Yarina Serban estrena «Mi Querida Alucinación», un cortometraje que explora la mente y la resiliencia

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Informa Gonzalo Escrig / Imágenes: Zhanzhi Chen

El Hub de la Facultad de Comunicación se llenó de arte y emociones esta semana con la presentación del cortometraje Mi querida alucinación, el último trabajo de la alumna de la CEU UCH y cineasta Yarina Serbán. Este evento, organizado por Fearless O’clock Studios, contó con la presencia de un selecto grupo de alumnos invitados y del profesor Santiago Maestro, quien no dudó en mostrar su apoyo a la directora y a su equipo.

El encuentro se inició de manera relajada con un pequeño picoteo que incluyó las tradicionales palomitas dulces y saladas, mientras los asistentes disfrutaban de una charla distendida. Un ambiente, marcado por la expectativa, que dio paso a la proyección de una obra que, desde el primer minuto, sumergió al público en un relato complejo y emocional.

Una historia entre la realidad y la mente

Rodada íntegramente en Rumanía, Mi querida alucinación cuenta la historia de Lucas, un joven atrapado en los límites difusos de su propia mente. Tras un trágico accidente automovilístico que acabó con la vida de sus padres y, aparentemente, de su hermana, Lucas enfrenta la esquizofrenia y su creciente incapacidad para distinguir lo real de lo imaginado.

La trama se enriquece con la presencia de «Champán», una alucinación que parece encarnar a su hermana perdida. Esta figura, que oscila entre ser una inspiración y un tormento, se convierte en el centro del viaje emocional del protagonista. Un camino cargado de traumas, vínculos rotos y la búsqueda de una verdad, posiblemente, insoportable. Las cartas que Lucas escribe a sus alucinaciones revelan su fragilidad, sus anhelos y la lucha por encontrar sentido en un mundo desdibujado. Un guion, una historia cargada de simbolismo y sensibilidad que aborda la salud mental, la percepción de la realidad y la resiliencia humana.

Un equipo comprometido

El cortometraje cuenta con un elenco liderado por la propia Yarina Serbán, acompañada por Alejandro Sahuquillo, también estudiante de la Facultad, y el actor Sergio Villanueva. Durante la presentación, la directora confesó que dirigir y protagonizar simultáneamente el cortometraje fue un reto: «No recomiendo a nadie dirigir y actuar al mismo tiempo si no ama ambos roles profundamente», comentó entre risas.

Serbán también compartió detalles detrás de las cámaras. Una de sus experiencias favoritas fue rodar junto a una pitón, una escena clave en la narrativa del filme. Un recurso que fue posible gracias al apoyo de los productores Eugen Mateu Lumezianu y Ana Ciobanu. Sin embargo, no todo fue sencillo. La cineasta destacó las dificultades de gestionar el equipo técnico mientras debía cambiarse entre múltiples vestidos para las distintas escenas. «Es un desafío mantener la concentración cuando tienes que estar al tanto de todos los detalles técnicos y, al mismo tiempo, estar lista para actuar en cada plano,» admitió. La proyección con cluyó con un público entregado roto en aplausos que mostró su entusiasmo y aprecio por el trabajo de Serbán y su equipo.