• Los estudiantes intercambian conocimientos para promover hábitos saludables y saber reaccionar ante urgencias

Enfermeros que sepan comunicarse mejor con los niños y maestros capaces de reaccionar adecuadamente ante un accidente o una urgencia de salud en la escuela. Ese es el doble objetivo del original proyecto de innovación organizado conjuntamente por el claustro de Enfermería y de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Una ambiciosa iniciativa formativa, en la que se han involucrado profesores y alumnos de cinco asignaturas y tres cursos, de Enfermería, Educación Infantil y Educación Primaria.

Este novedoso proyecto de aprendizaje colaborativo ha arrancado con un intercambio de papeles. Esta vez han sido los estudiantes de Enfermería los que han ejercido de profesores de los compañeros de Magisterio dándoles pautas en torno al manejo de enfermedades crónicas, botiquín e impartiendo talleres de primeros auxilios y soporte vital básico.

Roles compartidos

Una vez realizadas estas prácticas, los estudiantes de Magisterio han retomado su rol de “profesores” realizando una trasposición didáctica de los talleres. Su meta: enseñar a los futuros enfermeros a explicar a los niños todas estas claves de salud de un modo comprensible y adaptado a la capacidad de los más pequeños.

“Gracias a este proyecto colaborativo, nuestros estudiantes han intercambiado conocimientos y competencias para la educación y promoción de la salud en las aulas, muy útiles tanto si ejercen en el futuro como maestros como si lo hacen como enfermeros escolares o atienden a niños en los centros sanitarios”, asegura su coordinadora, María Dolores Temprado.

La profesora de Enfermería es consciente de que la escuela es un escenario idóneo para abordar la promoción y educación para la salud. Y es que, recuerda la docente y psicóloga, “es en estas etapas tempranas cuando adquirimos los principales comportamientos que determinarán nuestros hábitos y estilo de vida en la edad adulta”.

Aprendizaje multinivel 

El proyecto ha contado con la implicación de estudiantes de diferentes niveles académicos, lo que ha derivado en un aprendizaje más enriquecedor para todos.

Por ejemplo, la estudiante de 1º de Enfermería, Patricia Ortiz, además de las claves pedagógicas aportadas por los futuros maestros, destaca el aprendizaje que ha adquirido observando a los compañeros veteranos. “Ver el entusiasmo y dedicación de los estudiantes de 3º al explicar cada técnica fue muy emocionante y me resultó muy útil”, subraya.

Una de estas “profesoras de Enfermería” ha sido María Gimeno, quien tiene muy claro que todas las personas que tratan en su trabajo con otras, como ocurre con los maestros, “deberían conocer los pilares básicos de los primeros auxilios, ya que eso puede significar salvar una vida”, recuerda.

Maestros preparados

Los estudiantes de Magisterio se muestran igualmente satisfechos con la experiencia.

Daniel Marzá, de 3º de Educación Primaria, destaca que esta formación le ha proporcionado seguridad para afrontar problemas de salud que podrá encontrarse en el aula. “Además de darnos pautas, los compañeros de Enfermería nos propusieron varias situaciones en las que tuvimos que actuar para poder salvar una vida o prevenir un mal mayor”, cuenta.

Una opinión que comparte Marta Gálvez, de 2º de Educación Infantil, que destaca la importancia de esta enseñanza recíproca, “en la que los estudiantes nos hemos ayudado mutuamente a adquirir conocimientos y llevarlos a la práctica”.

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