“Más que terror, busco que el lector sienta cierta inquietud insana”
Miracles Hernandez / 4º Periodismo
El ilustrador Paco Roca (Valencia, 1969) se siente afortunado. Siempre imaginó vivir del dibujo y, tras años de esfuerzo, compagina ilustración y cómic. Comenzó publicando en la revista El Víbora y haciendo trabajos de publicidad, hasta que terminó montando su propio estudio. Después se inició en la creación de relatos de cómic y, en la actualidad, cuenta con varias novelas gráficas publicadas y un Goya al Mejor Guión Adaptado por su novela Arrugas. Ahora presenta la reedición de su conocida novela gráfica El juego lúgubre.
Pregunta. ¿Cómo se gestó su novela gráfica El juego lúgubre?
Respuesta. Todo comenzó porque buscaba un tipo de cómic para adultos que tuviera una trama interesante que contar. Entonces, comencé a darle vueltas a una historia que fuera diferente a la temática habitual del mundo del cómic y, a modo de juego, quise convertirla en una historia en la que personajes reales tuvieran ciertos toques de terror.
P. El terror es difícil de lograr gráficamente. ¿Qué técnicas ha empleado para ello?
R. En literatura puedes conseguirlo porque en cierta forma no estás mostrando nada pero en un cómic tienes que reflejarlo y, al mismo tiempo, no tienes las herramientas que te permiten hacerlo como por ejemplo la música, el sonido o los golpes de efecto que existen en el cine, entonces tienes que buscar otro camino que va más hacía el suspense. En ese sentido, más que terror, he buscado que el lector sienta cierta inquietud insana.
P. Los colores que ha utilizado en los dibujos, ¿son fruto de esa intención de crear inquitud?
R. Sí. El blanco y el negro es para darle un toque más dramático, le da un punto siniestro a la historia y, a la vez, también la hace más real y el rojo lo he empleado para unos detalles, para aquellos puntos dramáticos y de ficción que tiene la historia.
P. En la novela aparece el personaje Salvador Deseo, ¿qué semejanzas tiene con el pintor Salvador Dalí?
R. Mi intención era crear un personaje que fuera real pero con algunos toques de ficción, como por ejemplo el cambio de apellido de Dalí a Deseo, para que el lector pudiese dudar de si era real o no. Para ello, me documenté mucho sobre Dalí a la hora de hacer la historia, incluso visité Cadaqués. Me pareció un juego interesante el hacer creer que todo lo que está sucediendo es real.
P. Un personaje que pareciera real al igual que el marco de la guerra civil en el que está engarzada la trama…
R. Sí, la novela se sitúa en 1936, un tiempo de agitación artística y política. El fascismo cada vez tiene más fuerza en Europa y en España la guerra civil está a punto de estallar. Jonás, el personaje principal, deja Madrid y viaja a Cadaqués en busca de un lugar tranquilo, pero un ambiente de misterio envuelve el pequeño pueblo pesquero dondesus habitantes están atemorizados por el pintor que vive allí, Salvador Deseo.
P. ¿Sería diferente esta novela si hubiera sido concebida para leerse desde un ebook?
R. Todavía sigo pensando en cómo va a leer el lector en papel mis cómics. De momento, no pienso en cómo se podría aplicar este cómic al formato digital pero sí que es verdad que con el tiempo acabaré pensando en cómo se va a ver esta novela en un Ipad y si se le puede sacar otro partido a la narración pero de momento el papel continúa siendo la fuente de ingresos. Seguramente, esto irá cambiando y el digital pasará a ser la principal fuente de ingresos y quizá esto condicione el lenguaje del cómic.
