Informa María del Mar Benlloch / Imagen: Editorial Planeta-Luis Malibran
El tenor y escritor granadino José Manuel Zapata, un apasionado de la música desde que tiene uso de razón, comenzó cantando en el patio de luces en Granada junto a su abuela, hasta que consiguió entrar en el coro y empezar sus estudios de música. Desde entonces no se ha bajado de un escenario, en los últimos años ha organizado espectáculos y ahora ha debutado en el mundo editorial de la mano de Planeta con su primer libro, ‘Música para la vida’, un repaso biográfico que no dejará indiferente a nadie que lo descubra.
¿Cuál es la banda sonora de su vida?
Mi banda sonora es inmensa. Empezó con Carlos Gardel, luego le siguieron los Panchos, después llegó Perales, Julio Iglesias, Serrat, Sabina y Rossini. Si tu ves mi playlist de Spotify hay música de todo tipo, porque considero que la música es muy miscelánea, pero siempre intento buscar una música que fomente la emoción.
¿Por qué cree que la música es la única de las artes, que nos acompaña siempre? ¿Se puede convertir la música en un servicio para la sociedad?
La música es un servicio para la sociedad, en ocasiones me pregunto qué hubiera ocurrido en los meses de confinamiento si no hubiera habido música en las películas, en las series, sin la cultura en general. La música nos calma, nos da alegría, consigue potenciar las emociones.
¿Cómo cree que ha afectado la pandemia a la industria musical?
Nos ha dado un golpe seco e inesperado para todos. Hay que sobrevivir a esto y sobre todo volver a estar con el público, que es nuestra razón de ser. Nosotros vivimos y trabajamos para que la gente nos quiera, nos vea en los teatros, y hacerles de alguna manera reír y soñar.
En algunas entrevistas que ha realizado, califica la música como buena o mala. ¿Qué es para José Manuel Zapata la música buena y qué es para usted música mala?
Si vienen mañana los extraterrestres a la tierra y se encuentran con un disco de Maluma dirían que es una música decente, pero si luego descubren un disco de Johann Sebastian Bach, matarían con un rayo láser a Maluma. Hay cosas que son indiscutiblemente buenas como la música que hace Bach, pero la mala ya va en función de los gustos y de lo que la gente quiera sentir con ella. Lo que es verdad es que hay música para cada momento.
¿Cree que las plataformas digitales acabarán con las tiendas de música tradicionales?
Las tiendas de música tradicionales al final van a morir, un ejemplo lo encontramos en los grandes almacenes, que tienen como objetivo ganar dinero, pero han reducido al máximo sus espacios de música, el CD al final está muerto. El vinilo aún parece que se venda por el toque romántico que tiene, pero el formato digital es el presente y el futuro.
Cuando hablamos de música clásica o de ópera se suele relacionar con un público adulto. ¿Cómo se podría enfocar hacia el público más joven?
El que no llegue a los jóvenes es culpa nuestra, porque la gente que nos dedicamos a esto no nos hemos puesto a pensar ni un segundo como llegar a los jóvenes, y al final es una tarea pendiente que tenemos. Somos conscientes de que los jóvenes cuando escucháis algo bueno sabéis reconocerlo.
¿Qué función tiene un profesor en la carrera de un músico? ¿Cree qué en las escuelas está bien enfocada la música hacia los jóvenes?
Los profesores al final nos cambian la vida, encontrar a un profesor que te meta el virus de la música dentro es fundamental. En la escuela a la música no se le da el valor que realmente se merece, y es un grave error que comete nuestra sociedad. Pero la base está en la educación y ahí como sociedad estamos cometiendo un grave error.
En los últimos años además de cantar ha puesto en marcha espectáculos. ¿Qué le llevó a poner en marcha estos nuevos proyectos?
El deseo de comunicar cosas, llegar a un público más amplio y emocionar a la gente a través del humor y de la música, porque el humor tiene un papel troncal en la vida. Cuando mezclas la música con el humor sale una transmisión de conocimientos y de emociones increíble. Al final en los espectáculos lo que hacemos no son versiones, sino el respeto de una gran música tocada por el mayor instrumento que existe, que es la orquesta sinfónica.
¿Cómo surgió la idea de escribir su primer libro, ‘Música para la vida’?
Surge a raíz de que un amigo me incitara a escribir algo más largo que relatos cortos o secciones de radio, que es lo que yo escribo normalmente. Al principio me costó asimilar la idea de escribir un libro, pero al final entre los dos conseguimos sacar a la luz ‘Música para la vida’, y la verdad es que ha sido una experiencia increíble, aunque cuando vuelcas lo que sientes y lo que no sientes en papeles es muy catártico.
Después de organizar espectáculos y escribir un libro, ¿cuál es el sueño de Zapata Tenor?
Tengo dos sueños, uno sería tener un late night en televisión, para hablar de música, y hacer cosas con la música mezclándolo con el humor. El otro sueño sería hacer un gran espectáculo, lo mismo que hace AC/DC, pero con música de Beethoven y de otros artistas, y hacer un gran show.
Para finalizar, ¿qué le diría José Manuel Zapata a aquellos jóvenes que se quieren dedicar a la música, pero no se ven con fuerzas para hacerlo o no tienen el apoyo suficiente?
La vida es muy larga y si a ellos les brillan los ojos con la música, que no se lo piensen, que persigan sus sueños, que toquen instrumentos y que canten, aunque sea lo último que hagan.
