El profesor Raúl Cruz demostró ser un hombre polivalente. El pasado mes de octubre se inauguró en el palacio de Colomina la exposición “Síncresis” de Cruz, artista y profesor de la universidad CEU-UCH. La exposición está compuesta por grabados y pinturas de diferentes estilos y técnicas que navegan entre la abstracción, en unos casos, y en lo figurativo en otros.
Pregunta. ¿Cuánto tiempo lleva dedicándose a la pintura?
Respuesta. Es algo que me ha venido acompañando prácticamente desde siempre. Empecé a pintar y a dibujar de la mano de mi madre y de mi abuelo, pero cuando empecé la carrera dejé por un tiempo la pintura y las artes plásticas. Hace unos cuatro años volví a sentir la necesidad de retomar la pintura a raíz de conocer una fundación, “Paraguas por la Paz” y desde entonces he ido recopilando obras. Creo que ya era el momento de juntarlas y mostrarlas.
P. ¿En qué consiste la exposición?
R. “Síncresis” una exposición muy ecléctica, hay mucha variedad de técnicas, estilos y formatos. Es el resultado de cuatro años de exploración de diferentes estilos: técnicas más matéricas, técnicas mixtas del mundo del grabado, clásicas, modernas -como puede ser la colagrafía o la monotipia- e incluso la exploración de nuevas propuestas con materiales como el vidrio o los metales.
P. ¿Por qué técnica siente predilección?
R. Disfruto trabajando con las técnicas mixtas, con materiales y objetos, pinturas acrílicas, texturas… También hay un campo que me sorprende y es el mundo del grabado, al que me he incorporado recientemente. Para mí se ha abierto una puerta muy importante con él porque permite combinar procesos técnicos o planteamientos artísticos a caballo entre la figuración y la abstracción y al mismo tiempo incorporar la fotografía, que es algo a lo que también me siento muy vinculado.
P. ¿Cómo y en qué se inspira?
R. En cosas muy diversas; a veces en objetos convencionales en los que simplemente tienes que cambiar el punto de vista, en situaciones cotidianas e incluso en lo aleatorio. Hay una técnica japonesa que se llama “suminagashi” que consiste en utilizar unas pinturas que flotan en el agua y trabajar sobre sus movimientos, colocando un soporte de papel encima. Cuando lo levantas tienes una ligera idea de lo que va aparecer pero siempre hay un componente aleatorio que hace el proceso muy interesante.
P. ¿Piensa exponer esta colección en otros lugares?
R. Sí, tengo la intención de seguir promoviéndola. De momento en sitios próximos a Valencia. Actualmente tengo una obra expuesta permanentemente en la colección “Artistas por la Paz” en el MARC, que es un museo qué está ubicado en Alicante.
P. Además de pintar, es profesor y productor musical, por lo que debe estar muy ocupado. ¿Con qué frecuencia suele hacer sus obras?
R. Yo utilizo la pintura como una especie de espacio propio de evasión. Para mí la pintura es algo que es completamente opuesto a lo que hago habitualmente: la docencia, la tecnología, la música y el sonido… es algo con lo que puedo disfrutar y experimentar desde otros puntos de vistas sensitivos y emocionales. Siempre que tengo algún hueco o algún espacio de tiempo en el que no trabajo aprovecho para ir desarrollando la pintura.
P. ¿Qué razones le daría a la gente de por qué deben de visitar la exposición?
R. Es un lugar dónde van a encontrar alguna pieza que va a ser de su agrado, precisamente por ese carácter sincrético. Hay tal variedad de estilos y de propuestas técnicas que es difícil que alguien no encuentre alguna cosa que le transmita algún tipo de emoción, que le haga sentirse identificado, solo por eso ya merece la pena desplazarse hasta aquí.
