Patricia Moreno, una joven con ganas de crecer en su profesión. Estudió Periodismo y Publicidad en la Cardenal Herrera CEU, tras su paso por EL ROTATIVO y Radio CEU, da el salto a la revista Telva.
Pregunta. ¿Cómo es su historia con la revista Telva?
Respuesta. Hice prácticas en la revista Tendencias VLC durante un año mientras estudiaba. Allí trabajé mano a mano con Maite Sebastiá, que por entonces era la directora de la publicación. Casualmente a Maite la conocí en unas conferencias de marketing de moda que organizaba el CEU. Al tiempo a Maite le ofrecieron el puesto de redactora jefe de moda de TELVA y aceptó. Me invitó a unirme a su equipo en Madrid. Me pedí una beca Séneca para estudiar cuarto curso allí y me la dieron. Empecé como colaboradora de redacción en una época bastante difícil para nuestra profesión pero, finalmente, a los tres años me ofrecieron contrato. Y aquí estoy.
P. Estudió en el CEU, ¿Cómo ha sido de relevante esta formación en su carrera profesional?
R. Sobre todo destaco la oportunidad que me brindaron de hacer prácticas desde primero en Radio Ceu y El Rotativo. Muy pronto fui consciente de cómo funciona un medio más allá de lo teórico, pude salir a la calle, moverme, conocer gente. Mucha de ella me ha servido para conectar los puntos que me han llevado hasta donde estoy. Gracias a estos dos medios di mis primeros pasos en la moda con entrevistas a Lorenzo Caprile, Elisa Palomino, Josep Lozano, Alex Vidal, Juan Vidal, Maite Sebastiá. De ellos, tres han sido luego mis jefes. En cuanto supieron que lo que me gustaba era la moda, tanto Marta (El Rotativo) como Cristina (Radio CEU) me apoyaron e incentivaron. Les estoy muy agradecida.
También estudié Publicidad y RRPP, carrera en al que aprendí el valor de la marca, del branding, de la comunicación publicitaria, la estrategia. Todo esto me ha ayudado a tener una postura analítica en la industria de la moda, donde ahora tengo «el foco».
P. ¿Qué destacaría de su carrera como periodista?
R. Por una parte, que si tienes clara tu meta es más fácil focalizar y empezar a andar, aunque luego el camino se hace solo, pero es necesario tener una dirección. Mi objetivo era ser periodista de moda y al empezar la carrera pensaba que primero la acabaría y luego empezaría mi camino estudiando algún máster especializado. Entonces me di cuenta que no era necesario, y que en Valencia había pequeños agentes que me podrían ayudar a iniciarme en la profesión (la revista Tendencias VLC, Valencia Fashion Week, Fashionalistas, donde colaboré varias veces…). Es verdad que precisamente en esta profesión las oportunidades se han reducido a una elite que es o se puede permitir vivir en Madrid sin nada seguro, apostando con trabajo duro sin muchas garantías. Por ello creo que el mejor camino es empezar a moverse con lo que uno tiene cerca, haciendo cada vez más grande el alcance y la zona de confort, y creyendo en la teoría de los puntos de Steve Jobs.
P. Ha entrevistado a personalidades como Paco León y Dolce & Gabbana le nombró por un artículo suyo enTelva…
R. Conocer a gente interesante u obtener un reconocimiento por supuesto que es gratificante. Aunque las entrevistas que más me han calado son a personalidades tan insiders de la moda que para la mayoría de la gente no tiene mucha relevancia. Pero esas personas, la «sabia de la moda» Iris Apfel y la modelo Karlie Kloss, me transmitieron un cariño y cercanía que deja huella. Sobre todo cuando te plantas frente a ellas tan jovencita, pues hay gente poco inteligente y profesional que no te toma en serio. Ellas fueron encantadoras, como Amber Valletta, la top de los 90 a la que entrevisté hace unos meses y no me pudo dejar mejor recuerdo.
