Adolescentes y consumo de alcohol, una relación tóxica

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Adrián Martínez / 4ª Periodismo

En el mes de noviembre se dio a conocer el caso de la niña fallecida en San Martín de la Vega, Madrid, a causa de un coma etílico. Esta trágica noticia no hubiese generado tantos comentarios sino fuese por la edad de la joven, 12 años. La menor se bebió junto con otros cuatro adolescentes una botella de ron y otra de vodka sin ningún tipo de mezcla, únicamente alcohol. Después de varias horas bebiendo, se desmayó. Fue trasladada al hospital por sus amigos, pero nada pudieron hacer por salvarle la vida y falleció a causa de un coma etílico.

Este suceso ha generado multitud de debates sobre la venta de alcohol a los jóvenes así como de su consumo desmedido. El 14 de diciembre, el Partido Nacionalista Vasco presentó una moción para combatir el consumo de alcohol entre los jóvenes, a lo que el resto de los grupos políticos se  mostraron a favor. No se pretende subir la edad mínima para consumir alcohol que fija la ley en 18, sino que se tomarán medidas para retrasar lo máximo posible el inicio en el que los menores comienzan a ingerir bebidas alcohólicas. El pleno del Congreso también se mostró a favor de limitar la publicidad de alcohol en los distintos medios de comunicación para así tratar de limitar los estímulos externos. Unos días antes ya se abordó el tema en el Congreso de los Diputados, «Queremos progresar con paso firme y decidido en el objetivo común de consumo cero entre los menores», afirmó Dolors Monserrat, ministra de Sanidad.

Actualmente, la edad en la que comienzan los menores de edad a consumir alcohol está fijada entre los 13 y los 14 años, algo que evidentemente dista notablemente de la mayoría de edad. La barrera de la edad no supone ningún impedimento para los adolescentes españoles, que fácilmente son capaces de conseguir la bebida a través de algún adulto.

Héctor, de 20 años, confiesa que empezó a beber con 16. “La primera vez que me bebí un cubata fue después de una cena de clase, porque salimos de fiesta”, apunta. Preguntado por su opinión sobre la edad a la que actualmente comienzan a embriagarse los adolescentes sostiene que se están saltando etapas de sus vidas y que el cuerpo no es capaz de tolerar el alcohol de la misma forma que con 19 o 20 años. “Yo con 13 o 14 años todavía jugaba con muñecos y no sabía lo que era el alcohol”, sentencia.

 

Una de las causas de la temprana edad en la que se comienza a consumir alcohol es la incapacidad para divertirse sin entrar en estado de embriaguez. La falta de otros estímulos que generen felicidad o diversión lleva a utilizar el alcohol como medio para ser, por unas horas, una persona más sociable y menos tímida, más extrovertida en definitiva.