Pinazo, artista clave en el arte contemporáneo

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Silvia Palomino Manzaneque (@SilviaPalomino)

Barco de vapor, s. f.

El Instituto de Arte Moderno de Valencia expone hasta el 2 de febrero una selección de 77 obras del artista valenciano Ignacio Pinazo

El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) expone hasta el 2 de febrero una selección de obras del artista va

lenciano Ignacio Pinazo recogidas en la muestra “Ignacio Pinazo en la Colección del IVAM”. El IVAM posee la colección pública de obras más importante del artista, considerado el maestro más representativo de la primera modernidad plástica valenciana. Los fondos del museo reúnen cien pinturas y casi cuatrocientos dibujos del artista y gran parte de este conjunto es donación de la familia Pinazo.
La exposición que ahora se presenta ofrece una nueva visión de su obra y consta de una selección de 77 obras, (43 dibujos y 34 oleos sobre lienzo y tabla) ordenadas temática y cronológicamente que ilustran la evolución de uno de los artistas decisivos del periodo de transición entre el siglo XIX y el XX. La mayoría de las obras que forman parte de la muestra han sido donadas por parte de la familia del artista. “Estas exposiciones muestran que hay un compromiso ineludible con el arte y con los artistas”, explica la directora del IVAM, Consuelo Císcar, ya que, según la directora del IVAM, Pinza es “el artista que anuncia la modernidad”.
Para el Museo Valenciano de Arte Moderno la colección de obras de Pinazo es muy significativa porque el artista “está situado en la transición de la pintura clásica y la academicista del siglo XIX”, explica Císcar.

Figura simbólica

Sobre el pintor, la directora del IVAM afirma que fue “una de las figuras más simbólicas de la primera modernidad valenciana” y añade que su pintura fue la expresión de su propia personalidad y de su libertad como artista.
Císcar explica que lo más relevante del trabajo del artista es “su empleo de la materia y la combinación de motivos muy detallados junto a otros, apenas esbozados” y añade que sus trazos descubren a un gran artista que parte de un tema concreto, pero que, a través de recursos exclusivamente plásticos, se sitúa “en los límites de la pintura pura”.
El comisario de la exposición y director de la Cátedra Pinazo de la Universidad de Valencia, Javier Pérez Rojas, subraya el particular salto en solitario del artista hacia un conjunto de investigaciones plásticas que anticiparon muchos de los presupuestos de la pintura moderna española.

Búsqueda de un diálogo
Pérez Rojas explica que ahora se ha hecho una selección de piezas de la colección del centro y que lo que se busca es “un diálogo entre ellas a través de los distintos argumentos temáticos que se conforman como micro relatos”.
En cuanto al modo y los materiales con los que trabajaba Pinazo y cómo conseguía su expresividad, la directora del IVAM explica que su empleo de la materia y la combinación de motivos muy detallados junto a otros apenas esbozados descubre “a un artista que parte de un tema concreto, pero que a través de recursos exclusivamente plásticos se sitúa en los límites de la pintura pura”.

El pintor que pasó su vida en Godella

Desde muy pequeño Pinazo tuvo que hacerse cargo de los gastos familiares, debido a que provenía de una familia muy humilde y viajó muy poco, al contrario que su paisano Sorolla. A pesar de ello, en la primera etapa de su vida tuvo que vender cuadros para poder sobrevivir, y gracias a ello consiguió viajar a Roma. Allí se dedicó a sus grandes producciones de historia y sus cuadros de carácter academicista. “Pinazo era un artista muy experimental que detestaba quedarse estancado en la pintura comercial”, explica Pérez Rojas sobre el carácter del pintor valenciano.
“A Ignacio Pinazo no se le había prestado la atención historiográfica y difusión que merece debido a una serie de circunstancias”, aseguran desde el IVAM los organizadores de la muestra. “Su pintura precisa en muchos casos de cierta educación, pero atrapa al espectador que sabe perseverar y a partir de ese momento cobra un interés extraordinario”, continúan. También explican que Pinazo fue un hombre de talante introvertido y poco apropiado para la aventura, de modo que su retiro en Godella “le privó de la proyección internacional que Sorolla conquistó muy tempranamente”, concluyen.
Desde el IVAM aseguran que no se puede hablar de Pinazo como una personalidad escindida, sino como autor de realidades integradas.”Un artista dificil de encuadrar, que cultivó todo tipo de géneros en la pintura y que luchó por su independencia desde su retiro”, dicen los encargados. En Godella, donde se retiró para terminar su vida en tranquilidad, es donde se conserva hoy su Casa Museo.

La muntanyeta de Godella,1892

 

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