También me gustó entrevistar al actor Jordi Mollá por una acción solidaria que había hecho con Bulgari. Me mandaron a entrevistarlo en agosto en Sotogrande a 25 grados después de comer. Eso, sumado a que no le gusta en exceso la prensa, no jugaba a mi favor. Salió todo tan natural que podríamos haber seguido hablando horas y horas si no fuera porque tenía que coger el Ave. Al acabar me dijo: «Muy buena entrevista». Me quedé helada.
P. ¿De qué manera se forma para poder realizar los artículos tan completos?
R. Internet e Instagram, son mis mayores fuentes de información, pero también me gusta mucho hablar con mis amigos. La mayoría de ellos saben detrás de qué artículos estoy y me gusta conocer sus puntos de vista para enriquecer mi enfoque y, en definitiva, la pieza final.
También sé ver en cada una de esas personas lo mejor que me pueden aportar, así que sé recurrir bien a ellos, y ellos saben que pueden hacerlo conmigo cuando necesiten algo de mí. La retroalimentación con el entorno es esencial para un periodista.
P. Muchos de los alumnos que comienzan la carrera les gustaría poder llegar donde usted está ¿alguna recomendación para ellos?
R. Creo absolutamente que todos tenemos una pasión: esa por la que no nos importaría trabajar jornadas laborales infinitas o fines de semana, movernos de ciudad, superar miedos. Es vital saber detectarla. Yo detecté la mía y, claro que podría hacer otra cosa, pero no con la misma pasión y entrega. Estoy segura de que estar enamorado de lo que uno hace es lo que te impulsa a destacar, proponer, no conformarte. En definitiva, volverte casi imprescindible en un puesto de trabajo o empresa. En mi caso es la moda, pero estoy segura de que hay mil periodistas que podrían trabajar con su pasión. Por ejemplo, un periodista friki de los videojuegos, la hípica, el ajedrez o la alimentación bio. ¡Seguro que hay revistas especializadas hambrientas de periodistas tan especialistas! No todo es periodismo deportivo, cultural o económico en cuanto a especializaciones. Hay que ser friki de algo y encontrar aquel medio hecho para ti.
P. Ha colaborado en otros medios como el suplemento de belleza de supermercados Consum o en la revista OXXO, entre otros ¿qué destacaría de sus colaboraciones anteriores y cómo le han ayudado a crecer?
R. Me han ayudado a trabajar en diferentes equipos y todo lo que ello conlleva: tiempos, trato, toma de decisiones en grupo, procesos de trabajo. En definitiva, a salir de la zona de confort que te da tu equipo habitual.
También a ponerme a prueba, viendo cómo me las ingenio para llegar a todo, porque todo eso lo hacía mientras estaba en TELVA como colaboradora.
P. Debido a su trabajo se viaja mucho…
R. Sí, es una de las mejores partes, sin duda. Se puede decir que he conocido mundo gracias al trabajo. Además, aunque cualquier viaje sería mejor acompañada de algún amigo, me gusta disfrutar de los momentos de soledad o la intriga por cómo será el equipo, porque normalmente viajamos con el jefe de prensa de una marca, a veces más periodistas de otros medios, fotógrafos, etc. Salen buenos colegas de esas experiencias. Nueva York, Miami, París, Londres, Berlín, Milán… son algunas de las ciudades que he visitado gracias a TELVA.
P. ¿Cómo está la implicación de la Industria de la moda y los diseñadores en España para intentar levantar la imagen de la Moda en España?
R. Creo que en España hay talento pero no recursos para explotarlo. Y no hablo únicamente de recursos económicos. Ahora, con las redes sociales, los diseñadores y marcas pueden aprovechar un filón y entrar en contacto directo con sus clientes potenciales, sin intermediarios, porque al final lo que cuenta es vender. Aunque sea para poder invertir en un nuevo desarrollo y dar continuidad a la empresa.
