Profesoras de fisioterapia del CEU de Elche advierten de las alteraciones en la salud de los pacientes tras haber contraído el virus

La incidencia del coronavirus en la salud física y mental de la población es objeto de estudio y análisis por parte de diferentes profesionales. Las secuelas de esta enfermedad afecta en diferentes ámbitos y ha transformado la calidad de vida de las personas, de todas las edades. Así, los fisioterapeutas empiezan a alertar sobre las consecuencias del COVID en el suelo pélvico. Lumbalgias, incontinencias urinarias, alteración del ciclo menstrual o, sencillamente, dolor pélvico. Cristina Orts y Cristina Salar, codirectoras del Título de Experto en Reeducación del Suelo Pélvico, alertan ante este escenario y ofrecen algunas recomendaciones a los afectados.

“Cuando la pandemia nos cogió por sorpresa, los fisioterapeutas poníamos el acento en el cuidado respiratorio, volver a recuperar las capacidades motrices, después del covid. Sin embargo, los que trabajamos con el suelo pélvico empezamos a observar que algunos de nuestros pacientes post covid llegaba con sintomatología de suelo pélvico. El motivo principal es la tos persistente, a lo que se añade que existe un debilitamiento muscular”, reconoce Cristina Orts. En consecuencia, admite esta experta, en los últimos meses, “estamos tratando muchas de esas consecuencias: lumbalgias, incontinencias urinarias, o sencillamente dolor pélvico”.

Y es que, con el coronavirus, advierten, además de problemas respiratorios graves, también se dan periodos prolongados de inactividad, por lo que la musculatura se ha visto afectada. “Ciertamente, existe una estrecha relación entre la musculatura respiratoria y la musculatura del suelo pélvico, ya que el buen funcionamiento del patrón respiratorio favorece que nuestro suelo pélvico tenga mejor biomecánica. Sin embargo, el hecho de que este patrón respiratorio se vea alterado va a conducir a que la musculatura del suelo pélvico se vea sometida a hiperpresiones. E, incluso, a un desuso por bloqueos diafragmáticos que van a favorecer la debilidad de nuestro suelo pélvico”, señala Orts.

Alteraciones en la zona pélvica

Con todo esto, la vicedecana de Fisioterapia en el CEU de Elche reconoce que al romper ese patrón respiratorio, “que en un paciente con covid y también poscovid está alterado”, se incrementan las presiones a nivel abdominal. “Es decir, la musculatura que está en la zona respiratoria y abdominal aumenta su tono y se altera toda esta función lógica de la zona pélvica. Como resultado, acaba trayendo consecuencias como las descritas”. Y, destaca que muchas veces el paciente no era capaz de relacionar que, como consecuencia del covid, estaban empezando a desarrollar algunas de las patologías del suelo pélvico.

De hecho, destaca la vicedecana de Fisioterapia del CEU en Elche, la falta de fuerza de la musculatura es uno de los factores predisponentes a desarrollar patologías en la esfera ginecológica, urológica, coloproctología y/o sexual. “Evidentemente, esta probabilidad se agrava en aquellos pacientes en los que previamente había una debilidad de dicha musculatura. También, en aquellos en los que coexisten factores de riesgo como la obesidad, tabaquismo, deportes de alta intensidad (agravados por el impacto) etc.”.

De igual forma, Cristina Salar, destaca que “uno de los datos más llamativos, es que el COVID también está afectando en procesos como la menstruación”. Un reciente estudio de la Universidad de Extremadura concluye que entre el 45 y el 50% de las mujeres han sufrido algún tipo de alteración en su ciclo menstrual. Tanto tras haber pasado el covid-19 como después de haber recibido el pinchazo. De hecho, el 49% de las mujeres reporta alteraciones en la duración, sangrado y sintomatología. Y alrededor del 44,8% asegura que los cambios se mantienen hasta el día de hoy.

Otras consecuencias del COVID en el suelo pélvico

A partir de este escenario, la cuestión es ¿cómo podemos darnos cuenta de que se haya quedado afectado el suelo pélvico? ¿Y qué se puede hacer? Para Cristina Orts, lo primero es detectar si hay síntomas, esto es fundamental. “Los pacientes, cuando recurren a nosotros, es porque tienen una incontinencia urinaria. Pero también hay lumbalgias, dolores de rodilla que muchas veces es por esa inestabilidad pélvica, que lo que está haciendo es que se estén introduciendo compensaciones a distancia. Es decir, o bien hacia caudal, hacia inferior, como en las alteraciones de rodilla o de tobillo, o bien hacia la zona lumbar, que es una zona bastante común de afectación”. Estas son otras de las consecuencias del COVID en el suelo pélvico.

Por ello, esta experta recomienda que, en caso de tener síntomas, lo más recomendable es acudir a un fisioterapeuta especializado en el área de suelo pélvico que valore, el tono, la postura, el patrón respiratorio… “Y, por supuesto, que nos empiece a enseñar ejercicios, y pautas para el día a día.  Además de consultar al especialista para evitar otra causa asociada, Cristina Salar advierte que es importante mantener los niveles nutricionales y hormonales de forma adecuada. “E integrar el trabajo y entrenamiento de suelo pélvico para devolver la integridad y función a los órganos responsables de la menstruación y salud vaginal”.

Consejos, recomendaciones y sugerencias

  • Como pautas generales, siempre trabajar una respiración profunda, respiraciones diafragmáticas, que permitan llenar mucho el abdomen y que ese diafragma, que en muchos de esos pacientes está bloqueado, empiece a desbloquearse. Porque el movimiento es vida. Y lo que intentamos es que con ese movimiento diafragmático se mueva también el suelo pélvico.
  • Por supuesto, evitar algunos hábitos que no son nada favorables para nuestro suelo pélvico como son el alcohol, tabaco, el exceso de cítricos. También, algunos alimentos muy picantes que alteran la función urinaria.
  • Igualmente, es necesario integrar el trabajo activo de esta musculatura en nuestras rutinas diarias, intentando minimizar el daño que podemos hacer sobre la misma por desconocimiento
  • Asimismo, evitar utilizar dispositivos de entrenamiento como bolas chinas, conos, etc, sin que se haya valorado previamente el estado de la musculatura. Y es que, en ocasiones, con este tipo de medidas estamos agravando situaciones de debilidad de nuestra musculatura
Artículo anteriorLa CEU UCH, elegida sede del próximo congreso internacional de ‘virtual exchange’
Artículo siguienteEl CEU y el Colegio de Publicitarios y Relaciones Públicas, juntos por la empleabilidad