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El capellán mayor, José Francisco Castelló, presentó la conferencia en el Aula Magna de la Universidad.
  • El arzobispo emérito de Zaragoza ha defendido que “Cuidar de la persona, de la familia, de las pequeñas comunidades, trabajar por la pacificación en la vida social, luchar por la defensa de los derechos humanos y la justicia es absolutamente necesario, y constituye el primer paso para preservar el ambiente natural”

La Universidad CEU Cardenal Herrera ha inaugurado el ciclo Dies Academicus del curso 2016-2017 con la conferencia Ecología humana y ecología física, a la luz de la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco”, ofrecida por monseñor Manuel Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza.

Monseñor Ureña ha abordado la raíz humana de toda crisis ecológica y de su solución, a la luz del pensamiento de la Iglesia y, concretamente, de la encíclica Laudato Si’, la segunda carta encíclica del Papa Francisco, dedicada al cuidado de la “Casa Común”.

En su conferencia, ha destacado cómo la encíclica reconoce que esta Casa Común, la naturaleza, no goza hoy de buena salud. Monseñor Ureña ha señalado cómo esta encíclica ofrece las claves de este cambio en la Tierra “que parece estar convirtiéndose en un inmenso estercolero”, desde la contaminación en el aire, el agotamiento de los recursos naturales, la pérdida de la biodiversidad, el deterioro de la calidad de vida y la degradación social. “Y lo más importante, que los efectos más graves los sufre la gente más pobre”, ha recordado.

Para monseñor Ureña la conclusión más evidente y que queda recogida en la encíclica es que “la degradación de la Casa Común es la consecuencia de la degradación humana. No podremos hacer frente a esta degradación si no atendemos a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”.

El arzobispo emérito de Zaragoza ha señalado que se deben atender a las estructuras constituyentes de lo específicamente humano, que se corresponden con los tres horizontes de la persona: el teológico, el sociocultural y el cósmico. “El hombre es religioso por naturaleza”, ha recordado.

Desde ese primer y necesario horizonte, ha señalado que el hombre necesita sus realidades temporales, el horizonte sociocultural, para la construcción de su propia naturaleza (la familia, la cultura, el trabajo, la comunidad política, la comunidad internacional y la promoción de la paz, “la paz humana, la paz que es fruto de la justicia”). En último lugar, necesita, ha destacado, el horizonte cósmico “que se muestra en el hombre como su necesidad de salvaguardar el medio ambiente”.

Para monseñor Ureña, el hombre se enfrenta hoy a un “fundamentalismo laicista” donde las palabras Dios o Verdad son “políticamente incorrectas”. Un mundo con “constantes ataques a la familia”, donde no siempre se respetan los derechos, con profundas grietas en la comunidad internacional y una “escandalosa diferencia” entre los países del norte y los del sur. “En cuanto a la promoción de la paz, asistimos demasiadas veces a la constatación de su fracaso que es la guerra”, ha declarado.

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“Cuando se respeta la ecología humana en la sociedad, también la ecología ambiental se beneficia. Los deberes que tenemos con el ambiente natural van en relación con los que tenemos con la persona, considerada ésta en si misma y en su relación con los demás. Cuidar de la persona, de la familia, de las pequeñas comunidades, trabajar por la pacificación en la vida social, luchar por la defensa de los derechos humanos y la justicia es absolutamente necesario, y constituye el primer paso para preservar el ambiente natural que todos tenemos que cuidar, por el bien de todos y por el bien de las futuras generaciones”, ha manifestado.

“No esperemos que vayamos a cuidar bien de la naturaleza, si no cuidamos previamente bien de nosotros mismos. Solo la conversión del hombre a si mismo, a su verdadero ser, hará que éste deje de destruir a su persona y de derruir su propia casa”.

El capellán mayor de la Universidad CEU Cardenal Herrera, José Francisco Castelló, ha presentado la conferencia de monseñor Ureña, a la que han asistido monseñor Santiago García Aracil, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz; la rectora de la CEU-UCH, Rosa Visiedo, y su equipo de gobierno, además de profesores y estudiantes.

La conferencia se ha desarrollado en el marco del ciclo Dies Academicus, una iniciativa del Servicio de Pastoral de la Universidad que constituye un espacio para el encuentro y diálogo como experiencia universitaria, que fomenta la armonía entre fe, razón y vida.

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