- El estudio, realizado sobre un grupo de deportistas, ha demostrado una cicatrización más rápida de la zona de la que se toma el injerto y menor dolor en los primeros meses de recuperación tras la intervención
- La investigación de Roberto Seijas ha sido dirigida por el profesor de la CEU-UCH Iván Serra y los doctores Ramón Cugat y Montserrat García Balletbó, de la Fundación García Cugat de Barcelona
Las roturas de ligamento cruzado anterior de rodilla tienen una alta frecuencia en jóvenes deportistas. Su tratamiento es habitualmente quirúrgico y requiere la reconstrucción del ligamento con un injerto. Uno de estos injertos, la plastia hueso tendón hueso de rotuliano de la misma rodilla, confiere gran estabilidad a la zona tratada, pero también genera problemas de cicatrización y dolor en la zona dadora, en la cara anterior de la rodilla. El investigador Roberto Seijas Vázquez, bajo la dirección de doctores de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia y la Fundación García Cugat de Barcelona, ha demostrado que la aplicación de plasma rico en factores de crecimiento mejora ambas complicaciones postquirúrgicas, que sufre un porcentaje importante de los pacientes intervenidos con esta técnica.
La investigación, cuyos resultados constituyen la tesis doctoral de Roberto Seijas, defendida este lunes en la CEU-UCH, ha consistido en un estudio clínico prospectivo con deportistas que han sufrido una rotura de ligamento cruzado anterior. A un grupo de estos pacientes operados se les ha aplicado plasma rico en factores de crecimiento autólogo (PRGF) en la zona de donde se toma el injerto y a otro grupo, no. En ambos se ha valorado y comparado la velocidad de cicatrización de la zona donante y el dolor de esta zona en el postquirúrgico, además de otras variables secundarias.
El estudio ha permitido demostrar que el grupo con plasma rico en factores de crecimiento presenta una regeneración de los tejidos tendinosos de la zona dadora del injerto rotuliano más precoz que el grupo de control, mostrando diferencias especialmente significativas en el cuarto mes de seguimiento. Además se ha registrado una disminución del dolor durante los primeros cuatro meses de la recuperación, con diferencias importantes respecto al grupo de control, confirmando la eficacia de dicho tratamiento en el injerto rotuliano, una técnica que ha demostrado ser muy estable y que es, por ello, la más empleada en deportistas en activo.
Aplicación en deportistas y población general
Según apunta el investigador de la CEU-UCH Roberto Seijas, “al demostrar que el uso de plasma rico en factores de crecimiento acelera los procesos de maduración tanto del propio injerto usado como ligamento cruzado anterior, como de la zona dadora, y que además disminuye el dolor en dicha zona, el paso siguiente es aplicar esta terapia en ambas regiones, para acelerar los periodos de recuperación”.
El doctor Seijas añade: “La disminución de los síntomas dolorosos y la mejoría funcional que ha demostrado esta investigación, puede favorecer el mayor uso del injerto rotuliano para la población general, porque estas molestias son precisamente el principal problema que presenta el uso de este tipo de injerto”. En el caso de deportistas de elite, “se podrían adelantar las fases de rehabilitación, facilitando una reincorporación más rápida en pacientes con altas exigencias deportivas, como futbolistas, tenistas, esquiadores o jugadores de baloncesto, deportes que requieren más movimientos de rotación de la rodilla”.
Colaboración de la CEU-UCH con la Fundación García Cugat
La tesis de Roberto Séijas Vázquez, defendida esta semana en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, lleva por título “Estudio de la evaluación de la cicatrización en ligamentoplastia de cruzado anterior de rodilla. Maduración de la plastia de ligamento cruzado anterior y zona dadora, tras la aplicación de plasma rico en factores de crecimiento, con ligamento rotuliano de hueso-tendón-hueso”. Dirigida por los doctores Claudio Iván Serra Aguado, profesor de Veterinaria de la CEU-UCH, y Ramón Cugat Bertomeu y Montserrat García Balletbó, de la Fundación García Cugat, la tesis ha merecido la máxima calificación académica por parte del tribunal. Parte de los resultados de este trabajo han sido ya presentados en distintos congresos nacionales e internacionales y forman parte de las líneas de colaboración en terapias regenerativas establecidas entre la Universidad CEU Cardenal Herrera y la Fundación García Cugat.
Esta Fundación, creada en 2007 por un grupo de médicos, veterinarios e investigadores de Barcelona y Valencia, lleva el nombre del cirujano ortopeda y traumatólogo José García Cugat, fundador de la Asociación Española de Artroscopia. Los investigadores de esta Fundación trabajan en diversos proyectos pioneros en terapias regenerativas aplicando plasma rico en factores de crecimiento. Además de en esta investigación, la Fundación García Cugat y la Universidad CEU Cardenal Herrera colaboran también en otros proyectos en áreas como la reparación del cartílago nativo en pacientes con osteoartrosis o la regeneración de la piel en lesiones cutáneas, aplicando este tipo de plasma.