• Maite Pinedo, profesora de Enfermería del CEU de Elche, reflexiona sobre el papel de estos profesionales de la Salud ante el envejecimiento de la población y alerta de las amenazas y retos a los que se enfrenta la profesión de Enfermería en este siglo XXI, con la intención de poner una mirada a ese “reconocimiento social” solicitado reiteradamente por todos y todas, y que parece que las autoridades sanitarias no quieren ver. Este artículo ha sido publicado en el Monográfico Especial de Enfermería Geriátrica, de la revista Geriatricarea.

El progresivo envejecimiento de la población española, el aumento de la esperanza de vida, el aumento de la dependencia y la cronicidad, y el abandono de hábitos de vida saludables pone de manifiesto la necesidad de cambiar el modelo sanitario del CURAR al del CUIDAR, adoptando una nueva perspectiva sanitaria que ha de estar encabezada por profesionales de enfermería.

El modelo de asistencia biopsicosocial parte de problemas de salud individuales, problemas grupales y problemas comunitarios, incorporando cuestiones humanas, sociales, ambientales y culturales que influyen también en el proceso salud-enfermedad, y no solo se limita a variables biológicas.

 

Enfermeras en el Hospital General de Elche

La campaña denominada Nursing Now desarrollada en 2020 a nivel mundial tenía el objetivo inicial de contribuir al empoderamiento de la profesión enfermera y a la mejora de la calidad de los cuidados de la población. La OMS propone a la enfermería como los profesionales del futuro. Considera necesario superar el paradigma y modelo de atención biomédica que enfrenta graves dificultades para responder a las necesidades futuras de la población e iniciar los pasos hacia una reforma del modelo sanitario.

Desde este organismo se ha expresado que las enfermeras se encuentran en el corazón de la mayoría de los equipos sanitarios, al ser profesionales cercanos a la comunidad desempeñan un papel especial en el desarrollo de nuevos modelos de cuidados comunitarios y ellas sostienen los esfuerzos realizados a escala local para promover la salud y prevenir la enfermedad.

Por consiguiente, deberíamos tener en cuenta que la atención a personas mayores en residencias geriátricas, en centros de día, en ayuda a domicilio, así como en teleasistencia y atención comunitaria, debería ser liderada por el Ministerio de Sanidad, siendo dotadas de servicios asistenciales, de suficiente personal de enfermería; principalmente porque las personas mayores tienen necesidades de cuidados y no únicamente problemáticas sociales.

El valor que añade la profesión de enfermería es su relación con las personas, algo relacionado con el calor humano, con tocar a la persona, explicarle lo que se le está haciendo, y responder a sus dudas y preocupaciones (es decir darle apoyo emocional)

En este momento, cada Comunidad Autónoma ha regulado de forma diferente los requisitos que debe reunir el personal que trabaja en una residencia geriátrica, pero es una cuestión que tendría que ser analizada en profundidad. Es más, la figura del cuidador familiar actual presentará una disminución en los años venideros, debido a la reducción del tamaño de las familias, el incremento de la movilidad geográfica y el aumento de la proporción de mujeres que ingresan en el mercado laboral.

Si ponemos nuestra mirada en otros países, por ejemplo, Finlandia, las autoridades finlandesas son muy conscientes de que en un futuro el costo del cuidado de la creciente población que se acerca a la tercera y cuarta edad representará un desafío económico significativo. Es urgente hallar nuevas formas de ofrecer a las personas mayores, que viven en sus casas, atención sanitaria online y también a domicilio, uniéndolo a la creación de otros servicios que permitan a los mayores permanecer en el hogar mientras sea posible. Las experiencias de alojamiento de personas mayores junto con estudiantes también han demostrado ser de gran utilidad y permite que los mayores se mantengan activos, tanto para los jóvenes como para los ancianos es una fuente de aprendizaje (Programa de Convivencia Intergeneracional).

