Informa Gonzalo Escrig / Imágenes: CEU UCH
La reciente DANA que ha azotado la Comunidad Valenciana ha dejado un escenario de destrucción que exige la colaboración de voluntarios en las labores de limpieza y asistencia. Sin embargo, el apoyo altruista también requiere conciencia y preparación para evitar riesgos para la salud. Consciente de esta necesidad, la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) ha lanzado la campaña “La prevención salva vidas”, con el objetivo de educar y proteger a quienes prestan su ayuda en esta crisis.
Y es que aunque la voluntad de ayudar es admirable, ciertas personas deben abstenerse de participar en estas actividades para proteger su salud. Esto incluye a aquellos con afecciones respiratorias o sistemas inmunodeprimidos, así como niños, niñas y mujeres embarazadas, quienes podrían enfrentarse a mayores riesgos al exponerse a condiciones adversas.
Medidas de protección
Para quienes estén en condiciones de participar es esencial seguir un protocolo estricto de protección. El contacto directo de la piel, heridas y mucosas con agua estancada o barro puede representar un peligro ya que pueden contener sustancias químicas y biológicas peligrosas. Por ello, se recomienda el uso de equipo de protección personal, que incluye:
- Guantes y botas impermeables de suela dura.
- Mascarillas FFP2 y gafas de protección.
- Ropa de manga larga y pantalones largos.
Asimismo, al trabajar en zonas inundadas, los voluntarios deben prestar atención a objetos sumergidos que podrían ser cortantes o representar otros peligros. También es vital evitar áreas resbaladizas y peligrosas, como alcantarillas destapadas o donde haya cables eléctricos caídos. El contacto con las baterías de los vehículos es otro riesgo, ya que podrían liberar ácido y causar quemaduras.
Las mascotas también deben protegerse de la exposición al agua estancada para prevenir la propagación de enfermedades, y se debe mantener un entorno seguro y libre de sustancias que puedan atraerlas.
Higiene y desinfección
La ventilación de las viviendas y el desecho de objetos que no puedan secarse o desinfectarse son pasos clave para evitar la acumulación de moho y otros patógenos. Además, es indispensable consumir solo agua embotellada o hervida y mantener una estricta higiene de manos. La ropa utilizada en estas labores debe ser lavada de inmediato con agua caliente (a más de 60 °C) y detergente.
Ante una herida, se debe lavar con agua y jabón, aplicar desinfectante y revisar el estado de vacunación, priorizando la vacuna del tétanos. Y en caso de encontrar cadáveres de animales o personas es crucial no tocarlos y reportar de inmediato a las autoridades competentes. Para prevenir accidentes graves, la electricidad y el gas deben ser desconectados antes de comenzar las labores de limpieza, y se recomienda usar una solución de agua y lejía para desinfectar superficies.
El monitoreo de la salud de los voluntarios es esencial. Ante la aparición de síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal, fiebre persistente, dificultades respiratorias, o cualquier señal de infección en heridas, se debe acudir a un centro de salud de inmediato.
Este esfuerzo por parte de la CEU UCH se ve complementado por la labor de SWICEU, un equipo dirigido por la catedrática de Microbiología, Teresa Pérez Gracia. Este grupo ha creado infografías con las medidas de prevención detalladas, que serán distribuidas en las comunidades afectadas por más de 500 estudiantes voluntarios. La campaña “La prevención salva vidas” no solo resalta la importancia de ayudar, sino también de hacerlo de manera segura. Con estas recomendaciones, la CEU UCH busca proteger a los voluntarios y garantizar que la recuperación se lleve a cabo de forma efectiva y sin poner en riesgo la salud de quienes se suman a estas labores solidarias.