La CEU-UCH, contra los ‘jefes tóxicos’

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Juan Carlos Cubeiro, en el centro,  durante su ponencia “¿Jefes tóxicos en organizaciones saludables? Impacto de la calidad directiva”
Juan Carlos Cubeiro, en el centro, durante su ponencia “¿Jefes tóxicos en organizaciones saludables? Impacto de la calidad directiva”

La escuela de negocios acoge una conferencia para tratar la importancia de ser un buen líder

Según el Informe de Competitividad realizado por el Foro Económico Mundial, “España es el número 51 del mundo en términos de calidad directiva”. Así se expresó Juan Carlos Cubeiro, experto en talento, liderazgo y coaching, durante su conferencia «¿Jefes tóxicos en organizaciones saludables? Impacto de la calidad directiva», impartida en la escuela de negocios de la CEU-UCH, celebrada el pasado 21 de octubre.

Tal y como el explicó el conferenciante, esto no era así hace un tiempo, ya que en los últimos cinco años “España ha pasado del puesto número 27, cuando era la octava economía del mundo, al número 43 del años pasado, hasta llegar al puesto de ahora”. No obstante, España también tiene virtudes, y es que es «el cuarto país del mundo en escuelas de negocios”, destacó el coach. “Tenemos excelentes escuelas de negocios y estamos a nivel de grandes países en este asunto. Pero claro, no todos los directivos, ni todos los empresarios aprovechan esas escuelas”, añadió Cubeiro.

Para el experto en talento, estos resultados tienen que ver con “la toxicidad de los jefes”. Así, Cubeiro enumeró durante su ponencia los tipos de líderes tóxicos que existen: “ Hay tres tipos, la persona que por estrés se convierte en tóxico, el que decide serlo por estrategia, y el jefe tóxico por naturaleza”. “Desgraciadamente, en esta llamada crisis, este último jefe se ha defendido como el jefe que tiene que ser. Se dicen que no son momentos para estar con la gente y parece que está proliferando ese tipo”, lamentó el conferenciante.

“Tener un jefe tóxico es muy dañino para la salud, hasta puede reducir la esperanza de vida de sus empleados en diez años”, afirmó Cubeiro. Además, durante la ponencia, enmarcada dentro del Programa «Organizaciones Saludables» , el coach explicó cómo un mal jefe en una empresa no solo perjudica a sus empleados, sino también a la economía en general: “En términos económicos, equivale a una pérdida del 10% del PIB, es prácticamente todo lo que genera un país como el nuestro en turismo”.

Un buen líder

“El buen líder ni nace ni se hace”, aseveró el conferenciante, quien recalcó que el “buen jefe se cultiva”. El experto en talento comentó que solo el 20% de las personas quieren ser líderes, y son “los que no quieren realmente, los que acaban siendo tóxicos”. Se trata de algo que va “por vocación”, por ello, “básicamente, el que no quiere no puede”, dijo Cubeiro.

Para el coach, existen unas características que un buen jefe debe tener para no llegar a ser tóxico: “Inteligencia emocional en un 90%, tienen que ser personas serenas, y una persona empática, orientada a los demás. Además, evidentemente, tiene que ser una persona influyente desde la autoridad moral, y segura de sí misma”. Referente a ello, el conferenciante apuntó que los jefes tóxicos siempre parecen que tengan un exceso de confianza, “pero lo que tienen es complejo de inferioridad”.

Durante su conferencia, Cubeiro también dedicó unas palabras para los empleados de un posible jefe tóxico. Les aconsejó que si no pueden abandonar su puesto de trabajo, para combatir a este tipo de líderes es importante “educar la autoestima”. “Muchas veces el jefe tóxico trata de minar la autoestima del propio empleado, y para recuperarla o no perderla, te tienes que dar cuenta de aquello en lo que eres bueno. No es fácil, pero hay que trabajarlo”, concluyó el experto.

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