Es uno de esos casos de éxito ganado a pulso. Entró en Superdeporte gracias a una práctica universitaria. Y, desde entonces, no ha parado de crecer: redactor, jefe de sección, jefe de transformación digital… y ahora director. El alumni CEU, que volvió a las aulas recientemente para impartir una masterclass, comparte en esta entrevista valiosas reflexiones sobre el presente y futuro del periodismo deportivo. 

Llevas más de 20 años vinculado al periodismo deportivo y has vivido en primera persona su evolución. Cuéntanos… 

En enero de 1999, en una redacción de 65 periodistas, solo teníamos un ordenador con acceso a Internet que, por descontado, iba a pedales. En lugar de correos recibíamos faxes. Los móviles eran ladrillos y los teléfonos fijos no paraban de sonar. Los fumadores campaban a sus anchas y la neblina era constante.  

Con el triple de personas que ahora se trabajaba distinto, pero, con la óptica del paso de los años, no necesariamente mejor. La transformación ha sido radical, tanto en el fondo como, en especial, en la forma y en la manera en la que ahora se distribuyen los contenidos a través de múltiples narrativas y plataformas multimedia gracias a la revolución digital.  

La palabra «evolución» es efectivamente la que mejor define el proceso. Por un lado, la industria del deporte profesional tiene poco que ver, para bien y para mal, con la de hace dos décadas. Por el otro, la digitalización y sus múltiples oportunidades son una ayuda a la hora de compensar la distancia cada vez mayor y obligada con los protagonistas.  

En contra de lo que se dice, sin embargo, el periodismo deportivo sí que está viviendo una época dorada, no hay más que ver las millonarias audiencias que genera. El modelo de negocio ha pasado de los anunciantes a los lectores, aunque ahora los llamamos usuarios. Y a la audiencia, comunidad. 

Durante este tiempo tú también has cambiado, tanto en tu rol profesional como, seguramente, en tu modo de entender el periodismo. Danos los titulares de esa evolución. 

La clave de esa «evolución» ha estado en la manera de repensar el periódico con un periodismo más visual, adaptado a la era digital y móvil y con una misión y propuesta de valor muy bien definidas.  

Como redactor me centraba más en mi página; como jefe, ese microcosmos se amplió a mi sección; y ahora, como director, es un «todo», especialmente más allá de la redacción.  

Un diario lo hacen sus periodistas, pero también sus fotógrafos, sus comerciales, sus responsables de eventos, administrativos, gerentes, informáticos… El trabajo colaborativo entre los departamentos es la herramienta con la que los medios se tienen que hacer fuertes frente a la irrupción de proyectos de carácter más personal e individual, si bien estos también pueden tener perfectamente cabida dentro del ecosistema.  

En mi caso también fue un punto de inflexión el cargo intermedio que desempeñé como jefe de transformación digital. En 2016, viendo la deriva del sector, completé mi formación especializándome en dirección y gestión de negocios digitales. Junto a la de estudiar Ciencias de la Información, ha sido la mejor decisión de mi vida profesional. 

«El trabajo colaborativo entre departamentos es la herramienta con la que los medios se tienen que hacer fuertes frente a la irrupción de proyectos de carácter más personal»

Antes de volver a tus estudios en el CEU, otra de periodismo deportivo. ¿Cuáles son sus principales retos?, ¿hacia dónde crees que se encamina?

Estoy convencido de que el futuro y, digo más, el presente, pasa por llegar a un público joven del que los medios nos hemos alejado sin quererlo y que realmente sigue demandando el producto que hacemos los periodistas deportivos. Lo que ocurre es que lo que quieren consumir de otra manera.  

El camino, que es largo y complejo, pasa por un producto de calidad y valor añadido que esté alejado del ruido que proviene de Internet y las redes sociales. Debe importar más la calidad que la cantidad, y la única manera de ser imprescindibles para las audiencias es siendo fiables.  

En contextos como el actual tienden a desaparecer o a ver su final cercano quienes tienen un índice de cambio menor que el de su entorno. Hay que mantenerse a la vanguardia y no perder nunca el pulso social. El foco debe estar en el lector/usuario, sobre todo en el más fiel, al que llamamos heavy-user

Rafa, pensando en los actuales estudiantes de Periodismo que quieran dedicarse al ámbito de la información deportiva, ¿qué consejos les darías para abrirse camino? 

Les invito a profundizar al máximo y a innovar en la parcela digital. Los nativos tienen una ventaja competitiva muy importante.

Quien sea capaz de adecuarse a las nuevas narrativas manteniendo la esencia del clásico periodismo tendrá mucho adelantado. El valor está en la difusión, pero los contenidos buenos se difunden solos y ahí es donde más se puede aprender de los veteranos. Precisamente de esa mezcla y trabajo en equipo es del que más orgulloso estoy. 

A pesar de la que cae, parece que hay esperanza. Hace poco, has contratado a cuatro graduados en Periodismo por el CEU en la plantilla de Superdeporte. ¿Qué valoraste en ellos?  

Valoro muchas cosas, pero sobre todo la vocación. Es fundamental para entender, ejercer y disfrutar de esta profesión, que es al mismo tiempo parte consustancial de nuestra vida.  

