Monseñor Benavent llega a la diócesis de Valencia: “Les meues primeres paraules són d´agraïment perque és un gest de confiança del Senyor”

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Redacción Rotativo / Imágenes: Alberto Sáiz

El Arzobispo electo de Valencia, monseñor Enrique Benavent,  ha llegado esta mañana, procedente de la diócesis de Tortosa, a la población de Benavites donde ha recibido una “emotiva y calurosa” acogida en esta primera parada en tierras valencianas, y donde ha dirigido también sus primeras palabras a la Archidiócesis: “Les meues primeres paraules son d´agraïment al Senyor perque m’ha confiat esta missió nova. Per a mi la gran alegria és poder servir, treballar en la vinya del Senyor”, ha expresado en valenciano.

“Tota la meua vida no he fet una altra cosa: primer en parròquies de la diòcesi de València, en el Seminari, en la Facultat de Teologia, com a bisbe auxiliar i nou anys i mig com a bisbe de Tortosa i ara en aquesta nova missió, la primera paraula és de gratitud perquè és un gest de confiança del Senyor”, ha asegurado. Igualmente, ha agradecido la presencia de todos los que han acudido a esta primera parroquia, de Benavites y de otros pueblos, donde le han recibido con abrazos, aplausos e infinitas muestras de cariño, en el momento de entrar en la Archidiócesis.

“En este momento quiero también tener presente a todas las parroquias de la diócesis. Cuando he orado ante el Señor -hace unos minutos- he tenido presente a las 652 parroquias que tenemos en nuestra diócesis, parroquias muy diversas, de ciudad, de pueblos pequeños, una diócesis extensa desde el Rincón de Ademuz, pasando por La Hoya de Bunyol, Requena, Ayora, Cofrentes, La Canal de Navarrés, desde el Camp de Morvedre hasta La Marina. Son muchas parroquias y eso significa muchos lugares en los que se vive la fe y se anuncia el Evangelio, donde hay comunidades cristianas que celebran la Eucaristía, en las que el Señor está presente en medio de nuestros pueblos. Y he pedido por todos ellos, por todas las comunidades y realidades eclesiales que hay en nuestra diócesis”.

Monseñor Benavent ha expresado que “estoy convencido de que sabemos que estamos en un momento en que no es fácil el anuncio del Evangelio”, pero durante los 18 años que ha sido obispo, y después de haber realizado “tantas visitas pastorales, he visto mucha fe vivida en los pueblos, en las familias, a veces da la impresión de que no se ve, pero en realidad hay mucha vida cristiana”. Por eso, “cuando vemos la fe vivida que hay en nuestros pueblos y ciudades tenemos que animarnos y seguir anunciando el Evangelio con esperanza. Tenemos que confiar en el Señor y en la compañía de la Santísima Virgen María que no nos abandona”.

“Torne a casa pero de manera molt diferent: mai he estat en esta casa, en esta diòcesi, com a Arquebisbe, estos últims anys venia a esta casa, al meu poble, a descansar. Ara torne a casa amb un sentir de responsabilidad gran. La responsabilitat del Bisbe és conduir el poble de Déu cap al Regne de Déu, és la nostra missió, per això torne a casa amb alegria però també amb temor perquè d´alguna manera veig que la responsabilitat és tan gran que és més gran que les meues forces”.

“Us demane que continueu pregant per mi. Pregar pel Bisbe i per la seua missió és un acte d´amor a l´Esglèsia”

Asimismo, el Arzobispo electo ha agradecido a todas aquellas personas que han rezado por él desde que se hizo público su nombramiento. “Us demane que continueu pregant per mi. La Mare del Senyor que en terres valencianes venerem com Mare de Déu dels Desamparats, és la que em dóna confiança i la pregaria de tantes comunitats cristianes és per a mi una font de consol. Pregar per les persones és un acte d’amor. Quan a una persona l´estimem, preguem per ella. Per tant, pregar pel Bisbe i per la seua missió és un acte d´amor a l´Esglesia. Que el Senyor ens acompanye perquè el camí el fem tots junts i que la seua Mare no ens abandone”.

