Celia Soriano Abad, alumna de segundo curso de Educación Infantil y Primaria, disfruta de una beca Merit, que le permite desarrollar su espíritu colaborativo

Celia Soriano Abad, atendiendo a otros alumnos en las jornadas de bienvenida

¿Qué tienen en común estudiantes de Fisioterapia y de Magisterio? ¿Qué les une para compartir el fin común, no solo de aprender y formarse, sino de ayudar a los demás mientras cursan sus estudios? La iniciativa de becas CEU Merit responde a estas cuestiones desde hace unos años. Además, van acompañadas de un incentivo y una motivación. Y es que estas ayudas a estudiantes con un expediente superior a la media y un perfil solidario e internacional suponen la gratuidad total de la carrera o descuentos del 65% del coste. Celia Soriano Abad, alumna de segundo curso de Educación Infantil y Primaria, ya lleva dos años disfrutando de esta iniciativa, con la que puede desarrollar una de sus motivaciones: ayudar a los demás.

“Tengo la Beca Merit desde que entré en la Universidad y me parece muy beneficioso para nosotros como alumnos. Nos da la oportunidad para que mucha más gente pueda estudiar en el CEU”, asegura esta futura maestra, que disfruta del trato y contacto con los niños y niñas. Mientras tanto, en su vida universitaria, Celia aprovecha cualquier oportunidad para colaborar con los demás. De hecho, profesores y personal del CEU de Elche destacan su espíritu emprendedor y sus ganas de “echar una mano” en cualquier momento.

Unas becas esenciales en su futuro

Y es que, con esta iniciativa, los alumnos colaboran, siempre fuera de su tiempo de estudio, en tareas de organización y gestión de la vida universitaria. Además, con una filosofía basada en el aprendizaje en competencias transversales, claves en su futuro laboral. “Opino que las colaboraciones nos forman en la interacción social y, por supuesto, el trato al público. Dado que la mayoría de ellas las realizamos de cara al alumnado. Por otro lado, conocemos a gente de nuestra propia carrera o de otras que nos pueden ayudar en nuestra formación”, apunta con una sonrisa permanente. 

No obstante, Celia, al igual que otros de los estudiantes que disfrutan de estas becas, señala algunas dificultades de esta iniciativa. Entre ellas, que algunas actividades se realizan en horario lectivo, “por lo que muchos de nosotros no podemos participar”. “Además”, asegura con cierta pena, “debido a diferentes circunstancias personales, a veces no se pueden cumplir con las horas de colaboración”. Y aunque reclama que haya más actividades para colaborar “todos los beneficiarios estamos muy agradecidos de poder contar con ella”. 

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