La rectora Rosa Visiedo visita la exposición organizada por los estudiantes de primer curso de Architecture en la ESET
“Invisibles: mujeres arquitectas en la Historia” es la exposición creada en la asignatura de Historia del Arte, por los alumnos de primer curso de Architecture. Coordinados por la profesora Patricia Pozo Alemán, los estudiantes han investigado sobre mujeres arquitectas que, de algún modo, estaban ‘escondidas’ detrás de sus compañeros de profesión, que eran quienes firmaban los proyectos, y cuyo trabajo, por tanto, no fue reconocido, sólo por el hecho de ser mujeres.
Como parte de las actividades de la OrangeWeek2018 en la CEU UCH, la exposición ha sido visitada por la rectora, Rosa Visiedo, y la directora de la ESET, Sara Barquero. Según destaca la profesora Patricia Pozo, doctora en Arquitectura, “las mujeres se hicieron invisibles en la Arquitectura hasta que la sociedad empezó a considerarlas como parte del sistema. Esta investigación realizada por los estudiantes pretende señalar la importancia del papel que la mujer ha tenido en la Arquitectura y el Diseño a través de la Historia, con algunos ejemplos de mujeres extraordinarias”.
De la invisibilidad, al Pritzer
La diversidad de nacionalidades de los estudiantes de Architecture en la CEU UCH -desde Israel hasta Suecia, desde Uganda hasta Noruega-, ha permitido estudiar los casos de países donde la profesión está prohibida para las mujeres y las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto al trabajo y la Arquitectura alrededor del mundo. La exposición también ha dejado espacio para una nueva generación de mujeres arquitectas que han cambiado la Historia, encontrando su lugar y reconocimiento, especialmente por ser las primeras en ganar el Pritzer de Arquitectura.
La exposición puede visitarse durante todo este mes de noviembre, en la planta baja de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas (ESET), en Alfara del Patriarca. Según explica la profesora Patricia Pozo, «la exposición se ha creado precisamente en un lugar de paso, como es el hall de entrada y pasillo principal de la Escuela, para hacerla visible y accesible a cualquier hora. Cada arquitecta se ha colocado en una columna como una metáfora que intenta reconocer la carga que han soportado estas mujeres para dar un futuro a las nuevas generaciones».