Alumnos de Enfermería del CEU, durante unas prácticas de EPI

Cada vez vamos a tener más pacientes que requieren de más cuidados, y se pretende potenciar la autonomía de los pacientes, aportar herramientas y recursos que fomenten el autocuidado, conseguir un afrontamiento efectivo de situaciones de enfermedad, así como la prevención de complicaciones; en definitiva, prevenir la dependencia y favorecer la calidad de vida y en esto la enfermería desempeña un papel clave con la educación, por ejemplo, la cual imparte para conseguir que el paciente entienda su enfermedad y su impacto.

El valor que añade la profesión de enfermería es su relación con las personas, algo relacionado con el calor humano, con tocar a la persona, explicarle lo que se le está haciendo, y responder a sus dudas y preocupaciones (es decir darle apoyo emocional). Partimos de la premisa de que Enfermería, como disciplina científica, está dentro del campo de las Ciencias de la Salud, es una profesión sanitaria con una práctica clínica basada en la evidencia, deontología profesional y capacidad diagnóstica; y los principales beneficiarios de este nuevo paradigma profesional son los propios ciudadanos.

En la actualidad, la atención a los problemas de salud todavía se basa en un modelo conceptual concreto con el que se ha organizado toda la vida la asistencia sanitaria a la población, pero resulta que el escenario que existía hasta ahora ha cambiado, se ha transformado debido al constante aumento de la población adulta mayor, y el cambio en sus necesidades y demandas ha ocasionado que sea necesaria una intervención profesional que permita abordar a la persona mayor en todos sus aspectos bio-psico-sociales.

España está sufriendo un proceso de envejecimiento demográfico mucho más rápido que en otros países de la Unión Europea, la tasa de dependencia aumentará en los próximos años, y se necesitarán recursos humanos que planifiquen los cuidados. Es preciso que la administración sanitaria no sólo efectúe la oportuna adaptación organizativa, sino que se hace necesario divulgar que la enfermería tiene el gran reto de cuidar y enseñar a la gente a que se cuide.

En las residencias la problemática laboral no solo afecta a las enfermeras, sino a todo un conjunto de profesionales que cubren las necesidades de estas personas: fisioterapeutas, trabajadoras sociales, educadoras, psicólogas, así como personal de servicios generales (cocina, limpieza, lavandería, mantenimiento). Sería bueno investigar nuevas formas de gestión de las residencias de ancianos, que sean dirigidas por personal cualificado en prestar cuidados. Tal y como afirma la Organización Mundial de la Salud: «La falta de profesionales de la salud en muchos países significa que se requieren nuevos planteamientos, y las fronteras tradicionales de los roles podrían ser un obstáculo”.

En este momento, la figura más similar a la enfermera de práctica avanzada (EPA) sería la enfermera gestora de casos (EGC), la cual sí está integrada en el mapa de recursos sanitarios de la atención primaria. La figura de la enfermera gestora de casos es un valor en alza si se tiene en cuenta el cambio de paradigma que debe realizar el Sistema Nacional de Salud. Esta enfermera sí recibe formación específica para el puesto y se encarga de valorar, planificar, aplicar, coordinar, monitorizar y evaluar opciones y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de salud de una persona que tiene un perfil de complejidad crónico (alto grado de dependencia).

La labor que los profesionales sanitarios realizan en otros entornos no sanitarios como enfermería escolar, salud laboral, enfermería de instalaciones deportivas, enfermería militar, enfermería en instituciones penitenciarias, entre otros muchos ejemplos, resultan imprescindibles y son perfiles con necesidades sanitarias específicas a potenciar con las correspondientes especialidades.

Se podría decir que existe una serie de cambios pendientes de implantar todavía, porque son demasiados años para seguir manteniendo concepciones erróneas y anticuadas relacionadas con la profesión. La problemática socio-sanitaria en España es una cuestión de gran magnitud, pero no resuelta.

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