Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, autores de “Una Posibilidad entre Mil”, han  participado en las sesiones del Máster en Ingeniería del Diseño de la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas

 

La Universidad CEU Cardenal Herrera ha contado con la participación como ponentes en el Máster de Ingeniería del Diseño de los novelistas gráficos Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou. Su conferencia, titulada “La novela gráfica: el cómic sale del gueto”, ha formado parte de los contenidos de la asignatura “Análisis de la Imagen como complemento” dentro de este Máster, que imparte la Escuela Superior de Enseñanzas Técnicas de la CEU-UCH.

Para ambos autores, en los últimos tiempos el auge de la novela gráfica en España ha permitido que aumenten los lectores de cómic entre el público adulto. La diversidad de temas tratados y la creciente calidad de las obras están por fin situando a la novela gráfica en el lugar que le corresponde. “Lo bueno de la novela gráfica es que se está alejando de los superhéroes y está tratando temas sociales,  experiencias en la guerra o hechos autobiográficos”, afirma Miguel Ángel Giner, que, junto a Cristina Durán, se dedica profesionalmente al cómic y la ilustración desde 1993.

Historias de superación y experiencias profundas

En 2009, Ediciones Sins Entido publicó su primera novela gráfica autobiográfica, Una posibilidad entre mil, cuya tercera edición verá pronto la luz. La novela ha sido finalista del Premio Nacional de Cómic 2010 que otorga el Ministerio de Cultura y también ha sido premiada en Francia. Cuenta los primeros años de vida de la hija de ambos, Laia, que padece parálisis cerebral, y el proceso de aceptación de la enfermedad por parte de los padres.  Mediante el formato del cómic, logran transmitir una historia de superación con experiencias profundas y un trasfondo positivo.

Tratar la enfermedad sin tapujos

Los dos artistas pretenden reflejar que mediante el cómic es posible acercar al público vivencias, sentimientos, pensamientos, así como tratar temas complicados de una forma natural e integradora. “El cómic es un medio de expresión donde se puede hablar de cualquier tema abiertamente”. Prueba de ello son los ejemplos de novelas gráficas que citaron los artistas: “Persépolis”, que trata el tema de la guerra desde la visión de una mujer; “Epiléptico”, que refleja cómo una familia lucha para solucionar el problema de su hijo, o “Arrugas”, que trata el alzheimer. “Al leer estas novelas aprendes mucho sobre enfermedades y temas sociales; es una forma de comunicar muy efectiva”.

Precisamente fue “Epiléptico” la novela que animó a Cristina a decidir que era posible reflejar la experiencia vivida con su hija Laia en una novela gráfica. La crearon por tres razones: en primer lugar, porque se  dieron cuenta  de que aunque la historia es dura, los avances que veían en su pequeña eran buenos y la gente se alegraba cuando lo contábamos: Sentíamos la necesidad de expresar la alegría por cómo iban las cosas”.

El segundo motivo por el que surgió “Una Posibilidad entre mil” fue en agradecimiento a todas los amigos, familiares y profesionales sanitarios: “Nos pareció una forma bonita plasmarlo en un soporte que perdurará para siempre”. Y en tercer lugar, para tratar la enfermedad sin tapujos: “Muchos no se atrevían a preguntar, porque desconocían el tema. Cuando leyeron el libro vimos un cambio de actitud hacia nuestra hija, ahora la tratan de una forma natural”. Actualmente Miguel Ángel y Cristina están trabajando en la segunda parte de la novela, que  se publicará en mayo de 2012 y tratará sobre el proceso de adopción de la hermana de Laia.

Crecimiento en ventas

El descubrimiento de la novela gráfica ha disparado las ventas del cómic y ha permitido que este género pueda venderse en todas las librerías comerciales. “Hemos tenido que luchar contra los prejuicios que hay detrás del cómic. Con el término ‘novela gráfica’ le damos un carácter más adulto a este género”, afirma Miguel Ángel Giner, quien ha querido dejar bien claro que leer un cómic “no es lo mismo que ver una película o leer literatura, por lo tanto, no se puede comparar una cosa con otra”. Cristina Durán también opina que lo bueno de leer un cómic es que estás activo, ya que estás todo el tiempo decodificando el lenguaje e interpretando lo que el autor expresa.

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