A través del seguimiento en oficinas de farmacia, su equipo ha demostrado que dormir más de 8 horas es un signo de alerta para la detección del deterioro cognitivo en mayores de 65 años
La vicedecana del Grado en Farmacia de la CEU-UCH Lucrecia Moreno Royo ha recibido el Premio Especial a la Mejor Comunicación presentada en el VI Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios (SEFAC), celebrado en Málaga, del 22 al 24 de mayo. El estudio premiado, realizado junto a otros cuatro investigadores del ámbito de la farmacia comunitaria, concluye que dormir más de ocho horas y la falta de hábitos de estimulación cognitiva, como la lectura, favorecen la aparición del deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años.
La profesora Lucrecia Moreno es la investigadora principal del Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica y Uso racional del medicamento de la CEU-UCH. El equipo que ha presentado la comunicación premiada en el último Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios ha estado integrado por María Teresa Climent y Ana María Vilaplana, miembros de Farmacéuticos Comunitarios de la Comunidad Valenciana; y por los investigadores Vicente Colomer, farmacéutico comunitario, y Cristina Ballesteros, doctora en Ciencias Químicas y Máster en ensayos clínicos.
Segunda fase del estudio
En el estudio, titulado “Horas de sueño y riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años no institucionalizadas. Estudio en farmacia comunitaria”, este grupo de investigadores detectó síntomas de deterioro cognitivo en un 12% de los casos analizados en distintas farmacias comunitarias de la Comunidad Valenciana. En total, participaron voluntariamente en la investigación 245 pacientes mayores de 65 años.
Actualmente, este equipo ha iniciado una segunda fase del trabajo, para el diseño de un programa de intervención sanitaria encaminado a mejorar la función cognitiva y los estilos de vida relacionados con el deterioro cognitivo en estos pacientes. El 42% de ellos está ya participando en un programa de educación sanitaria para favorecer el entrenamiento cognitivo, la práctica de ejercicio y la educación en la higiene del sueño, claves para la prevención de la demencia en la ancianidad.
