• Durante una jornada de aprendizaje práctico e innovación, el primer y único capítulo universitario de Legal Hackers en España (CEU UCH) ha propuesto a la empresa de LegalTech “Little John” vivir juntos un reto legal.
  • Divididos por grupos, los alumnos han comparado los resultados del uso de los buscadores legales tradicionales frente a la IA, para afrontar una problemática real.

Los alumnos del Grado de Derecho de la CEU UCH Enrique Roger, Francisco Díez y Mar Torán, han organizado este primer evento de Legal Hackers -tras su presentación el pasado mes de noviembre en Valencia– para acometer un reto legal propuesto por sus profesores. Divididos por grupos, han utilizado los recursos legales tradicionales frente a la IA; en concreto el Chat GPT y la herramienta gratuita “Justicio” -impulsada por la plataforma de legaltech Little John-, que simplifica la consulta de la legislación autonómica, estatal y europea.

El resultado ha sido una intensa y apasionante actividad de learning by doing donde un grupo de 15 alumnos han puesto a prueba su capacidad de respuesta y el espíritu crítico para valorar las aportaciones de la Inteligencia Artificial a la investigación y práctica legal.

El reto legal y los resultados

El reto propuesto para la ocasión ha consistido en una consulta sobre la Gestación subrogada para la que, en el plazo de 1 hora y utilizando los recursos señalados, los alumnos debían ser capaces de evaluar y hacer una retrospectiva sobre las ventajas e inconvenientes encontrados durante el proceso. Para vivir el momento se ha desplazado desde Valladolid la responsable de Marketing y Comunicación de Little Jonh Isabel Romero, a la que se ha unido online su CEO Daniel Vecino, que les ha aconsejado

«ser críticos para saber cuándo podéis utilizar una herramienta de IA y cuándo no, así como sus ventajas e inconvenientes»

Al finalizar el plazo, se pusieron en común los resultados de trabajo de cada grupo. El equipo que no usó IA, se decantó por el BOE y el CENDOJ explicando que, aunque sus resultados eran confiables, fueron quienes más tiempo necesitaron para resolver el caso, calificando el proceso de investigación como “complicado” por la gran cantidad de información en bruto que debían desgranar para obtener una respuesta concreta.

Respecto a los equipos que sí usaron la IAChatGPT y el archivero de acceso gratuito a la Ley Justicio– enseguida confirmaron la rapidez en las respuestas obtenidas. En el caso del ChatGPT señalaban que no tenían la certeza de si sus resultados eran 100% confiables y, además, no podían acceder directamente ninguna fuente o referencia para comprobarlos: “Las respuestas eran ambiguas, desactualizadas y algunas incorrectas”, señalaron los estudiantes de este equipo.
Como valoración global, los alumnos concluyeron que el servicio que les permitió obtener un acceso sin barreras a la legislación de forma ágil y a la vez con la tranquilidad de obtener información concreta, estructurada y confiable, fue Justicio.

Una solución ágil y confiable para las aulas y despachos

La Universidad CEU UCH es pionera en cuanto a promover la intersección entre el derecho y la Inteligencia Artificial. Mediante soluciones ágiles que apliquen estas tecnologías desde la transparencia, la ética y la seguridad, los estudiantes pueden resolver procesos de forma mucho más rápida desde la tranquilidad de la obtención de resultados 100% confiables y veraces, para dedicarse al aprendizaje de otras competencias. En una entrevista reciente, la Decana y la Vicedecana de la Facultad comentaron que

«la presencia de la IA es innegable y lo mejor que podemos hacer por los alumnos es proporcionarles las bases para usarla, descubrir su impacto y guiarles para que sean críticos con ella».

A través de este tipo de iniciativas prácticas, Little John trata de entender las necesidades reales y retos del sector, apostando por una aplicación inteligente de la tecnología junto a la IA. Su plataforma -lanzada de la mano de Arriaga Asociados– dispone de diversas soluciones basadas en la implantación de la inteligencia artificial, para facilitar que el sector de la abogacía se anticipe a los cambios que se pueden producir en el ámbito tecnológico, además de mejorar la competitividad y relación entre abogados y clientes.

Artículo anterior«Un maestro debe apasionarse»
Artículo siguienteLa CEU UCH acogerá el 2º Congreso Latinoamericano One Health & One Welfare en 2024