Estudió Periodismo en el CEU. Apasionada del cine, se define como una contadora de historias que, en un momento determinado, decidió hacerlo en formato audiovisual. Patty Bonet presentó ayer “¿Lo ves?”, un cortometraje documental escrito y dirigido por ella, que muestra situaciones cotidianas a las que se enfrentan las personas con albinismo.
La alumni, que también padece esta condición genética, reivindica la necesidad de soñar, y de no tener más límites que los que una/o decida ponerse. Con ella conversamos, entre otros, sobre su último trabajo, los medios informativos, la normalización, el cine y el futuro de los comunicadores.
- Financiado por la ONCE, y con el patrocinio de la Fundación Divina Pastora, la Asociación de Ayuda a Personas con Albinismo y CIBERER, “¿Lo ves?” se estrena el próximo 17 de noviembre en el cine Ocine Aqua de Valencia
“¿Lo ves?” habla del albinismo. En concreto, de cómo lo vives tú. ¿Por qué este corto?
Hay poca información acerca de esta condición genética. Los pocos documentales que existen suelen abordar el albinismo en África. Y es comprensible, porque allí la situación es tristemente muy complicada.
¿Pero qué pasa con las personas con albinismo que, como yo, viven en países occidentales? Esa idea me hizo querer rodar algo relacionado con el tema y, en busca de historias, un amigo me dijo que yo podía ser una. Así que empecé a pensar cómo, en muchas ocasiones, incluso mis familiares dudaban de lo que yo veía o dejaba de ver…
Hemos rodado con cámara subjetiva, para que el espectador pueda ponerse en la piel de las personas albinas y ver cómo vemos el mundo
Y es que, aunque se va conociendo más el albinismo, pocos saben que conlleva una elevada discapacidad visual al mismo tiempo que sufrimos de una gran fotofobia.
¿Crees que el corto ayudará a las personas albinas?
Sí. Aunque es verdad que hay muchos tipos de albinismo y grados de deficiencia visual y que este cortometraje muestra solo la mía, creo que muchas personas podrán sentirse identificadas.
El objetivo de este trabajo es que el entorno de personas con esta condición genética y la sociedad en general conozcan cómo nos enfrentamos a nuestro día a día, cómo situaciones que a la mayoría les parecerán cotidianas, a nosotros nos pueden suponer un reto diario.
Convéncenos para verlo.
Seguramente serás una de esas personas afortunadas con un elevado porcentaje de visión, por no decir del 100% prácticamente. Acostumbrada a verlo todo enfocado, a no necesitar ayuda.
Yo tengo claro que, si se quiere, se puede. Los límites se los pone uno mismo
¿Pero cómo sería ver todo el tiempo borroso y saturado de luz? ¿Te atreverías a ir simplemente a hacer la compra? ¿Cómo te sentirías al tener que ir a un restaurante abarrotado de gente en el que no sabes dónde estarán tus amigos?
“¿Lo ves?” está rodado con cámara subjetiva, para que el espectador pueda ponerse en mi piel y en la de otras personas albinas, ver cómo vemos el mundo y hacer que sientas lo que ellas sienten en determinadas situaciones.
Tú vives en Madrid, trabajas (y mucho) y, excepto conducir, llevas una vida “normal”. Pero las barreras siguen ahí…
Claro. Y también en el ámbito profesional.
En una empresa me dijeron que estaban pensando en no seguir contando conmigo porque me acercaba mucho al ordenador, cuando, en realidad, hacía el trabajo como el resto de mis compañeras, y al mismo ritmo.
En el mundo de la interpretación he tenido que oír cosas como “si no ves, no puedes estudiar aquí” o “¿no te puedes operar el movimiento de los ojos? Es que en cámara eso no queda bien”.
