El IVAM acoge ‘Eikonoma’, la primera muestra individual de Mónica Ridruejo

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Esculturas de la exposición de Mónica Ridruejo / Foto: Laura Herreras.
Esculturas de la exposición de Mónica Ridruejo / Foto: Laura Herreras.

El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) acoge la primera muestra individual de Mónica Ridruejo. La artista presenta Eikonoma, una exposición donde arte y mar se funden para representar la inmensidad oceánica en todas sus formas. Compuesta por 37 obras entre pinturas y esculturas, la artista invita a adentrarse en las profundidades del mar a través del simbolismo en su máxima expresión.

La muestra lleva abierta desde el pasado 7 de marzo y lo estará hasta el 12 de mayo. Los objetos que la componen son cadenas, redes y ovillos de cuerda, que evocan al mar, pero también a los sentimientos y las relaciones humanas. “Los distintos tipos de cuerda, por ejemplo, remiten a las relaciones entre las personas”, explica Ridruejo, que añade que por eso aparecen «sueltas o en tensión”.

El título de la obra, Eikonoma, surge de la unión del griego eikon (“imagen”) y onoma (“nombre o ser superior”), explica Ridruejo. En la muestra, los cuadros destacan por su gran tamaño para representar “la insignificancia del ser humano frente a la inmensidad oceánica”, explica la artista.

La característica esencial de sus obras es la viveza del color como portador de luz. Ridruejo reconoce que ha invertido tres meses “haciendo diferentes pruebas con pigmentos” hasta conseguir el tono y el grado de transparencia que buscaba. El juego de tonos, objetos y texturas posee un papel crucial para crear un diálogo proporcional entre simbolismos y tonalidades, entre las figuras netas y su contextualización visual. Los objetos salen de su significado común e invitan a buscar nuevos significados. “Parece que quiera navegar más allá del océano, no se queda en la mera representación”, opina Maite Gimeno, una de sus visitantes.

Pasión y misterio

Ridruejo concibe el arte como una necesidad: “Siempre me gustó y a través de él puedo expresar mi alma”. Desde que tiene uso de razón, la artista recuerda su “fascinación” por el mar. Esta atracción representa Eikonoma, al que la artista describe como “pasión”. Es una pasión de colores, formas, texturas y figuras que busca adentrar al visitante en un viaje a las profundidades del océano, a las profundidades de su intimidad.

 

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