- La profesora y guía cultural Catalina Benito ha acompañado a los alumnos de las Aulas Universitarias de la Experiencia CEU en su visita a dos joyas de la historia de la ciudad


Comprender e imaginar la evolución de la ciudad de Valencia desde su fundación por los romanos en el siglo II a.C., ha sido el objetivo de la visita cultural al Museo de La Almoina en la que han participado los alumnos de las Aulas Universitarias de la Experiencia de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Una actividad cultural que ha permitido a los alumnos descubrir este Museo, acompañados de la profesora y guía cultural Catalina Benito. Un espacio que supera los 2.500 m2 y conserva vestigios de la ciudad desde su fundación hasta la edad media.




Los alumnos han tenido la oportunidad de descubrir los tesoros de este espacio donde se conservan los restos de la etapa de la fundación de la ciudad por los romanos, con un santuario, un horreum y unas termas; tumbas funerarias, el baptisterio y el ábside de la catedral de la época visigoda; así como otros restos del periodo musulmán, entre ellos una noria, un patio y un fragmento de la fortificación del alcázar.
El complejo museístico se construyó entre 1985 y 2005, y ha permitido integrar las ruinas con su entorno, para que la ciudad y sus visitantes puedan tener contacto directo con ellas. Por todo ello, La Almoina es hoy un espacio de enorme valor y está considerado uno de los yacimientos más importantes de toda Europa.
Un paseo por el Antiguo Hospital de sacerdotes pobres

La segunda parada de esta visita por la historia de Valencia ha llevado a los alumnos de las AUEX CEU hasta el Antiguo Hospital de sacerdotes pobres. Una casona, en el corazón mismo de la ciudad, que se fundó como hospital dedicado a sacerdotes pobres en 1356, para cuidarlos durante las enfermedades.
Acompañados del sacerdote Rafael Cerdá, los alumnos han tenido la oportunidad de recorrer el edificio que conserva en su interior un verdadero museo de azulejos valencianos del siglo XVIII.
Destacan los grandes paneles que rodean el patio central. El primero de ellos presenta el nombre de María como Salud de los enfermos. También aparecen los personajes, santos, reyes y otras personas insignes que favorecieron el hospital.
En el primer piso, se conserva la celda donde murió San Luis Bertrán, que es el patrono de la Residencia, a la que da nombre.
Actualmente, el edificio alberga una residencia de sacerdotes mayores, donde se conserva este legado artístico de enorme valor.

