La alumni de Magisterio del CEU de Elche, Rocío Piñas, ejerce como maestra de Infantil en un colegio bilingüe de Almería
Rocío Piñas Minguet lleva la pasión de ser maestra en las venas. Sus padres y varios de sus hermanos se dedican a la docencia, a la que ella llegó después de estudiar el grado de Educación Infantil. En realidad, después decidió continuar estudiando y finalizó el grado de Educación Primaria en 2019. Desde entonces ha trabajado con los más pequeños en varios centros educativos de la provincia de Alicante. En la actualidad ejerce en el Colegio Diocesano de San Ildefonso, en Almería, como tutora del aula de Primero de Infantil B, impartiendo la enseñanza en inglés. En esta entrevista nos cuenta porqué y cómo da rienda suelta a esa pasión docente.
¿Por qué te decidiste a estudiar una titulación tan vocacional como es Magisterio?
Siendo totalmente sincera, cuando terminé bachillerato no tenía muy claro que quería estudiar ni a que me quería dedicar. Es cierto que una de mis opciones siempre fue la Educación. Al no estar segura decidí comenzar el ciclo de formación superior de Educación Infantil. Fue allí donde descubrí mi vocación y donde descubrí que quería dedicarme a la enseñanza. La infancia y todo lo que la rodea siempre ha sido una realidad que me ha interesado y con la que he estado muy en relación desde siempre. Por lo tanto, cuando comencé a estudiarla, a aprender sobre el desarrollo evolutivo, las didácticas, su historia, etc, así como cuando comencé a tomar contacto directo con el aula, los alumnos y otros profesores, descubrí que la educación era a lo que quería dedicarme siempre.
¿Qué te inspira para ser maestra?
La sociedad me inspira, pues la única forma de cambiar aquellas cosas que no están bien es a través de la educación. Los niños son el futuro de la humanidad. Y los maestros tenemos la oportunidad y la responsabilidad de hacer de ellos personas responsables, cívicas y comprometidas. Personas íntegras, con valores y preparadas para transformar la sociedad.
¿Qué papel crees que debe desempeñar un maestro en la educación de niños y niñas?
Ciertamente, un maestro debe ser guía, respetuoso y paciente. Debe ser un referente y un punto de apoyo durante el proceso de desarrollo del alumno. Tanto para el alumno como para la familia. El punto de unión entre escuela y familia, que es el pilar fundamental de la vida de cualquier niño.
La Educación como herramienta del cambio
¿Por qué elegiste estudiar en el CEU?
Cuando comencé a estudiar Magisterio en el CEU de Elche, esta titulación no llevaba mucho tiempo existiendo. Tenía amigos que habían estudiado o estaban estudiando Magisterio allí y que estaban muy contentos con la experiencia y su trayectoria académica allí. También pensaba que, al no ser una universidad muy grande, y al estar solo Magisterio en el edificio de carmelitas, la atención que iba a recibir por parte de los profesores iba a ser mucho más personal y directa que en otro tipo de universidad. Así como la calidad humana y educativa que iba a recibir debido al tipo de universidad de la que se trata, un centro universitario católico.
¿Qué te ha aportado el CEU de Elche en tu formación como maestra, más allá de los conocimientos y la formación académica?
Aprendí a ser maestra en todas sus dimensiones. Evidentemente, a través del estudio de las materias y de la adquisición de conocimientos adquirí muchísima formación imprescindible para el desarrollo de mi trabajo. Pero no fue lo más importante que aprendí allí. A través de los profesores, su experiencia, su cercanía y su implicación aprendí cuáles son los valores y los principios que deben guiar mi trabajo. Me enseñaron a trabajar en equipo, como tratar a los compañeros, a las familias, a los alumnos, me transmitieron la conciencia y responsabilidad del trabajo bien hecho, la importancia de poner el corazón en todo lo que haga. En definitiva, me enseñaron, y en muchas ocasiones a través de su ejemplo, que la educación trasciende a todas las dimensiones del ser humano.
¿A qué te refieres?
Que a través de la educación llegas al corazón de las personas, tienes la oportunidad de cuidar, acompañar y ayudar a que esos corazones desarrollen su máximo potencial. Que esto es un privilegio del que hay que ser conscientes y responsables. Hay una frase muy conocida, de un personaje muy conocido que no es educador ni nada por el estilo pero que resume muy bien a lo que me quiero referir. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Me enseñaron la importancia de estar bien formado y de seguir formándonos, humanamente también, para poder transmitir a los alumnos estos valores.
Pasión por la enseñanza a los más pequeños
Además, de en Kids Garden, ¿dónde más has trabajado y qué hacías?
Al finalizar mis estudios de Infantil y mientras terminaba los de Primaria, trabajé en una academia de inglés en Elche, Sanne´s School. Allí preparaba a grupos de niños tanto de infantil como de primaria para los exámenes Cambridge.
¿Cómo ha sido la experiencia de las prácticas que has realizado durante la carrera?
Mi experiencia en las prácticas durante la carrera fue muy positiva. Al ser periodos largos, me dio tiempo a palpar la realidad de un aula y de un centro educativo. Durante las prácticas fue dónde realmente reafirmé mi vocación. Además, yo elegí hacerlas en dos tipos de centros muy diferentes, público y privado. En dos comunidades autónomas distintas (pues solicité unas prácticas en otra ciudad y el CEU me facilitó el convenio y la realización de estas) y esto me enriqueció mucho. Conocí formas de trabajo muy distintas, metodologías y sistemas muy dispares que me llevaron a conocer realidades distintas y a convencerme de que fuera donde fuese, la educación era mi camino.