El Dr. Carlos Tornero es el Jefe del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Clínico Universitario de Valencia. Desde hace 40 días, los mismos que llevamos en estado de alarma, dedica 10 horas al día a la gestión del mayor Servicio médico del Hospital Clínico. Diez horas diarias en primera línea frente al Covid-19. Los fines de semana, los festivos, volverán… pero será más adelante.

“No sé cómo, ni cuándo, pero estoy seguro que vamos a salir reforzados. Esta situación nos ha puesto a prueba. Ha testado a las personas, al bueno lo ha hecho mejor y al peor, lo ha empeorado. Nos ha enseñado a apreciar lo que habíamos dejado de apreciar, la gente que es necesaria a diario para que esto funcione”

Conversamos con el Dr. Tornero por teléfono, horas antes de la conferencia online que ha ofrecido a los estudiantes del Grado en Medicina de la Universidad, como experto y director de la Cátedra Integral del Dolor Vithas– CEU.

  • ¿Cómo se están viviendo estos días en el Hospital?
  • Cuando se decretó el estado de alarma a mediados de marzo, desde la Dirección Médica del Hospital Clínico de Valencia se hizo una previsión ante la posibilidad de que viniesen gran cantidad de pacientes afectados. Siguiendo las directrices marcadas por Consellería. Se veía lo que estaba pasando en Italia, y que en Madrid empezaba a despuntar. Se habilitaron muchas zonas del hospital que normalmente no tenían camas. El gimnasio para rehabilitación se ha habilitado también para camas. Ahora mismo hay muchas áreas del Hospital que están totalmente preparadas y equipadas. Ha habido un reacondicionamiento del Hospital para atender a los pacientes afectados. Hubo un pico de casos, hace unas semanas. Pero, ahora mismo, la sensación es de bajada. Ahora, ¿qué va a pasar cuando salga más gente a la calle? No lo sabemos, no se sabe.

