La realidad excede la ficción cuando damos la vuelta a la moneda y vemos la otra cara; la cara B de la crisis económica, esa que muestra las situaciones de precariedad que viven miles de familias españolas. Personas con estudios universitarios que sufren en silencio por la reputación que un día tuvieron. El rostro de esta cara B es el de Berta Estrella, una psicóloga autónoma de Murcia, con cuatro hijos estudiantes que no puede pagar ni la luz, ni la comida, porque no tiene prestaciones por parte del Estado. A punto del embargo judicial, una de sus hijas, Beatriz Sánchez, decidió aparcar la vergüenza y llamar a un programa de Televisión Española que anunciaba “Entre Todos: si quieres ayuda, llama”.
“Sin darme cuenta, tenía una cámara en casa y salíamos en directo para toda España”, cuenta Berta. “Fue duro, porque todo nuestro entorno conoce a mi madre y no eran conscientes de nuestra situación”, añade Beatriz. En este sentido, el programa sigue una dinámica muy concreta. Las familias que acuden exponen su problema en antena y el público llama para ofrecerles lo que puedan. En este caso, consiguieron dinero para arreglar el lavabo de su casa, comida y una experiencia inolvidable. Unas vacaciones en Ibiza.
Inundada de felicidad, Beatriz señala: “Esto es alucinante, nunca pensábamos que íbamos a hacer un viaje familiar así y todo gracias a la bondad de esta familia”. Se refiere a Marina Calero, madre de una ex alumna de la Universidad CEU Cardenal Herrera. “Yo no suelo ver la tele, pero ese día justo la encendí y vi en el rostro de Berta el dolor y la bondad personificadas. Por eso llamé, y les regalé unas mini-vacaciones aquí en mi casa de Ibiza”, señala Marina.
Esta iniciativa le surgió a Marina porque se sintió “identificada” y muy “conmovida” por la historia de la familia Sánchez Estrella. Y gracias a eso, ambas familias están a día de hoy disfrutando de un descanso hasta este miércoles. A cambio de esta estancia, Berta, que tiene la especialidad en psicología pedagógica, trata al hijo de Marina, que posee hiperactividad y déficit de atención.
“Para mí, ahora mismo, la vida consiste en tú me das y yo te doy. La cadena de favores es la base de mi vida, yo ayudo y me ayudan”, sentencia Berta. Y es que en su ciudad, Murcia, colabora con Cáritas Murcia haciendo terapias en su barrio a cambio de alimentos. “Me siento feliz haciéndoles favores a la gente porque sé que algún día me lo devolverán”, añade la psicóloga. Sus hijos la definen como una “ONG con patas” pues a raíz de la crisis económica Berta ha vivido gracias a la cadena de favores.
Con esta experiencia, Berta señala que sus hijos han aprendido una “lección de la vida fundamental: ver las dos caras de la vida”. Ahora saben que al igual que su madre, hay gente que vive solidariamente y es capaz de ayudar de manera voluntaria. Y también son conscientes de que la crueldad sigue presente en la sociedad, pues además de llamadas de ayuda, recibieron otras cuyo objetivo era la estafa y el engaño.
En la familia de Berta y Marina hoy no hay nada más que sonrisas. El miércoles sus vidas se separarán, momentáneamente, pues, según afirman ambas, han entablado “una amistad para toda la vida”. Y a partir de ese día, Berta seguirá luchando por sacar adelante a su familia a través de la cadena de favores.
