Preseleccionado a los premios Goya 2015, el documental ‘Five days to dance’ dirigido por los valencianos Rafa Molés, ex alumno del CEU, y Pepe Andreu cuenta con el aplauso del público internacional.
Pregunta. ¿Por qué el nombre de 5 days to dance, en inglés, y no en español?
Respuesta.Nosotros pensamos grabar solo en Bremen, todo el proyecto de baile allí, por eso lo de Five Days to Dance, en inglés. Luego lo conservamos, porque la traducción al castellano sería “cinco días para bailar”, era un poco raro, porque con ese título alguien puede pensar que es un espectáculo de gogós por eso de bailar y danzar, y no nos gustaba. Al principio del proyecto manejábamos otros nombres que estaban con romper las barreras. Otra de las razones es por la nacionalidad de la gente que participaba, que eran de distinta procedencia: alemana, española, holandesa…
P. ¿Puede la danza mejorar el mundo?
R. Claro. Para nosotros la danza era un vehículo, una escusa para contar estar historia y para contar como es un poco el sistema educativo español, que está apartando todo tipo de actos culturales y artes plásticos y artísticos. Se trata de crear algo que rompa con la rutina diaria de los colegios en estas edades, en las que solo hay interés en pasar un curso y basar su rendimiento en notas estrictas y la danza lo puede hacer cualquiera.
P. ¿Ha cambiado este documental su manera de ver la vida? ¿ha cambiado a la producción?
R. Si, nosotros ya teníamos un concepto ya parecido al que mostramos en el documental, de hacer pequeños gestos que puedan cambiar las cosas. Cuando empezamos con la productora ya teníamos claro que queríamos hacer este tipo de cosas. Queríamos crear un producto que tuviera un mensaje, pero a la vez todo realizado con una belleza especial y que la belleza sea camino de mejorar las cosas.
P. El documental se está proyectando en multitud de salas de toda España, ¿es mucho para un documental no?
R. Ha sido en más de 60 salas. Están semanas enteras en proyección en cada una de las salas. El que se proyecten durante tanto tiempo en unas salas no es algo habitual en un documental. También contamos con una red de proyección de documentales que es la que creyó en la proyección y es la que está moviendo un poco toda la gira, además, la están moviendo también por toda Latinoamérica. Esto es algo impensable para nosotros cuando comenzamos a realizar la película, de hecho hay muy pocos documentales que tengan la posibilidad de poder proyectarse en cines.
P. El documental responde a la filosofía de “sin límites en la forma y sin miedos en los argumentos”, ¿qué puede decir sobre la frase y la filosofía del documental?
R. Cuando arrancamos con la productora, barajamos varios proyectos y éste era uno de ellos y éste en principio no lo contemplábamos, vino más tarde, y tiene que ver con no tener miedo a contar las cosas como las vemos. Es una manera de buscar la mirada de buscar la belleza del mundo, hacerlo de una manera, que aunque todo esté muy mal, pensamos que desde la belleza se puede encontrar todo.
P. Aunque a día de hoy sigue habiendo mucha gente que lo sigue pasando mal o que sigue la crisis, son muchos los mensajes de positivismo que se ven, ¿éste documental es uno más o tiene algo distinto a lo demás?
R. No sé si es uno más. Lo que es muy importante de esto, es que dos personas hacen con mucho amor su trabajo y es algo que no lo hacen como algo extraordinario, es decir, voy a montar un espectáculo donde todo el mundo vea lo que hago, no, esto es una acción que empezó un lunes y acabó un viernes, pero el siguiente lunes vuelve a empezar. Esta idea de convertir eso en su trabajo y romper esos moldes, para nosotros era muy atractivo y pensamos que podía ser un granito de arena en todo este caos. Las actitudes así de positivas, son buenas siempre.
P. ¿Cómo ha sido trabajar con estos profesionales de la danza?
R. Ha sido genial. Rafa ya conocía a Amaia desde hace mucho tiempo y ahora tenemos una relación de amistad muy grande y ellos nos han dado todo tipo de facilidades a la hora de grabar. Fuimos a localizar a Bremen, quedamos en su casa y después de la grabación, se requerían muchas horas de grabación, seguirlos por la ciudad, grabarlos en su casa. Son personas encantadoras que arrastran todo este proyecto.
P. Usted estudió en el CEU, ¿qué puede destacar de su aprendizaje en esta universidad?
R. Soy de la primera promoción de imagen. A mí me sirvió para conocer a gente que tenía los mismos gustos que yo, que tenía las mismas inquietudes y con la que he coincidido después en otros rodajes y con la que he podido compartir momento. En una palabra, podría decir que fue espectacular. No hay nada mejor que formarse y trabajar en lo que a uno le gusta.
Mucho más que un baile, una llamada de atención
Una pareja de bailarines aparece una mañana en el aula de un instituto. Es lunes y anuncian a un grupo de adolescentes que tienen cinco días para subirse a un escenario y bailar. Una semana para cambiar las cosas. Un pequeño plazo pero un gran reto: mover a las personas cuando el mundo nos paraliza.
La danza obliga a esos jóvenes a romper sus roles justo en el momento de sus vidas en el que los roles sociales se están forjando. El líder deja de ser el más admirado, el tímido da un paso adelante… Bailar les obliga a tocarse. Se comunican, se igualan. Alguno no se liberará hasta el último instante.
Wilfried Van Poppel y Amaya Lubeigt son los coreógrafos. Él holandés, ella vasca. La danza es el lenguaje común. No importa el lugar. Cinco días, una clase de adolescentes, un microcosmos en el que sucede un pequeño big-bang.
Dirección
Al frente de ‘Five Days to Dance’ está Rafa Molés Vilar periodista, guionista y ex alumno del CEU-UCH. En 2012, recibió el premio de “Periodista del Año” en la III Edición de los Premios de Periodismo de la C.V. Es el creador del equipo de investigación de RTVV y el autor de 18 documentales televisivos.
Pepe Andreu Ibarra es un productor licenciado en Ciencias de la Información, Imagen Visual y Auditiva. Tiene 15 años de experiencia como productor televisivo, director de documentales y reportero de informativos.
Reconocimiento
El documental ha recibido el premio Canal Plus del Festival Internacional de Cine Documental MiradasDoc. Además el largometraje ha sido seleccionado en el Festival Internacional de San Sebastián, en la sección oficial del festival de la ciudad de México DocsDF, en DocsBarcelona y en el festival de cine documental de la ciudad colombiana de Medellín.
Padres con hijos adolescentes, todo el sector educativo y el mundo de la danza son los sectores del público que con más ímpetu han reaccionado ante la película. Destacan que se trata de un toque de atención a lo más hondo del sistema,una herramienta educativa y un vehículo de denuncia. Cuestiona ante profesores, padres e hijos si realmente estamos enseñando a los jóvenes a desarrollarse como personas, o simplemente están preparandose en las escuelas para ser mera fuerza productiva de trabajo.