Ojalá llegue el día en el que, en una serie, uno de los personajes sea albino porque se trate de una característica más del personaje
Ahora hay quien me pregunta cómo puedo dirigir si nunca podré ver las imágenes enfocadas. Pero para eso está Miguel, mi compañero en esta aventura llamada Flare. Le digo qué planos quiero y cómo los quiero, y él se encarga de que todo esté como tiene que estar en pantalla. Un director tiene más funciones que esa.
Yo tengo claro que, si se quiere, se puede. Los límites se los pone uno mismo. Y, afortunadamente, hay personas que sí apuestan por normalizar lo diferente. Ojalá cada vez sean más.
Viendo tus próximos proyectos, está claro que no te pones muchos límites. Cuéntanos.
(risas) El próximo 17 de noviembre estrenamos “¿Lo ves?” en el cine Ocine Aqua de Valencia. Esperamos que se convierta en una herramienta de ayuda. Lo presentaremos a festivales, estudiaremos su posible venta a alguna televisión y también lo cederemos para que se proyecte en conferencias, congresos, jornadas… que sirvan de concienciación para entender mejor cómo ve una persona con albinismo.
También estamos pendientes de una posible financiación para llevar a cabo un documental que rodaremos en varios países europeos a través de la asociación ALBA para romper mitos del albinismo.
Además, estamos acabando un vídeo corporativo, tenemos dos proyectos audiovisuales en desarrollo y puede que nos atrevamos a producir una obra teatral. ¡Hay que lanzarse!
Además, compagino Flare con mi trabajo de subtituladora de los informativos de Telemadrid para hacer que la información sea accesible para todos, aparte de formar parte del elenco de “Cáscaras vacías”, una obra del Centro Dramático Nacional que se estrenará en octubre…
El cine, los medios… ¿Pueden hacer algo por sensibilizar a la sociedad en torno a la realidad de las personas con albinismo?
Por supuesto. Una solución fantástica sería llegar a una normalización.
Es utópico, pero ojalá llegue el día en el que, en una serie, uno de los personajes sea albino. Y no porque la serie gire en torno al albinismo, sino sólo porque se trate de una característica más del personaje. Pero, para eso, tendrían que poner de su parte guionistas y productores, sobre todo. Y aún hay mucho miedo a no resultar “rentable”.
A los alumnos de Comunicación les aconsejo que sean perseverantes, que se formen y que se equivoquen mucho, porque así es como se aprende
Si alguna vez ha aparecido algún personaje albino, ha sido en el rol de malvado o de ser demoníaco y eso, la verdad, es que tampoco ayuda mucho a normalizar… Y, aun así, prefieren coger a actores morenos y teñirles el pelo, a contar con actores albinos.
Seguimos con tus dos pasiones. Estudiaste Periodismo en el CEU y eres una auténtica cinéfila.
Sí. A la hora de escoger la carrera, dudé entre Periodismo, Comunicación Audiovisual y Arte Dramático…
Muchas veces podemos encontrarnos perdidos en nuestras elecciones. Por ejemplo, en la elección de los estudios, pero no hay que agobiarse. La vida da muchas vueltas y lo mejor de todo es que te sorprende.
En cualquier caso, básicamente siempre me ha gustado contar historias… Hasta ahora las había contado en formato periodístico (en diferentes emisoras de radio, en Canal 9…) y ahora las cuento en audiovisual, porque, además de guionizar, también dirijo. No he dejado de lado el periodismo y la comunicación. Presento eventos de vez en cuando aparte de los subtítulos que te comentaba.
Recuerdo mi paso por el CEU como la etapa más bonita de mi vida
Y eres cofundadora de Flare Producciones.
Sí, cuando se me acabó el contrato en Canal 9, un año antes del ERE, me fui a Madrid. En un curso de interpretación para personas con discapacidad de Globomedia y Atresmedia conocí a Miguel Camino, un gran profesional operador de cámara y director de fotografía, con el que me animé a probar suerte y rodar mi primer cortometraje: “De puntillas”. Fue una experiencia impresionante. Y eso, junto a la buena sintonía que teníamos, hizo que nos lanzáramos a crear esta, de momento, pequeña productora con la que hemos rodado spots para Internet, eventos y dos cortometrajes que estuvieron en la final del Notodofilmfest.
