Originalidad en la sección de cortos del Cinema Jove con El baño de las chicas, Llueven ranas y Las ostras

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Opinión Francisco Javier Alfonso Álvaro / Imagen: Cinema Jove

La 37ª edición del festival de Cinema Jove de Valencia ha constatado la numerosa participación de jóvenes promesas del mundo del audiovisual que han decidido ponerse detrás de la cámara en este año para contarnos las historias más inimaginables, crudas, críticas y divertidas que se nos pudiera ocurrir. Así se ha podido constatar en la sección de cortometrajes del Cinema Jove.

Una de las historias más interesantes que se ha podido ver en el ciclo valenciano ha sido el cortometraje El baño de las chicas, impactante desde la primera escena, en el cual la cámara adquiere el punto de vista de un tampón en el baño de una discoteca. Una idea original que permite al espectador conocer las tres historias que ocurren en dicha discoteca.

A lo largo de la historia el espectador podrá ver la falsedad de dos amigas que creen que su tercera “amiga” no les está escuchando, dos chicas que quieren llevar su relación a otro nivel, y el enfado entre dos hermanas cuando sale un secreto a la luz. Historias que terminan en una buena noche de fiesta entre amigas, compartiendo el rímel y apoyándose las unas con las otras.

Otro de los cortometrajes que más ha destacado en el Cinema Jove de este año ha sido, sin duda, Llueven ranas, donde, con un estilo surrealista y diferentes técnicas de animación e imágenes petrificantes, el espectador observa cómo una cucaracha entra por el ojo de una mujer en un rostro sin ojos ni boca o la figura de una persona derritiéndose. Un festival de imágenes que parecen sacadas del subconsciente.

Junto a estos dos cortometrajes, Las ostras también ha alternado en su narrativa las risas con la tensión, tal y como se pudo constatar en el visionado del mismo. Una historia que narra el reencuentro de unas amigas, después de muchos años sin verse, para dar una fiesta en la que las sorpresas estarán al orden del día. Un cortometraje con un buen ritmo de narración y momentos de suspense que dejaron a todo el mundo con el corazón en un puño.

Finalmente, mencionar al margen merece el cortometraje español Harta que abordó la violencia de género y La habitación de los padres un curioso y grotesco corto musical en el que hasta los pájaros cantan en una muestra palpable de que si algo no ha faltado en la edición del Cinema Jove ha sido el ingenio y la diversidad.