Estudiantes de Magisterio desarrollan métodos digitales y Montessori para enseñar lectoescritura en los centros educativos de Jesuitinas y Ferrández Cruz

Los estudiantes de segundo año del Grado de Educación Infantil de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche han emprendido un ambicioso proyecto que redefine la enseñanza de la lectoescritura. Coordinados por la profesora Mónica Belda Torrijos, este grupo de futuros educadores ha implementado una serie de innovaciones pedagógicas en los colegios Jesuitinas y Ferrández Cruz, transformando las aulas de Educación Infantil en espacios interactivos y dinámicos de aprendizaje.

“La lectoescritura, reconocida como una de las competencias clave en la educación temprana, forma la base sobre la que se asientan otras áreas del conocimiento”, asegura Belda. Por ello, la enseñanza eficaz de esta habilidad requiere que los niños adquieran y dominen ciertos prerrequisitos esenciales que faciliten una transición suave hacia habilidades más avanzadas de lectura y escritura. Ante esta necesidad, los estudiantes del CEU han diseñado recursos didácticos que no solo cumplen con estos requisitos, “sino que también captan el interés y la imaginación de los niños, utilizando métodos que incorporan tanto la tradición como la innovación tecnológica”.

Innovación a través de libros interactivos

Utilizando plataformas avanzadas como Genially, Educaplay y Canva, los estudiantes crearon libros de letras digitales que incorporan actividades interactivas centradas en los fonemas y habilidades prelectoras. Estos libros permiten a los niños interactuar con el contenido a través de elementos visuales y auditivos, facilitando un aprendizaje más atractivo y efectivo. «Estos recursos permiten que los niños no solo aprendan de forma pasiva, sino que se conviertan en participantes activos en su proceso educativo«, señala la profesora Belda. El proyecto adoptó el aprendizaje cooperativo como su enfoque central, promoviendo la interacción y colaboración entre los estudiantes. A lo largo del desarrollo del proyecto, los futuros educadores revisaron y aplicaron conceptos teóricos importantes, que luego transformaron en actividades prácticas. «Cada grupo utilizó una aplicación digital para estructurar su libro de letras, lo que permitió una gran flexibilidad y creatividad en el diseño de las actividades», comenta uno de los estudiantes.

Aplicación y retroalimentación en las aulas

Una vez finalizados, los libros interactivos fueron implementados en los colegios Jesuitinas y Ferrández Cruz, donde los estudiantes de CEU pudieron observar directamente la respuesta de los niños. Las actividades diseñadas abarcaron aspectos como la percepción sensorial, la coordinación motora fina y el desarrollo del lenguaje oral. Los niños participaron en ejercicios que incluyeron desde el trazado de letras con plastilina hasta juegos de palabras y canciones, facilitando de manera integral la adquisición de habilidades de lectura y escritura.

“Los resultados de esta iniciativa han sido extremadamente positivos”, apunta Belda. “Los niños mostraron una receptividad y progresos significativos en su comprensión de los conceptos básicos de lectoescritura”. Los educadores y los estudiantes de CEU involucrados en el proyecto expresaron una gran satisfacción al ver el impacto directo de su trabajo. «La retroalimentación que recibimos fue esencial para ajustar y mejorar continuamente nuestros materiales, asegurando su relevancia y efectividad», explica otro estudiante.

Tanto la docente como los futuros maestros señalaron que el proyecto no solo ha enriquecido la formación de los estudiantes de Magisterio del CEU, sino que también ha demostrado la efectividad de combinar métodos tradicionales y digitales en la enseñanza. «Estamos preparando a nuestros estudiantes para ser pioneros en la educación del futuro, capaces de integrar nuevas tecnologías y metodologías en sus prácticas docentes», concluye la profesora Belda.

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