  • ¿Cómo ha afectado esta situación a su día a día, en el hospital?
  • El Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor ha sido una de las especialidades más afectadas por esta crisis, junto con Neumología, Urgencias y Medicina Interna. De hecho, hemos hecho planes que han ido cambiando dos y tres veces, ante los diferentes escenarios. Hubo días que lo cambiábamos en el mismo día, dos veces, tres veces. No sabíamos cuántos pacientes iban a venir. No sabíamos si aquí iba a pasar lo mismo que en Madrid. La semana del 7 al 15 de marzo se reorganizó todo, todas las estructuras hospitalarias se reorganizaron, se cerraron todas las consultas externas, se han dejado de operar todos los pacientes programados no urgentes. Ha habido una reestructuración total de todos los servicios y la parte de Anestesia y Tratamiento del Dolor, también. Hemos parado todas las técnicas intervencionistas del Dolor. Ha sido complejo. En estos momentos estamos reiniciando lentamente la actividad. Por responsabilidad no podemos empezar ni muy pronto ni rápidamente. Estamos ante una situación nunca vivida, puede venir un repunte de los casos, y hemos de tenerlo todo preparado para atender de una forma adecuada a toda la población.
  • Todos los días escuchamos las cifras diarias, los muertos, los nuevos contagios, es tremendo, ¿Cómo se vive esto en primera línea?
  • Lo vivimos mal. Como comentaba un compañero de Madrid, sus padres tienen ochenta y pico años, han vivido la guerra civil, la posguerra, han pasado lo peor, para que justamente ahora se los lleve un virus. Por desgracia, nos hemos acostumbrado a que puedes morir de un cáncer, de un infarto, pero ¿por un virus? Teóricamente, estábamos preparados. Lo que más cuesta, es cuando hablas en primera persona. Y cuando has visto cómo una hija se despide de su madre en urgencias, con síntomas respiratorios, la ingresan en el hospital el día 16 de marzo y al cabo de unos días, el día 23 fallece sola, sin familiares que la acompañen. Esa sensación que queda en el familiar que ha perdido a su ser querido es realmente duro. Esto va a ser muy difícil de superar, porque no, no nos lo esperábamos. Eso es lo que realmente cuesta. Todos los profesionales sanitarios, médicos, enfermeras, auxiliares, celadores… estamos acostumbrados a vivir con la enfermedad. Es lo que hacemos a diario. Un periodista está acostumbrado a vivir con la noticia, nosotros con la enfermedad y la salud. Pero estas situaciones, son realmente difíciles. Compañeros nuestros que han fallecido, es duro.
  • Y cuando acaba la jornada, ¿cómo es el regreso a casa?
  • Tienes miedo a contagiar a los tuyos, a tus hijos, a tu pareja. Pero a la vez tienes la gratificación de haber hecho algo para lo que tú te has preparado, salvar vidas. No somos héroes. Si has decidido ser médico, ser sanitario, es para atender a los enfermos. Cuando vuelves a casa, muchos compañeros quieren seguir trabajando. Muchos compañeros que estaban jubilados han pedido reincorporarse a la vida laboral, porque lo que quieren es ayudar en época de crisis y están muy bien formados y con años de experiencia.
  • ¿Qué lecciones vamos a llevarnos de esta situación?
  • Habrá que hacer una reflexión. No podemos utilizar los recursos hospitalarios como lo hacíamos hasta ahora. En el Clínico, ahora mismo en Urgencias hemos pasado de quinientas urgencias diarias a menos de 100. ¿Dónde están los 400 pacientes que no han venido? Pues muchos venían al hospital cuando no les tocaba venir. Ahora la gente tiene miedo a venir al hospital, pero la gente no se está muriendo en casa sin venir al hospital. Cuando estás grave es cuando tienes que venir a urgencias hospitalarias y si no, avisas a tu médico de cabecera que es el eje de atención sanitaria para el paciente. Los recursos sanitarios no son infinitos. Tendremos que dar más valor a la Sanidad. También tendremos que cambiar en medicina, por ejemplo, en las consultas de tratamiento del dolor. No pueden o no podrán venir tantos pacientes a la consulta. Tendremos que hacer más atención telemática por vía telefónica o por vídeo llamada

«Hay que reorganizar todos los recursos para que realmente si vuelve otra pandemia, que volverá, que lo tengamos todo preparado»

Las previsiones hechas a posteriori, cuando ya ha pasado la crisis, son muy fáciles de realizar. Y lo vemos a diario con las personas que dicen qué se debería de haber hecho cuando ya hemos visto lo que ha pasado. Lo difícil es hacer previsiones a futuro ¿Cómo estaremos el 8 de junio? ¿Cuántos pacientes tendremos en el Hospital? En cuanto se encuentre una vacuna eficaz no habrá ningún problema para tener a toda la población cubierta. Lo que sí que tenemos que hacer es cambiar algunas rutinas sociales. Cambiaremos nuestra forma de relacionarnos, cambiaremos algunas cosas…. durante unos meses. Sin embargo al ser latinos, pronto nos acostumbraremos y volveremos de nuevo a lo de antes, eso lo tengo clarísimo. Por ejemplo, en la sociedad sueca, al hospital acude el enfermo y no acude el familiar. Llaman por teléfono al familiar una vez al día y les informan cómo está el paciente sin necesidad de desplazarse al hospital. Un ejemplo claro de España es la Unidad del Dolor, por cada paciente, acuden dos, tres y hasta cuatro familiares. Todo esto lo tendremos que cambiar y adaptarnos.

