Recibí la noticia entre vacas, estaba haciendo una visita a una explotación cuando vi la llamada de un número desconocido, al principio pensaba que era una broma de alguno de mi cuadrilla pero durante la conversación me fui dando cuenta de que era verdad y al colgar pues que te voy a decir, estaba eufórico. Lo mejor fue la cara del ganadero cuando colgué me dijo: No entiendo nada de lo que habéis hablado, pero por tu cara parece que es bueno”

Pablo Huegun, alumni de Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera, acaba de recibir el V Premio “Super Feed, Mariano Illera Martín” de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE) a la mejor investigación sobre Fisiología y Nutrición en Veterinaria por su trabajo “Análisis de diferentes parámetros reproductivos en ganado bovino de raza pirenaica”.

Un Trabajo Fin de Grado sobre vacas de raza pirenaica, donde se abordan diferentes parámetros productivos a partir de la investigación realizada en doce explotaciones, situadas en cuatro zonas con diferentes condiciones geográficas de Navarra.

Huegun se ha desplazado desde Francia, donde trabaja actualmente, a Madrid para recoger el premio de la RACVE junto a su director en este proyecto, el profesor de Veterinaria Juan Manuel Lomillos.

¿Por qué elegiste este tema para tu TFG?

Quería hacer un trabajo distinto, no quería quedarme en una revisión bibliográfica. Leí un artículo sobre la relación entre la condición corporal y el intervalo entre partos en el vacuno de carne. En Navarra se encuentra casi un 20% del censo de vaca pirenaica del estado por lo que pensé que podíamos hacer un estudio sobre cómo afecta la condición corporal en los valores reproductivos de vacas pirenaicas. Se lo propuse a Juanma y me dio el visto bueno.

¿Cómo fue el trabajo en las explotaciones?

Tengo la suerte de que mi padre es veterinario por lo que mi entrada en las granjas es como hijo de Antton no como un completo desconocido, algo que te permite encontrar ganaderos mas receptivos y dispuestos a colaborar. Un breve resumen de lo que he tenido que hacer: seleccionar las explotaciones, visitarlas, realizar el reproductivo (Diagnóstico de gestación, actividad folicular, etc.) convencer al ganadero de que me entregue sus documentos del reproductivo para fotocopiarlos ya que muchos los tenían en papel, pasar esos datos a un programa informático y estudiar los resultados.

En la presentación del trabajo premiado, ante la Real Academia de Ciencias Veterinarias.

Entonces, la Veterinaria siempre ha formado parte de tu vida

La verdad es que he sido poco original, mis aitas son veterinarios. Mi padre de grandes y mi madre de pequeños. Desde pequeño he estado entre animales y siempre he tenido claro que quería trabajar con ellos. El verdadero problema ha llegado en el momento de elegir grandes o pequeños, ambos me gustan, pero no son compatibles tuve que elegir y han ganado las vacas. En Francia puedo hacer algo de pequeños por lo que me estoy quitando la espina.

Ser veterinario en Francia y España es muy distinto

Actualmente, estás trabajando en una clínica de vacuno en Francia, ¿cómo es tu día a día?

Ser veterinario en Francia y España es muy distinto, en España buscamos más la prevención, aquí trabajamos mucho mas la clínica, tratamos enfermedades del periparto que en España se previenen con una buena nutrición. Otra diferencia con España es la presencia de inseminadores, aquí inseminan ellos y los controles reproductivos muchas veces los realizan ellos mismos. En España, un 80% de mi día era realizar reproductivos y analizar datos para ver la evolución de la explotación, aquí realizamos reproductivos una vez cada dos semanas. En el equipo estamos tres españoles y un veterinario francés. Todos vemos necesario cambiar a un modelo de prevención. Pero siendo jóvenes y en tan poco tiempo es difícil que te hagan caso. En nuestra profesión es fundamental tener la confianza del ganadero y eso es una cosa que lleva tiempo. Por otra parte, aquí en Francia es difícil que en el mundo rural te dediques exclusivamente a bovino, siempre te toca hacer algo de pequeños animales, aunque sea en las guardias.

¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar allí?

Albaitaritza, empresa navarra en la que he realizado todas mis prácticas, me ofreció un contrato de formación. A los dos meses de trabajar allí les comenté que creía que era mejor salir, no veía conveniente comenzar a trabajar donde quería desarrollar toda mi vida laboral. Propuse salir a Francia para aprender francés y coger algo de experiencia, una opción interesante para mi y para la empresa ya que tenemos la frontera a 40 km. Una vez decidí irme a Francia tenia que buscar una región de producción lechera ya que suele ser un manejo mas técnico, control de nutrición, índices fertilidad, etc. que el ganado de bovino de carne. Una de las regiones que cumplía esos requisitos era Normandía, encontré una oferta en la que te formaban en reproducción y nutrición por lo que decidí ir a probar suerte. Una amiga y compañera de la promoción, Emilie Da Costa, se encontraba realizando un internado a 20 minutos. Por lo que no iba a estar completamente solo.

¿Cómo es la vida de un veterinario en Normandía?

La vida aquí es una vida muy tranquila, durante la semana nuestra única ocupación es el trabajo. El contraste de pasar de la vida valenciana a la vida en un pueblo del centro de Normandía es bastante grande. En Valencia cualquier día de la semana podías salir a tomar algo con los amigos, aquí a las 20 horas el bar del pueblo está cerrado. Vivo junto a otros 2 españoles, Adrián y Helena, en casa es como si estuviésemos en España lo que nos hace el día a día mas llevadero.

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Por ahora quedarme en Normandía hasta agosto, después no lo tengo muy claro. Volver a casa, darme una vuelta por el mundo, no sé. Sobre la marcha, no me gusta hacer planes a largo plazo.

Pablo junto a compañeros del equipo de Rugby 7 del CEU.

«Guardo buen recuerdo de la ciudad, de la facultad, profesores y compañeros»

Te graduaste el pasado año, ¿cómo ha sido tu experiencia en el CEU?

Por la Facultad pasé bastante desapercibido. Si algún profesor se acuerda de mi será por lo difícil que se les hacía pronunciar mi apellido en las prácticas y exámenes. Para que te hagas una idea, fui el único apellido que se dijo mal en la graduación y eso que tenía compañeros franceses, suecos y alemanes. A nivel deportivo formé parte del equipo de Rugby 7 de la Universidad, quedamos subcampeones de la Comunidad Valenciana y obtuvimos una plaza para disputar el campeonato de España Universitario.

«Salir de casa y en una ciudad tan universitaria, con una facultad tan internacional, me ha permitido abrir mi mentalidad y valorar las cosas buenas que hay fuera y en casa»

Enhorabuena Pablo y mucha suerte!!

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