Monseñor Benavent ha entrado en la archidiócesis de Valencia por carretera y en Benavites ha sido recibido por los obispos auxilares, monseñores Javier Salinas, Arturo Ros y Vicente Juan; el vicario general de la archidiócesis, Vicente Fontestad, acompañado de los vicarios episcopales; el Consejo episcopal; la comisión de acogida; los alcaldes de Benavites y Faura y autoridades civiles; el Consejo de Pastoral Parroquial; feligreses de Benavites y sacerdotes del arciprestazgo. 

Tras un momento de oración ante el Santísimo, en la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, de Benavites, monseñor Benavent ha oficiado una celebración de la Palabra. El Arzobispo electo ha entrado con el solideo de color púrpura, correspondiente a los obispos y arzobispos. En esta ocasión ha querido reemplazarlo por el de color rojo que llevan los Obispos de Tortosa por una prerrogativa de Adriano de Utrech, elegido Papa con el nombre de Adriano VI que, siendo obispo de esta diócesis, concedió al obispo de Tortosa el privilegio de llevar el solideo rojo propio de los Cardenales.

En su recorrido previo hacia la parroquia de Benavites, el Arzobispo electo ha realizado una parada en la calle donde nació en 1866 José Vila Martínez, que fue Obispo de Gerona desde el 14 de diciembre de 1925 hasta su muerte el 1 de septiembre de 1932, canónigo doctoral de la Catedral de Valencia nombrado el 8 de mayo de 1901 y que recibió su formación en el Seminario Mayor de Valencia. Su familia ha saludado al Arzobispo electo en la puerta del domicilio y le han explicado la historia.

Lema del nuevo Arzobispo:  “Con amor y con palabras de verdad”

En esta primera acogida, el vicario episcopal ha asegurado que, a partir de ahora, “nos ponemos a su disposición, escuchándole y trabajando, codo a codo, para afrontar juntos los desafíos de la hora presente y, como el lema que marca su Episcopado, «con amor y con palabras de verdad’, es decir, con el Evangelio en la mano y en el corazón, para llenarnos y llenar de vida y esperanza a nuestros hermanos, niños y jóvenes, matrimonios y familias, ancianos, enfermos y a los más desfavorecidos de nuestra sociedad”. 

“Sea para nosotros hombre de oración, confíe en el Señor, encuentre en Él la fortaleza y su confianza, y llévenos cada día ante Dios”, ha pedido Bardisa, añadiendo: “Sea hombre de anuncio, proclame el Evangelio y trabaje para los demás proponiéndonos siempre a Jesús, crucificado y resucitado; sea hombre de Comunión y, como buen pastor, reúna. Obispo para sus fieles, cristiano con sus fieles. Nosotros estamos con usted”.

Finalmente, el vicario episcopal ha deseado “que la Mare de Déu, Mare dels Desamparats, l’acompanye sempre, que senta la protecció dels nostres grans testimonis de la fe, sant Vicent Màrtir i sant Vicent Ferrer, sant Tomàs de Villanueva i sant Joan de Ribera i que l’animen aquells hòmens i dones que l’han precedit i que, amb el seu testimoniatge, ens han ajudat al llarg dels segles a ser millors cristians”.

Después de la acogida y la celebración de la Palabra, monseñor Benavent ha rezado en la parroquia de Benavites junto con los feligreses, les ha dirigido unas primeras palabras y ha compartido un tiempo con ellos. Desde Benavites, monseñor Benavent se ha desplazado hasta el monasterio de El Puig para orar ante la Virgen de El Puig y visitar la tumba del padre Jofré (Valencia, 1350- 1417), religioso mercedario fundador del primer hospital psiquiátrico del mundo e iniciador de la devoción a la Virgen de los Desamparados, que se encuentra actualmente en proceso de canonización.