  • Es parte de nuestro estilo de vida, nuestra forma de relacionarnos….
  • Sí, pero tendremos que cambiar, en otros países están acostumbrados. Nos tendremos que dejar de abrazar y saludar tan enérgicamente. Tendremos que mantener un poco más la distancia social. Yo creo que sí, que esta pandemia nos va a cambiar y esperemos que nos cambie para bien, que aprendamos lo que se puede aprender de esto y es que hay que tener más cuidado.
  • Este fin de semana han empezado los niños a salir a la calle, ¿qué recomendaciones se podría dar a las familias?
  • No hagamos locuras. A los niños pequeños no podemos decirles que lleven mascarillas porque seguramente se tocarán mas la cara que si no la llevasen. Si estás solo en la calle, el virus no cae del cielo, es por transmisión entre personas. Y, después, mucho cuidado con lo que se toca, porque el virus sí se queda en las superficies. Es decir, si vas al supermercado y coges el carro de la compra, puede haber virus. Hay que tener cuidado y lavarse las manos mucho, utilizar gel hidroalcohólico. Por ahora, nada de parques infantiles. Ojo con los guantes, nos dan una falsa sensación de protección. Hay que lavarse las manos. Estas medidas se verán en unos días, si hay o no repunte de casos.
  • Y otros grupos sociales, ¿las personas mayores?
  • En las Unidades del Dolor, la mayoría son pacientes ancianos. El estar confinados, el estar solos, pues muchos viven solos, hace que tengan más dolor. Si encima no se pueden mover ni hacer ejercicio, pues esas articulaciones están más rígidas. Estas personas ancianas tienen la misma necesidad de salir y de moverse que cualquier otro. Y, sobre todo, necesitan del contacto social. Pero las personas mayores deberán esperar un poco más para salir porque son muy vulnerables, las posibilidades de contagio son importantes.

“Tenemos que mejorar estos sistemas de atención no presencial a los pacientes”

  • ¿Cómo se está trabajando con los pacientes de la Unidad del Dolor del Hospital Clínico?
  • Por telemedicina. Hemos llamado a todos los pacientes que tenían prevista una visita para conocer su estado de salud, la evolución de su patología y para valorar si requerían o no cambios de medicación, ajuste de medicación o continuidad de la medicación. Solo saber que estamos pendientes de ellos, mejora su situación y les da tranquilidad. Tendremos que mejorar mucho los sistemas de atención no presencial a pacientes.
  • ¿Qué consejos se están dando a los pacientes para llevar mejor el confinamiento?
  • Tienen que seguir su medicación habitual. Hacer tablas de ejercicios. Evitar automedicarse para evitar medicaciones erróneas. Si necesitan analgésicos suplementarios, mejor paracetamol. Y ante cualquier cambio, avisar al médico de familia. Salvo que haya una urgencia vital y entonces es mejor acudir a Urgencias.
  • Estos días de confinamiento todos nos “escuchamos” más, tenemos más nervios, más molestias… ¿qué podemos hacer?
  • Es importante tener unas rutinas. Porque podemos tener una sensación de no haber hecho nada. Por salud mental, hay que mantener una rutina e intentar hacer cosas para las que nunca teníamos tiempo: leer más, escuchar música, cocinar…cosas que resultan gratificantes. Hemos de hacer ejercicio físico,hay muchos tutoriales en internet. Y la conexión por vídeo llamada con familiares y seres queridos, es fundamental. Y sobre todo no estar permanentemente siguiendo las noticias del COVID que realmente generan ansiedad y alarma social. En las salidas autorizadas a la calle, respetar las normas para evitar nuevos contagios. Yo les diría: “prefiero que seas sensato, y ya te aplaudo yo a ti”. Hay que valorar que las personas que salen a trabajar durante esta pandemia, lo hacen para que el país pueda seguir funcionando. Hay muchos profesionales, no sólo los sanitarios, en primera línea.

«Esta pandemia nos ha enseñado a apreciar lo que habíamos dejado de apreciar, la gente que es necesaria a diario para que todo funcione»

Muchas gracias Doctor Tornero por su labor y su compromiso con las personas!

Dr. Tornero: “Los pacientes con dolor crónico pueden ser más susceptibles al Covid-19”

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