Esperanza Luque / 1º Periodismo
Héctor Serrano es un diseñador que participó en uno de los talleres de la actividad Design Works 2015, organizada por la Universidad CEU-Cardenal Herrera (UCH-CEU). Durante las tres horas que duró la sesión, propuso a los alumnos diseñar lápices a través del comportamiento. Serrano fundó su propio estudio en el año 2000 en Londres. Poco tiempo después, fue premiado con un Peaugeot Design Award en reconocimiento por diseñar la lámpara Superpatata. Sus trabajos han sido expuestos en ciudades como Londres y Nueva York y algunos de ellos forman parte de colecciones como la del Central Museum de Amsterdam. En 2009, Héctor Serrano recibió el Premio al Diseñador del Año y tiene clientes de la categoría de marcas como Roca y Muji.
Pregunta. ¿Cómo ha sido la experiencia en la actividad ‘Design Works’?
Respuesta. En nuestro caso, lo que hicimos en el taller de tres horas, es diseñar una colección de lápices a partir del comportamiento. Entonces, yo creo que, aunque fue corto, sí que fue intensivo y positivo. La gente vino con muchas ganas de aprender e involucrarse y fue interesante.
P. ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del diseño?
R. Eso fue hace quince años, por el 2000. El inicio es muy duro porque no tienes clientes y tienes que generar unos proyectos, tomar un poco la iniciativa e intentar que los proyectos los vea la mayor cantidad de gente. Luego hay que hablar con empresas, hacer exposiciones e ir poco a poco construyendo relaciones con diferentes clientes. Una vez ya tienes un mínimo de clientes y un portfolio con una serie de productos que ya son conocidos y que se venden, todo es más ágil.
P. ¿En qué se inspira a la hora de diseñar?
R. La inspiración viene en cualquier momento y en cualquier situación. Incluso el trabajo es una inspiración. Cuando estás haciendo un proyecto, éste mismo te lleva a otro. Entonces no es simplemente un momento o algo en particular, cualquier cosa que estés viviendo en ese momento es susceptible para que surja la idea. Lo importante es que cuando estás haciendo un proyecto tienes la mente ocupada en ese proyecto de tal forma que todo lo que ves y todo lo que vives lo relacionas un poco con el proyecto al que le estás dando vueltas a la cabeza. Entonces, es cuando empiezas a ver cosas de una forma diferente. No se trata tanto de qué ves sino de cómo lo ves.
P. Nada más fundar su propio estudio, objetos como la Superpatata o la Top Secret tuvieron mucho éxito y pronto consiguió clientes como Muji y Roca. ¿Cómo se sintió al saber que su trabajo estaba siendo reconocido?
R. La Superpatata fue un momento importante porque gané con este proyecto el premio ‘Peugeot Design Award’ y ese premio tuvo mucha divulgación. También tuvo una parte económica considerable que me ayudó a poder ser independiente y a poder seguir trabajando. Empiezas a darte a conocer y te sirve como punto de partida. De todas formas, es un escalón más en la esfera. Es decir, poco a poco tienes que seguir trabajando, haciendo proyectos interesantes y trabajando con empresas que te entiendan.
P. Antes comentaba que fundó su estudio en Londres pero ahora está en Valencia. ¿Qué diferencia ve de estar trabajando en Inglaterra a estar trabajando en España?
R. Yo, en particular, no veo ninguna diferencia porque seguimos trabajando con los mismos clientes y, si trabajamos con más, el estar en Valencia no significa nada. Podríamos estar trabajando en otra ciudad y seguiríamos trabajando igual. Cuando hacemos visión del producto no importa. Luego, cuando hacemos instalaciones y diseño relacionado con espacios sí que influye un poco dónde estás, aunque tampoco es esencial. La verdad es que no me ha afectado en casi nada.
P. ¿Qué elementos influyen a la hora de diseñar además de la creatividad?
R. Yo creo que sin constancia no hay creatividad. No viene de estar sentado en el sofá o sin hacer nada. Si no mantienes la mente ocupada en el problema que quieres solventar o en la idea que quieres llevar a cabo, desde luego que nunca va a surgir la idea. Luego también hay una parte del día a día en el estudio. La creatividad es una parte, pero es pequeña. Muchas veces te pasas también el día gestionando o produciendo simplemente cosas, viendo materiales, viendo contactos… No es tan romántico, todo el día generando ideas. Luego también hay una parte de desarrollo de ideas, una cosa es tener una idea y otra es tener un producto desarrollado. Entonces las ideas tienen que desarrollarse, tienen que poder producirse.
P. ¿Qué diseño es en el que más tiempo ha invertido?
R. El proyecto para Roca de Waterdrop, que sí que fue un reto ambicioso en el que estuvimos involucrados mucho tiempo para poder llevarlo a cabo. Luego, en cuanto a productos, a veces que un producto llegue desde la idea hasta que se produce lleva mucho tiempo pero a veces no necesariamente tienes que estar trabajando todo el tiempo, sino que simplemente hay otras personas y compañías involucradas. Luego, por unas cosas y otras, se va alargando el proceso. Entonces, normalmente lleva entre un año y dos años
P. Usted estudió “Diseño Industrial” en el CEU, por eso le quería preguntar, ¿qué desafíos ve en los diseñadores industriales del siglo XXI?
R. Yo creo que seguir innovando y seguir aportando. Hay muchas cosas ahí fuera y el reto es seguir diseñando productos que sean coherentes con la vida en la que nos encontramos y que sigan aportando valor. Desde luego, cabe adaptarse a las nuevas circunstancias, tecnologías y formas de vivir.
P. ¿Qué tendencias hay en el sector del diseño de productos y de espacios?
R. Yo creo que los clientes te llaman para pedir un trabajo que está relacionado con lo que has hecho anteriormente. Cada diseñador tiene su forma de trabajar, su propio estilo… Yo creo que los clientes buscan qué diseñador los puede entender mejor y viceversa. A mí me gusta cambiar de una disciplina a otra y de una psicología del producto a otra. No necesariamente veo un estilo formal, por ejemplo, para mí lo más importante es la idea detrás del proyecto y que el proyecto tenga una historia que contar y que esto sea lo que guíe todo el proyecto.
