El CEU de Castellón apuesta por la formación en competencias de los futuros maestros: con prácticas en aulas escolares y con pruebas ECOE desde primero
Los estudiantes de primer curso de Magisterio del CEU de Castellón no tienen clase los martes. Y no la tienen porque están… en clase. Concretamente, en las aulas escolares de la provincia. Desde octubre hasta junio, los futuros maestros descubren, viviéndola en primera persona, cómo es la docencia en los centros educativos. Aprenden en un contexto real – con niños- y controlado, bajo la mano experta de un tutor: el/la maestro/a.
Una de las beneficiarias de este programa pionero, la estudiante de primer curso del Grado en Educación Infantil del CEU María Guzmán, que ha realizado sus prácticas en el colegio El Pinar, de El Grao, cuenta así su experiencia: “Tener un trato directo con mi futura profesión todas las semanas me ha hecho reafirmarme en mi vocación y comprender mejor la teoría que nos imparten en clase”. “Estoy encantada con mis alumnos, la tutora, el centro y mi universidad, que nos está proporcionando una formación muy completa a nivel profesional y personal, ya que no solo estamos aprendiendo a ser buenos maestros, sino también mejores personas para educar en valores a nuestros alumnos”, subraya.
‘Tener un trato directo con mi futura profesión todas las semanas me ha hecho reafirmarme en mi vocación y comprender mejor la teoría que nos imparten en clase’
María Guzmán, estudiante de primer curso del Grado en Educación Infantil del CEU de Castellón
Saber, saber hacer, saber ser
Con el programa de prácticas en centros escolares desde primero de carrera, el CEU pone el foco en la adquisición de competencias. Y es que el claustro de Magisterio es consciente de que los buenos maestros no solo deben contar con unos buenos conocimientos teóricos y técnicos, sino que deben saber aplicarlos en el aula.
Y para comprobar que los próximos docentes están integrando estas habilidades cruciales para su futuro ejercicio profesional, el CEU ha implementado otro programa pionero también desde primer curso: la ECOE de Magisterio. Una prueba que los estudiantes afrontan a lo largo de toda la carrera para que el claustro pueda evaluar progresivamente las competencias esenciales de cada una de las materias que integran el plan de estudios de los Grados de Educación Infantil y Educación Primaria.
La ECOE, un examen propio de las Facultades de Ciencias de la Salud, reta a los estudiantes a resolver situaciones que se les van a presentar en su próximo ejercicio profesional. Las denominadas “estaciones” con las que los profesores sorprenden al alumnado el día de la prueba, pueden simular desde tutorías con unos padres cuyo hijo sufre bullying al desafío de improvisar un recurso didáctico para un niño con necesidades educativas especiales. En un tiempo tasado y ante la atenta mirada del tribunal, los aspirantes a maestros deben aplicar todo lo que han aprendido a lo largo del curso para afrontar eficazmente estos retos. Es decir: demostrar que han adquirido las competencias necesarias para ser buenos maestros.