El prestigioso arquitecto catalán eligió su portfolio de trabajos para incorporarla hasta final de noviembre al equipo de su Office of Architecture in Barcelona (OAB)

La alumna de Arquitectura de la CEU-UCH Silvia Martínez Vicent, junto al arquitecto Carlos Ferrater en el Estudio OAB, en la zona donde se muestran los primeros bocetos de cada una de sus obras.
La alumna de Arquitectura de la CEU-UCH Silvia Martínez Vicent, junto al arquitecto Carlos Ferrater en el Estudio OAB, en la zona donde se muestran los primeros bocetos de cada una de sus obras.

La estudiante de Arquitectura de la CEU-UCH Silvia Martínez Vicent está trabajando desde este mes de julio en uno de los estudios de arquitectura más prestigiosos de España: la Office of Architecture in Barcelona (OAB), de Carlos Ferrater. Tras presentar su portfolio de trabajos, fue seleccionada para trabajar hasta el próximo 3o de noviembre con uno de los arquitectos españoles de mayor prestigio, que recibe al mes más de 150 solicitudes de trabajo o prácticas. Obras como las de la Villa Olímpica de Barcelona, el Palacio de Congresos en la Diagonal, la estación intermodal de Zaragoza o el Paseo Marítimo de Benidorm han convertido a Ferrater en todo un referente por sus cuarenta años de brillante trayectoria. Por eso, para Silvia, estas prácticas son un sueño cumplido: el de poder aprender de los grandes.

¿Cómo fue el proceso de selección para las prácticas en el estudio de Carlos Ferrater?

Pensaba en realizar las prácticas laborales que la CEU-UCH ofrece para fomentar el aprendizaje práctico y el crecimiento tanto profesional como personal. Por eso, preparé mi portfolio, con el objetivo de distribuirlo entre estudios de Valencia. En este proceso en el que reflexionas sobre tu trayectoria, mientras seleccionas lo mejor de tus cinco años de carrera, pensé: ¿Por qué no presentarlo al estudio de Carlos Ferrater? Sigo su trayectoria desde principios de mi carrera, su recorrido hasta la arquitectura actual con las grandes obras de sus inicios. La oportunidad de vivir en el foco de los trazados que he estudiado desde fuera sólo la podía crear yo misma. Y lo presenté.

¿Cuál fue tu reacción al saber que te habían seleccionado en el estudio en el que habías soñado trabajar?

Pasé por dos fases diferentes con un factor en común: el sentirse pequeño. La primera aparece antes, cuando te enfrentas a la posibilidad de no ser seleccionado. La segunda, cuando sabes con quién vas a trabajar. En cuestión de una semana mi vida iba a cambiar, me mudaba a Barcelona e iba a cumplir uno de mis sueños: aprender de los grandes. Ahora sé que cada día llegan al estudio de Ferrater unas seis solicitudes de trabajo y dos de ellas son de prácticas. Eso supone que cada mes recibe entre 150 y 200 solicitudes. Por eso la satisfacción de haber sido seleccionada por mi portfolio es todavía mayor. Creo que hay momentos de inspiración que hacen que la vida dé un giro y que tener objetivos y metas es lo que te hace especial. Esta condición es por la que puedes dejar de ser uno más que lucha por tu mismo objetivo.

¿Qué estás aprendiendo con esta experiencia profesional en un estudio como el de Ferrater?

Durante los cinco años de Arquitectura en la CEU-UCH he aprendido que no hay que pensar en si tienes mala suerte, solo tienes que esforzarte, que las cosas no se consiguen en tres días sino que requieren mucho esfuerzo y paciencia. Y esto es lo que también aprendo cada día en el Estudio de OAB: me permiten vivir “en directo” la arquitectura. Observo orden, rigor y precisión y el cuidado de cada detalle. Escucho cómo resuelven problemas, aprendo experiencias, tácticas y recursos muy interesantes. En definitiva, profesionalidad en el trabajo. Además, existe un ambiente muy agradable y humano. Realmente cercano. Desde el primer día confían en los practicantes y buscan tu mayor aprendizaje, tanto de forma teórica como práctica. Esto te hace sentir útil e integrada.

¿En qué tipo de proyectos estás trabajando?

Actualmente trabajo bajo la tutela de Nuria Ayala, magnífica arquitecta y gran persona, en el Básico y Ejecutivo de la ampliación de programa en el Botánico de Barcelona. Tener los planos entre tus manos de lo que has visto en muchos libros es una sensación muy plena.

¿Qué estás aprendiendo de un “maestro” de la Arquitectura como Ferrater?

Carlos Ferrater siente sus obras desde el primer dibujo y eso es lo que nos enseña: que un proyecto sólo es potente cuando el concepto inicial tiene toda la grandeza para que crezca en su desarrollo.

¿Cómo está siendo tu estancia en Barcelona, cómo describirías la experiencia personal y profesionalmente?

Ahora ya no me siento pequeña, me siento feliz. Los profesores de Arquitectura de la CEU-UCH me han enseñado que cuando te sientes reducido o asustado tienes que recordar que estás aquí porque ellos quieren que lo estés. Por eso, me levanto con la mentalidad de que tengo que aprovechar ese día nuevo. Esta experiencia me alienta para el futuro, que es difícil, e incita a no conformarse, a ser conscientes de donde estamos en cada momento y disfrutarlo. Además sé que esta oportunidad da muchas fuerzas y energía a las personas de mi alrededor, lo que me hace crecer. Mis familiares siempre me han enseñado que en cualquier situación hay que seguir adelante y pienso que desde el primer “Explica tu proyecto en 15 segundos” en clase, o desde el primer día que no todo iba bien lo he puesto en práctica.

Silvia Martínez Vicent, alumna de Arquitectura de la CEU-UCH, en el estudio OAB del arquitecto catalán Carlos Ferrater.
Silvia Martínez Vicent, alumna de Arquitectura de la CEU-UCH, en el estudio OAB del arquitecto catalán Carlos Ferrater.
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