El equipo de triatlón El Cantero de letur-AVANT acudió el pasado 12 de marzo a la Universidad CEU Cardenal Herrera para presentar su proyecto basado en la integración de personas con discapacidad en el mundo deportivo.
Este club de ámbito nacional con sede en Valencia está abierta a cualquier deportista practicante de triatlón con o sin discapacidades. El objetivo principal es fomentar e impulsar la práctica del deporte en personas con discapacidad mediante la práctica del triatlón a nivel de iniciación o la mejora del rendimiento deportivo.
Algunos de los fundadores e integrantes del club narraron en la CEU-UCH su implicación y experiencia en este proyecto convertido ya en una filosofía de vida.
Gran repercusión
Javier Martínez es profesor de Fisioterapia de la Universidad y fundador del club. Comenzó con la iniciativa hace un año y medio junto a otras dos personas cercanas al mundo del deporte y la inclusión social y ya ha alcanzado una gran repercusión.
Martínez explica que logró unir sus dos pasiones: “Trabajar con gente con limitaciones físicas y el deporte”. En este sentido, añadió que él ya trabajaba en el mundo del triatlón y decidió que quería que la gente con discapacidades “pudiera hacer lo mismo que otras personas, de ahí nació la idea de AVANT”.
Este club trata de adaptarse a las necesidades y niveles de todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas. En palabras del fundador, “la clave está en ayudar a que cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo”.
Raúl Micó, uno de los integrantes de AVANT y el encargado de la parte técnica de los entrenamientos, afirma que en el club “se aprenden valores como la superación, el compañerismo y la importancia de las pequeñas cosas”.
El deporte cambia la vida
Llegó a formar parte del club a raíz de las visitas de los fundadores a carreras paralímpicas. “El deporte cambió mi vida, fue la oportunidad para ser más feliz, y ahora me planteo retos que jamás habría imaginado”, sentencia.
Al ser una modalidad muy reciente, el paratriatlon tiene algunas carencias en el reglamento. Un ejemplo de estas irregularidades es que cada persona necesita un tipo de bicicleta para poder completar la carrera en función de sus capacidades físicas, y por ese motivo se han descalificado algunas categorías.
Pablo Godell es estudiante de Fisioterapia en la Universidad y colabora con el club a través del grado. Aunque participa en multitud de actividades, sobre todo, está en contacto con los niños y ayuda en los enlaces entre las carreras.
“Aprendemos más nosotros de ellos que ellos de nosotros; no paran de sorprendernos”, comenta. El alumno asegura que, a pesar de las destrezas que se tengan, “el empeño es lo que cuenta”: “Hay que seguir adelante y todo saldrá”.
Raúl Gil, otro de los fundadores del club, ha estado muy implicado en el mundo del deporte hasta el punto de proceder de nivel de competición de élite. “Donde yo estaba, primaban los resultados más que el compañerismo. Todo era egoísmo y ser el primero”, subraya. En ese sentido, afirma que “lo importante es hacer deporte, disfrutar y superarse a uno mismo”.
Rubén Adlas y Alejandro Peñas, de diez y once años, también forman parte del escuela de paratriatlón escolar dentro del club. Uno de los objetivos principales de AVANT es fomentar esta modalidad de carrera. Una de las iniciativas para llevarlo a cabo ha sido el reto AVAPACE AVANT, cuya finalidad era que Rubén, uno de los niños, fuese capaz de completar un triatlón. Tras conseguirlo, todos los participantes transmiten un mensaje claro: “No son discapacitados, pues tienen unas capacidades extraordinarias”.
“Decidimos consolidarnos como club para seguir promocionando esta actividad”
AVANT es un club de triatlón y paratriatlón que busca la inclusión de las personas discapacitadas en el deporte. Sus fundadores, Javier Martínez y Pablo Godell, formaron el grupo hace un año y medio integrando a deportistas como Raúl Micó y a niños como Rubén y Alejandro
Pregunta. ¿Cómo surgió el equipo AVANT y qué acogida tuvo al principio? ¿Fue complicado?
