“Lo que más me ha dolido es que haya empresas que ni se han puesto en contacto conmigo”

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José Pedro Prados «El Fundi», se retira con un cuarto de siglo como matador de toros

Tras 25 años toreando a la muerte entre los pitones, a cara descubierta,  llevando la dignidad por bandera y el corazón en las muñecas, José Pedro Prados “El Fundi” ha dicho adiós. Y deja para la historia, grabadas a sangre y fuego, faenas de hombría y responsabilidad, de mando, temple y mano baja a nombres míticos del campo bravo como Miura, Escolar o Victorino Martín.

El Fundi, antes de iniciar el paseíllo. / Juan Montañés
El Fundi, antes de iniciar el paseíllo. / Juan Montañés

Pregunta. ¿Cómo se siente después de haber finalizado su último paseíllo?

Respuesta. Se siente uno un poco raro, un poco nostálgico y con un estado de ánimo diferente, difícil de explicar.

P. ¿Cómo sabe un torero que ha llegado el momento de irse?

R. Eso no se sabe, eso se va adivinando. A mí me han influido mucho las circunstancias, veía que en los últimos años no se me estaba tratando como yo pienso que merecía y cuando han venido los años malos pues lo entendía pero estos dos últimos años yo creo que no se me ha tratado como yo creía y eso quizás me ha llevado a pensar que a lo mejor yo ya venía sobrando.

P. Pero usted es un torero que cuenta con el apoyo y el reconocimiento del público

R. Pero ese calor del público y esa predisposición del aficionado no se ha visto reflejada por las empresas en algunos momentos y yo para estar entregado en cuerpo y alma, entregar toda mi vida a la profesión y que las empresas luego no me respeten es un contrasentido que yo no estoy dispuesto a aceptar.

P. ¿Hay algo que le haya dolido especialmente?

R. Lo que más me ha dolido, por mi y por los aficionados, es que en Francia, que ha sido uno de mis puntos fuertes durante toda mi carrera, las empresas no me hayan respetado y que este año que anuncié que me iba haya habido plazas de primera que ni se hayan molestado en ponerse en contacto conmigo.

 

Figuras, empresarios y aficionados

P. Ahora mismo, además hay un conflicto muy serio entre figuras y empresarios y el aficionado está en medio, como en tierra de nadie, ¿qué se puede hacer ahí?

R. No lo sé, pero al aficionado es al que hay que proteger y alimentar por encima de todo y toreros y empresas deben llegar a acuerdos para que no disminuyan los aficionados. Hay que mirar por los intereses generales y no por los particulares.

P. ¿Cómo ha vivido el final de la temporada?

R. Con muchísima intensidad, he vivido muchas emociones muy fuertes. Lo he notado especialmente en Madrid en mi última tarde o en Fuenlabrada, en mi pueblo cuando maté los seis toros. Han sido momentos imborrables, el cariño de la gente, el reconocimiento, es muy difícil de explicar.

P. ¿Y qué significa para usted Madrid?

R. Mi relación con Madrid ha sido una relación dura, difícil. Casi de amor odio aunque en los últimos años ya he notado el respeto y la consideración, pero en mis primeros años me costó. Y por eso el último paseíllo en Madrid noté tanto el apoyo del público y que la gente tenía tantas ganas como yo de que aquello saliera bien.

P. ¿Y qué pasó con el ganado?

R. El ganado no sirvió y mi lote, como ha sido habitual en mi carrera, fue el peor. He sido un torero desafortunado en los sorteos.

P. ¿Le hubiera gustado bajarse del carro de las duras y torear algunas más digamos comerciales?

R. Me hubiese gustado, a parte de las duras, alternar con todo tipo de ganaderías y con todos mis compañeros y lo he llegado a conseguir. En 2007-2008 que fue mi mejor año tenía la temporada planificada así, pero fue un año muy duro, llegó el accidente a caballo y las cornadas muy seguidas que me pararon un poco.

P. ¿Qué le parece usted que se produzca esta división entre las duras y las llamadas comerciales?

R. Yo creo que lo que hay son unas ganaderías que están en un gran momento y que son más propicias al triunfo y son las que embisten. Dentro de las duras hay algunas que son malas, que no embisten, que están en un mal momento y que se las considera duras, y no lo son.

P. ¿Y cuáles son para usted las mejores?

R. Entre las comerciales están en un mejor momento Cuvillo, Victoriano del Río, Garcigrande,  y entre las duras Victorino, Escolar, Cuadri, Fuente Ymbro.

P. Me ha sorprendido que me hable del buen momento de Escolar después de lo que se vio en Madrid

R. Eso fue un borrón, fue mala suerte que fuera precisamente en Madrid y es algo que también pasó el año anterior pero no es representativo, sobre todo en Francia tiene un cartel altísimo y se ha visto el buen momento que atraviesa.

P. ¿Ha cumplido todos los objetivos que tenía marcados?

R. No, podría haber subido dos o tres escalones más y que por unas circunstancias u otras no he sido capaz. Sobre todo tras el percance del caballo que me he levantado, he vuelto a caminar pero no he podido recuperarme del parón.

 

Posible retorno

P. ¿Volvería a Madrid para intentar una despedida mejor?

R. Como tal no, he comprobado que Madrid es muy complicado, es muy difícil que salgan las cosas y no. Que encajara un cartel que me gustara, una cosa benéfica o algo interesante, si.

P. Hay posibilidad de volver a verle?

R. De momento m la decisión está tomada y me voy para no volver a menos que las circunstancias sean totalmente distintas. Si a mí me ofrecen algunas corridas que me interesen en lo artístico y en lo económico me lo pensaría pero yo creo que eso va a ser muy difícil. Pero yo me siento bien, en buen momento y me lo pensaría.

P. ¿Qué va a hacer ahora José Pedro Prados en lo personal?

R. Me voy a dedicar al campo, a la ganadería y luego ya veremos.

P. ¿Qué consejo le daría a un niño que empieza?

R. Yo le diría que esta es una profesión muy dura pero que con afición, con verdadera afición, se consigue todo. Enrique Martin Arranz que era director dela Escuela Taurina cuando yo empezaba decía que para ser torero hacen falta tres cosas, afición, afición, afición y yo creo que es verdad. Qué eso es lo más importante.