Los diseñadores puede que en ocasiones olviden que son empresas, necesitan serlo. Precisan de expertos en contabilidad, proveedores, comercialización, gestión, comunicación y hasta marca personal. Y si se es una firma pequeña y sin mucho capital, deberá asesorarse bien para hacerlo él solo, una autogestión. El problema es que los diseñadores son almas creativas que, en muchas ocasiones, odian toda la parte empresarial, pero es absolutamente necesaria. Por ello, quizás en las escuelas de diseño se debería incluir más énfasis en aspectos de dirección y gestión de empresas, de autónomos… Sólo así un diseñador podrá crecer. Si se da viabilidad al diseño como empresa puede que en el futuro los estudiantes de empresariales o ADE sean los que muestren interés por invertir o llevar la gestión de las empresas de moda, y que los diseñadores se limiten a diseñar.
Creo que todo esto es necesario, antes de hablar de proyección internacional. Aunque es cierto que hay bastantes casos que demuestran el buen hacer de ciertas empresas de moda españolas. Delpozo o Pedro del Hierro Madrid son dos de los más recientes: firmas históricas que quedan en manos de un equipo joven e integrado, rediseñan desde la identidad visual de la firma hasta el concepto, y apuestan por el mercado exterior, en estos casos, presentando sus colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York.
P. ¿Algún otro fenómeno empresarial como Inditex a la vista en España? Y ¿algún otro Balenciaga?
R. Inditex no creo que haya otro, lo hace demasiado bien. Respecto a Balenciaga, no caería en denominarlo «el nuevo Balenciaga», pero si hablamos de habilidades compartidas con el maestro como la innovación en cuanto a siluetas y formas, así como la devoción por hacer a las mujeres más bellas, además de un talento inconmensurable, ese es Juan Vidal.
P. ¿Cómo está el futuro de las revistas de moda con la crisis del papel?
R. Diría que hace un par de años quizás la situación era más crítica que ahora. Hoy hay tal saturación de información en Internet que creo que esto podría estar generando un efecto rechazo por el que muchos estén volviendo al papel no como sustitutivo, pero sí como complementario a la red para momentos de mayor tranquilidad, reflexión y desconexión. Como un ritual. No obstante, es evidente que han bajado las ventas y que el público más fidelizado con el papel envejecerá un día hasta que la mayor parte de la población esté compuesta por nativos digitales que hayan crecido con una tablet en la mano. Ahí sí que el cantar será otro. Pero mientras esté en manos de esta generación, ambos soportes podrán convivir un tiempo más. De hecho, hay casos de revistas digitales que han lanzado ediciones especiales en papel, y ha funcionado. El papel se ha convertido en un objeto más de coleccionista que de información, porque para eso está Internet.
P. ¿Qué puede contar sobre las portadas?
R. Las 200 páginas que pueden tener una revista dependen de la fuerza de atracción de la portada. Todos compramos la revista por la portada, el impacto que recibimos, el interés que nos suscita. Por ello, la elección de ésta lleva su tiempo. En el caso de TELVA, siempre pertenece a un editorial de moda interno, una producción propia, para que respire toda la esencia de la cabecera y haya una exclusividad. Hay medios que prefieren comprar las fotos de portadas a agencias de imágenes.
Además, las portadas son parte de la identidad visual de la revista. No sólo por el logo y tipografías, sino por la imagen. Algunas revistas apuestan por portadas más comerciales, otras más de moda, las hay que siempre llevan a celebrities, otras sólo quieren a modelos.
P. ¿Cómo influyen las otras revistas a la hora de crear la editorial o montar la revista entera?
R. Por supuesto, siempre estamos pendientes de la competencia, pero determina poco la elección de contenidos. Hay otros agentes que sí lo hacen: publicidad, personajes de moda o en promoción, presupuestos, actualidad.
El editorial de moda es el equivalente al editorial de un periódico: el medio habla y aporta su visión. En moda, pues, consiste en una visión de las tendencias actuales, por lo que son las firmas, tendencias y pasarelas, mezcladas con la linea editorial de las estilistas de cada cabecera, las que determinan la prescripción.