Con esta trayectoria, seguro que tus consejos serán muy útiles para los estudiantes de Periodismo y de Comunicación Audiovisual. ¿Qué les dirías?
Que no se desanimen ni hagan caso a comentarios como “ese mundo es muy cerrado” o “’si no conoces a alguien no tienes nada que hacer” o “de eso no vas a poder vivir”.
Si realmente es lo que les apasiona, que vayan a por ello, que sean perseverantes, que se formen y que hagan todas las prácticas posibles. Que se equivoquen. Mucho. Porque así es como se aprende. ¡Yo aprendo todos los días!
Y que prueben, que no se obsesionen con un puesto en particular… Hace unos años jamás hubiera dicho que trabajaría detrás de las cámaras y ¡mira ahora! Que se dejen sorprender, porque seguro que la vida tiene cosas muy interesantes para ellos.
Pregunta obligada: ¿Cómo ha sido tu paso por el CEU?
Lo recuerdo como la etapa más bonita de mi vida. Al colegio siempre digo que nunca volvería, pero al CEU sin dudarlo. Fue una época de gran enriquecimiento personal, me sentí integrada con los compañeros, y los profesores jamás me pusieron ningún impedimento cuando les pedí ayuda. Además, cuenta con unas instalaciones y con unas equipaciones técnicas que hacen que salgas muy preparado.
Nos estamos extendiendo mucho, pero es difícil no seguir preguntándote. ¿Nos dicen que tu cinefilia te lleva a organizar tu propia ceremonia de los Óscar?
(risas) Sí. Soy una ‘friki’ de los Óscar, los sigo desde bien pequeñita. Para mí es una noche muy especial, mágica. Cada año estreno un vestido de gala que me compro en rebajas y algunos años hago fiesta y vienen todos mis amigos a ver la ceremonia conmigo.
Mi sueño es ir un día a verla en directo y sé que si pagas un dineral puedes, pero ese no es mi objetivo. Si algún día voy, quiero que sea por algo relacionado con mi trabajo. Soy consciente de que es algo utópico, pero es el motor que mueve mi vida. A alguien le oí una vez decir que, si sueñas con llegar a la luna, al menos intentándolo te puedes quedar en las estrellas ¡y eso ya es mucho! Creo que hay que tener sueños y luchar por ellos.
Mi sueño es ir un día a ver la gala de los Óscar en directo por algo relacionado con mi trabajo
¿Cómo ves el panorama del cine en España? ¿Y en la Comunitat?
El panorama español ha ido evolucionando en los últimos años, pero creo que aún es necesario arriesgarse más. Respecto a la Comunidad Valenciana, creo que es una autonomía que tiene grandísimas posibilidades, sobre todo la ciudad de Valencia, pero creo también que están tristemente desaprovechadas.
Cuando fuimos a rodar “¿Lo ves?” necesitábamos alquilar un material técnico y nos costó Dios y ayuda encontrar una casa de alquiler, cuando era algo muy básico. Y, realmente, es una pena. Habría que potenciarla muchísimo más.
Pongamos un final de película. ¿Qué es el cine para ti?
Magia, evasión, felicidad. Me acompaña siempre. Cuando tengo un mal día, mi antídoto es meterme en una sala de cine y dejarme envolver por una historia. Es sólo ver el logo de la productora en cuestión y un escalofrío me recorre todo el cuerpo y ya me encuentro mejor. Y, ahora que lo vivo desde dentro, me gusta fijarme en todo, pero sin olvidarme de esa magia que para mí lo hace tan especial… Sigo llorando cuando hay que llorar o temblando cuando hay que pasar miedo. Es importante no perder eso.