas vivido en sus propias carnes, la directora aseguró que son hechos que sí le han ocurrido a otros adoptantes. “Sin embargo todo lo que es la ficción del procedimiento es, tal cual”, afirmó.
Féjerman explicó que hay casos en los que los futuros padres acuden al país con una pre asignación gracias a una ECAI (Entidad Colaboradora de Adopción Internacional) que facilita el proceso. No obstante, hay países en los que no existen este tipo de mediadores y por lo tanto «estás en manos de un intermediario local», contó. En el guión, ese personaje aparece como el último eslabón del sistema, como una superviviente: “pretendíamos que este personaje no fuera unidimensional”.
Según relató la cineasta, en el film se quería mostrar como al llegar a las entrevistas para la adopción, sólo se ofrecen niños enfermos alegando que no hay niños sanos disponibles para la adopción internacional. Sin embargo, la directora señaló, que al llegar al orfanato vieron que éste estaba lleno de infantes en perfecto estado de salud. Surgió entonces la pregunta sin respuesta, acerca de cuál era su futuro y por qué no podían ser adoptados. La cineasta narró como en realidad la situación fue más dura que en la película ya que “los niños se te tiraban a los brazos gritando mamá”.
«El largo proceso burocrático consigue que los más perjudicados sean los propios menores», criticó Féjermán. La directora expuso que la adopción internacional en España ha descendido en los últimos años a consecuencia del endurecimiento de los procesos y la dificultad y prolongación de los plazos. Ante esta situación muchas de las familias que piensan en adoptar renuncian. «Uno no adopta por caridad, uno adopta porque tiene un deseo de ser padre». Los adoptantes son sometidos a muchas pruebas para comprobar si realmente quieren formar una familia. Se fiscaliza este deseo y “te lo tienes que pensar mucho”, expresó la cineasta.
Féjerman denunció a través de algunos de los personajes del film, la situación de «corrupción» y sentenció afirmando que «el proceso es indeseable y debe ser contado».