A partir de ahí, el cien por cien de las contrataciones en los últimos años en el diario, también antes de mi etapa como director, son de estudiantes que han hecho sus prácticas con nosotros. Es un periodo clave porque nos permite hacer un filtro y al mismo tiempo premiar a los estudiantes a los que vemos potencial y recorrido.  

Los jóvenes nos aportan un dinamismo y versatilidad espectacular. Son rápidos por naturaleza y además multitarea, algo que, en un proyecto de base digital como el nuestro, es diferenciador. También nos ayudan a conectar con un público más joven con el que ampliar nuestra audiencia y estar al tanto directamente de las nuevas tendencias. El manejo de las tecnologías de la información es clave. A la hora de interiorizar procesos y adaptarse a los gestores de información y las nuevas narrativas marcan diferencias. 

«El cien por cien de las contrataciones en los últimos años en el diario son de estudiantes que han hecho sus prácticas con nosotros»

Rafa, ¿qué tiene el periodismo deportivo para ti? En tu reciente conferencia en el CEU, las palabras más repetidas fueron vocación y pasión…  

Sí. De niño devoraba los periódicos del lunes, donde venían los resultados deportivos del fin de semana. Y de adolescente escuchaba todos los programas deportivos de la radio. No podía dedicarme a otra cosa y eso que llegué a “Súper” por accidente. No estaba en mis planes empezar las prácticas en el segundo año de carrera, pero me convenció un compañero para mandar el currículum.  

He conseguido que mis dos vocaciones, el deporte y el periodismo, se conviertan en mi profesión. Soy un afortunado. Aunque, si tengo que elegir, confieso que tal vez pudiese vivir sin deporte, pero no sin periodismo. El día que no consumo prensa me falta algo. En mis periodos de descanso (pocos), me escapo con alguna excusa para dedicar unos minutos a repasar las últimas noticias No puedo evitarlo, es superior a mí. 

Como comentabas, entraste en Superdeporte a través de unas prácticas universitarias. ¿Hasta qué punto es importante aprovechar las oportunidades que te brinda la carrera? 

Sí. Empecé en “Súper” y aquí me he quedado. Para mí es un orgullo haber entrado como becario y desde entonces haber ido creciendo dentro de la empresa hasta llegar a ser el director.  

En mi caso, y lo comenté con los alumnos en la masterclass, me arrepiento de no haber sacado más partido a mi etapa universitaria en el sentido de exprimir al máximo sus posibilidades y tender más puentes con los profesores. Fue tiempo después cuando me di cuenta de que desaproveché esa oportunidad. Tengo un recuerdo muy grato de aquellos años. Y podría ser aún mejor de haber enfocado esa época con una mayor amplitud de miras.

«He conseguido que mis dos vocaciones, el deporte y el periodismo, se conviertan en mi profesión. Soy un afortunado»

Seguro que tu testimonio anima a más de un estudiante a hacerlo. Rafa, de aquella época de tu vida, ¿qué destacas? 

Crecí mucho en lo personal, y buena parte de lo que soy ahora se lo debo al contacto con profesores y compañeros. De ellos aprendí que hay muchas maneras de hacer y ver las cosas. La riqueza y la diversidad en el campus me causó un impacto muy positivo, sobre todo en los primeros años.  

He aprendido mucho en la empresa, pero mi paso por las aulas y el ambiente universitario, primero en el Seminario y después en los primeros años de Alfara, me aportaron mucha riqueza en todos los sentidos.  

Conservo relación con muchos de mis compañeros, en especial con mi primer colega de pupitre, con quien trabajé codo a codo durante años y con el que lo sigo haciendo, aunque ahora defendiendo intereses distintos. 

«En el CEU crecí mucho en lo personal, y buena parte de lo que soy ahora se lo debo al contacto con profesores y compañeros»

Vamos al futuro. ¿Siguientes retos? 

El primer reto profesional es consolidar el proyecto de “Súper” como La Casa del Deporte Valenciano, y que sea una referencia en la información deportiva no solo en la Comunitat, sino también fuera de ella. Las cosas nos han ido muy bien en estos primeros meses, pero en la esencia del periodismo está que se trata de un trabajo «diario» y no podemos levantar la guardia.  

Dentro de la empresa y de Prensa Ibérica tengo también muchos otros retos, sobre todo en un momento tan crucial en el panorama de medios como este: potenciar la marca, explorar nuevas líneas de negocio y mejorar competencias.  

Esto no termina nunca. Soy un defensor de la idea de que este es un gran momento para hacer periodismo y que la digitalización nos brinda muchísimas oportunidades que hay que aprovechar.  

Mi experiencia como docente en dirección y gestión de negocios digitales también me reconforta y aporta un reciclaje constante. Quiero continuar explorándola y, aunque sin fecha, mantengo el compromiso interno de terminar los estudios de Doctorado que dejé pendientes. Si hay algo que me apasiona ahora mismo, y desde mi nuevo puesto lo estoy disfrutando, es la conjunción de periodismo y empresa. 

Pues te deseamos mucha suerte en todos estos proyectos. Y nos encantará que vuelvas al aula para compartirlos con los estudiantes. Muchas gracias. 

A vosotros. 

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