La profesora de la CEU UCH María Miranda ha colaborado recientemente con investigadoras de las Universidades estadounidenses de Augusta, Texas y Arizona y con dos universidades alemanas en dos estudios sobre retinosis pigmentaria, una enfermedad rara y degenerativa que causa pérdida de visión hasta la ceguera
El glutatión es un potente antioxidante que puede frenar el proceso de estrés oxidativo que sufren los fotorreceptores de la retina en los casos de retinosis pigmentaria, una enfermedad rara degenerativa que afecta a la visión. Controlar el estrés oxidativo que influye en la progresión de esta enfermedad y en la progresiva pérdida de visión hasta la ceguera, es el objetivo del equipo investigador que lidera la profesora María Miranda Sanz en la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH). Recientemente, la profesora Miranda ha colaborado con dos investigadoras de universidades estadounidenses con las que acaba de publicar el diseño del primer modelo matemático capaz de predecir los niveles en la retina del glutatión, antioxidante identificado como diana terapéutica clave para frenar el deterioro de la retina en la retinosis pigmentaria y, con ello, el avance en la pérdida de visión.
Su colaboración con las investigadoras Atanaska Dobreva, de la Augusta University, y Erika Tatiana Camacho, que trabaja en la University of Texas y en la Arizona State University, en Estados Unidos, ha consistido en realizar mediciones experimentales de glutatión en el modelo de ratón rd1 que se emplea en retinosis pigmentaria, y compararlos con ratones de control, para calibrar y validar el modelo matemático de predicción de niveles de glutatión diseñado.
Los resultados, publicados en Scientific Reports, del grupo editorial Nature, confirman que la estimulación de la síntesis de glutatión podría ser una estrategia de intervención potencial en enfermedades de retina degenerativas, para el desarrollo de tratamientos que permitan frenar la pérdida de visión que causa la enfermedad, tal y como habían detectado en estudios previos los investigadores del grupo “Estrategias terapéuticas en patologías oculares”, que lidera en la CEU UCH la profesora María Miranda.
Con investigadores alemanes
Miranda ha colaborado también recientemente con investigadores de las universidades alemandas de Leipzig y Tübingen y de la Universidad Bahcesehir de Estambul, en el estudio de la fisiopatología de las células gliales de Müller en relación con la degeneración de los fotorreceptores retinianos, con el objetivo de encontrar nuevas vías terapéuticas. Sus resultados muestran que la inhibición de la entrada de calcio operada por depósitos (SOCE, por sus siglas en inglés) y su componente principal, el canal Orai1, en estas células gliales protege a los fotorreceptores de la degeneración, por lo que podrían constituir dos nuevas dianas para el desarrollo de futuros tratamientos para la retinosis pigmentaria. En esta investigación, publicada en la revista internacional Glia, ha participado también el investigador de la CEU UCH Antolín Cantó.
Por la relevancia de su actividad investigadora en una enfermedad rara como la retinosis pigmentaria, la profesora de la CEU UCH María Miranda ha sido una de las seis ponentes invitadas a la VIII Jornada Nacional de Investigadoras en Enfermedades Raras, organizadas por la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana. Estas Jornadas, celebradas ayer lunes en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) fueron inauguradas por el Conseller Marciano Gómez.
Equipo investigador en la CEU UCH
Con un equipo de investigadores del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH, la doctora María Miranda ha publicado también en Biomolecules un estudio sobre secuencias de alteraciones en los procesos de inflamación y autofagia en el inicio de la retinosis pigmentaria, empleando también el modelo de ratón rd1. En este trabajo, han demostrado alteraciones en la microglía y la macroautofagia en las primeras etapas de la retinosis, cuando los bastones están muriendo. Y cuando casi ya no hay bastones y los conos están muriendo, se encuentran en las retinas alteraciones en la autofagia mediada por chaperonas (CMA), unas proteínas que ayudan a prevenir la formación de estructuras incorrectas o agregados de proteínas.
Según estos resultados, sería razonable concluir que los procesos de inflamación y macroautofagia podrían ser alternativas para el tratamiento en las etapas iniciales de la retinosis pigmentaria. En esta fase, los conos, que son principalmente responsables de la visión humana, aún no se han degenerado, lo que permite una calidad de vida muy alta para los pacientes si la degeneración retiniana puede detenerse o ralentizarse en esta fase. Por otro lado, la CMA constituiría un posible objetivo terapéutico más adelante, cuando los conos estén degenerando. En esta investigación han participado junto a María Miranda los profesores e investigadores en formación del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH Teresa Olivar, Francisco Bosch, Inmaculada Almansa, Roberto Gimeno, Antolín Cantó, Ángel Fernández Carbonell y Javier Martínez González.