Doblete de Ferrari en Estados Unidos y Verstappen gana a Norris dentro y fuera de pista

0
83

Un análisis de Javier Cuñat / Imágenes: @F1

Un mes desde el GP de Singapur. Un mes desde que vimos a McLaren propinar una ventaja de más de 20 segundos sobre Verstappen, dándole de su propia medicina. Un mes desde que el mejor equipo de la parrilla se alzó como el más que probable campeón de constructores. Sí, todo ello fue en septiembre, pero, en octubre, mes en el que se celebra el día de todos los Santos, McLaren ha visto cómo su color papaya ahora es el de las calabazas, porque es lo que Ferrari les ha dado en este Gran Premio de los Estados Unidos.

Otro fin de semana con el invento de las Sprints, y parece ser que la única que mereció la pena fue la de este sábado, pues Carlos Sainz dio un auténtico recital de como dominar un monoplaza de Formula 1 aunque no consiguiera la victoria. El madrileño sabía que este fin de semana podía ser suyo tras ese segundo puesto en aquella carrera a 21 vueltas y posteriormente un tercer puesto en la clasificación.

Una potentísima salida entre Norris y Verstappen propició que ambos se fueran largos en la primera curva, provocando que Leclerc y Sainz trazaran por el interior para intentar hacerse con las dos primeras posiciones. Es extraño, pues ese mismo error lo cometieron Leclerc y Verstappen en la carrera Sprint y Norris fue el que se aprovechó cruzando por la línea interior. O el de McLaren no estudia las salidas o su memoria no es su punto fuerte.

Verstappen consiguió colocarse por delante de Sainz, y Leclerc supo que tenía que meter tierra de por medio porque llevaba el caballito ganador y el Red Bull ya no embiste igual de fuerte como antes. Todo no podía ser perfecto, pues en el momento que Carlos Sainz tenía todo a su favor para adelantar al holandés su Ferrari dejó de emitir la misma potencia que de costumbre. Desde el habitáculo el #55 reportó un olor muy fuerte a gasolina, posiblemente porque su unidad de potencia podría estar quemando más gasolina de la necesaria.

La lucha entre antiguos compañeros en Toro Rosso por aquel 2015 se hizo esperar. De hecho, ni siquiera ocurrió. Tras una parada temprana de Sainz consiguió recortar tiempo al tricampeón del mundo hasta el punto de que, una vez Verstappen paró en boxes, le fue imposible recuperar una segunda posición que hasta la última vuelta fue propiedad de Carlos Sainz.

Mientras Charles Leclerc iba a su royo y con la faena a medio hacer McLaren dio un golpe encima de la mesa en cuanto a ritmo se refiere, el suficiente para que Lando Norris se acercase a Verstappen. Llegó, y la realidad muestra que Norris no es material de campeón del mundo por muy bueno que sea. Con la poca agresividad que muestra la realidad es que el sueño por ser campeón del mundo se esfuma carrera tras carrera.

Norris quiso cocinárselo a fuego lento. No quería adelantar a Max Verstappen a primeras de cambio y jugándose la integridad de su monoplaza. Error. En esta situación que sí o sí decide un podio, y sobre todo, recortar puntos a Verstappen, no se pueden dejar los deberes para después, nunca. Luego pasa lo que pasa.

La recta de más de un kilómetro del Circuito de las Américas fue testigo de la maniobra que dejó en evidencia a Norris, pero también a Verstappen. Norris se mantiene en la aspiración de Verstappen para adelantarle una vez su DRS se abriera. Verstappen defiende la posición colocándose a la izquierda. Norris consigue ponerse por delante en un momento dado, pero, el piloto de Red Bull es un diablo, sabe más por viejo. El vigente campeón se tira a por todo con tal de defender la posición teniendo que salirse fuera de pista una vez pasado el vértice de la curva. El aspirante al título mantiene el paralelo, saliendo también fuera de pista. Norris consigue hacerse con la posición adelantando por fuera de unos límites de pista que también superó Verstappen, esa es la clave.

Ante las quejas de Verstappen alegando que fue adelantado ilegalmente y la réplica de Norris expresando que ambos estuvieron fuera de pista, pero además que estuvo por delante antes del vértice, parece que el juicio sería a favor del británico. Repito, el diablo sabe más por viejo que por diablo, y Verstappen sabía que tenía todas las de ganar.

Como dicta la obsoleta, infame e incoherente normativa de la FIA, ganar ventaja por fuera de los límites de pista se paga con 5 segundos de sanción. Norris pagó el pato de no haber sido más ambicioso. Incluso de no haber sido más agresivo con un piloto que lleva dominando con guante de hierro una categoría con falta de aspirantes pese a la igualdad y diversidad de victorias que ha habido este año.

Leclerc consigue su tercera victoria de la temporada, antes lo hizo en Mónaco y Monza, dos circuitos donde siempre quiere ganar un piloto, y más si es de Ferrari. Sainz regresa al podio, y sabiendo que su aventura en Ferrari se terminará en diciembre, hay que celebrar este tipo de resultados, pues nunca sabes cuándo será el último. Verstappen continúa liderando, además de seguir sacando ventaja sobre Norris, que se encontró un coche ganador y al parecer le vino grande pensar que podría ganar el título con él.