Javier Martínez. No fue complicado porque simplemente dimos forma a algo que veníamos haciendo años antes de manera más lúdica. Luego decidimos consolidarnos como club deportivo para seguir promocionando esta actividad e ir mostrando a otra gente que puede practicar deporte en un equipo con gente con y y sin discapacidades.
P. ¿Cuántos miembros tiene ahora AVANT?
J.M. El grupo está compuesto por 35 personas. El cincuenta por ciento es gente con discapacidad y la otra mitad son personas sin ella. La filosofía es que todos practiquemos deporte por igual. En este club no hay distinción, simplemente cada uno necesita un equipamiento diferente, pero todos entrenamos y todos participamos.
P. Esta pregunta va para los más pequeños, Rubén y Alejandro. ¿Cómo decidisteis apuntaros a AVANT y comenzar a hacer deporte?
Rubén. Me llamaron para participar en el grupo y así es como empecé a ir a la piscina con Raúl Micó y poco a poco fui consiguiendo cada vez más cosas.
Alejandro. Una tarde vi el vídeo de Rubén haciendo una prueba de paratriarlon en Cheste. Al verlo pensé que yo también podría probarlo, me gustó y no dudé en seguir.
P. ¿Qué beneficios puede tener la práctica de un deporte como es el triatlón?
Raúl Micó. Siempre he practicado deporte, ha sido positivo y he tenido la autoestima muy alta. Pero gracias al club y el triatlón he mejorado todavía más en esos aspectos. Ahora me planteo metas que jamás se me habrían pasado por la cabeza. Me siento muy realizado y motivado. A nivel físico me ayuda a mantenerme en mi peso, que debido a mi discapacidad es muy importante. Cada día que pasa me encuentro mejor, entreno y disfruto más. Además, poder dar la oportunidad a niños como Rubén y Alejandro a que practiquen el paratriatlon es algo tan gratificante que no se puede explicar con palabras. Me veo muy reflejado en ellos.
P. ¿Creéis que los problemas a los que habéis tenido que enfrentaros os hacen más fuertes?
R.M. Como cualquier otra persona, cada vez que me surge un problema intento afrontarlo de cara y sin miedo, buscando una solución, la más positiva posible. Además, si con ello puedo ayudar a alguien a que también supere sus problemas, mucho mejor.
P. ¿Consideráis la superación personal importante en vuestras vidas?
R.M. La considero esencial. Gracias a la superación personal que me aporta el club y el deporte me siento mejor persona y más capaz de hacer las cosas. Cada día creo más en mí mismo.
P. En momentos difíciles, ¿es el deporte una manera de salir adelante?
R.M. Tener una discapacidad es especialmente duro en algunos momentos como la adolescencia, pero ahora la tengo plenamente asumida. Soy quien soy gracias a mi estatura y estoy orgulloso de mí mismo. Sin embargo, el deporte me ha ayudado a reafirmarme. Ahora los niños, cuando me ven correr, en vez de verme como objeto de burla, me admiran y me animan.
P. ¿En qué medida podríais decir que la universidad ha colaborado con vosotros?
J.M. La colaboración de los alumnos ha sido muy importante. Desde la carrera de Fisioterapia se les ha ofrecido participar en AVANT, asistiendo a los entrenamientos y ayudando a los deportistas en estiramientos, descargas musculares y demás. Además, en la universidad tenemos un laboratorio de estudio biomecánico. El hecho de implicar a los alumnos es muy importante para que vean que son personas normales, que si se les da la oportunidad, son capaces de hacer grandes cosas. De esta manera, cuando salgan al mundo laboral, podrán tener la mente mucho más abierta. Hay cosas que en clase no se pueden explicar y hay que vivirlas.
P. En materia de asesorar a otros equipos u organizadores de eventos sobre las necesidades de los paratriatletas, ¿qué habéis conseguido?
J.M. El club lleva muy poco tiempo funcionando. Una de las cosas que hicimos fue elaborar un dosier para los organizadores que explicaba todas las características de esta modalidad. El problema está en la falta de información.
