Santiago Martínez ocupa su escaño en el Congreso de los Diputados como una de las caras más jóvenes del hemiciclo. A punto de cumplir 30 años, este licenciado en Administración y Dirección de Empresas en el CEU de Elche fue el número 6 de las listas por Alicante después de trabajar bajo las órdenes de Mercedes Alonso, alcaldesa ilicitana. Hace tan sólo cuatro meses, el ejecutivo popular le nombró portavoz adjunto de Economía, cargo en el que Martínez Pujalte ejerce como su mentor.
Pregunta.- Con la actual crisis de imagen que alcanza a los políticos ¿es la juventud una solución para refrescar a la sociedad?
Respuesta.- No es un remedio total pero puede ayudar a encontrar una solución. Los jóvenes, no sólo en política, tenemos una labor de regeneración en la sociedad y concretamente en mi campo existe una responsabilidad añadida que es la de devolver la confianza de los ciudadanos a la clase política. Esa es una función de los jóvenes políticos. Con nuestras nuevas actuaciones seremos o no capaces de lograrlo. Ahí tenemos un papel relevante.
P.- Y como es el primer año para alguien desconocido en las Cortes…
R.- Es una experiencia fantástica. El hecho de estar en política y además pertenecer a una institución como es la del diputado es extraordinario. El aprendizaje es continuo y la sensación de vivir momentos transcendentales para la historia del país también. Requiere responsabilidad por el hecho de estar en un entorno en el que se han vivido episodios históricos en España. Además, representar de alguna manera a tus vecinos es un orgullo.
P.- Según el CIS, la corrupción ha pasado a ser la segunda preocupación de los españoles ¿cómo lo valora?
R.- Es preocupante. Se debe atajar ya esa percepción de los ciudadanos. En primer lugar, porque no todos los políticos son corruptos, afortunadamente puedo asegurarlo. Son una excepción. Después, llegado a este escenario de desconfianza en la política, hay que erradicarla. ¿Cómo? En mi humilde opinión hay que aportar a todos los organismos, instituciones y partidos una dotación de transparencia. Es la única manera de terminar con la corrupción. Si se apuesta por políticas en este camino, poco a poco se eliminara esta lacra y se recuperara la confianza de la ciudadanía.
P.- Lleva unos meses como portavoz adjunto de Economía, uno de los asuntos más delicados de España actualmente, ¿Siente una presión especial?
R.- En todo caso más ilusión y ganas de trabajar. Los diputados repartimos nuestras tareas en comisiones diarias de trabajo y la de economía es, si cabe, el lugar donde se tratan los temas más relevantes de la política nacional. Por ello otorga más responsabilidad pero a la vez genera la sensación de estar colaborando de manera directa en los problemas que más afectan al ciudadano de hoy.
Reformas
P.- La mayoría de reformas del ejecutivo popular pasan por el recorte o el ahorro ¿Cómo defiende unas medidas que desde el propio gobierno se reconocen como indeseables?
R.- Se defienden con responsabilidad. Cuando el gobierno se encontró esta situación sabía que iba a ser delicada, aunque es cierto que no se esperaba que la sangría del déficit fuera tan abultada. Pero una vez en el ejecutivo hay que afrontar las cosas con valentía y decisión. Y así se ha hecho. Lo principal en la primera fase pasaba por reducir el déficit público y volver a tener el control sobre las cuentas públicas, que en años anteriores se había perdido por completo. A partir de ahí, en una segunda fase, se puede empezar a hablar de otro tipo de políticas. Pero si no se tenía ese control del gasto y del endeudamiento público, era imposible recuperar la confianza dela Unión Europea, lo cual en la coyuntura de globalización en la que nos movemos era fundamental. Una vez se ha demostrado que somos capaces de controlar las cuentas y que los países de nuestro entorno confían en nosotros, podemos volver a hablar de reactivar la economía con otra serie de medidas.
P.- Evidentemente, con la crisis la paciencia es corta y la ciudadanía quiere saber cuándo se va a volver a generar empleo.
R.- Es normal. El principal problema que tiene nuestro país y que lo ha tenido durante los últimos años es el paro con esas cifras tan elevadas. Pero todas las medidas económicas que se han llevado a cabo hasta ahora van en el camino de un único objetivo: el de crear empleo. Pero no se puede hacer realidad si no se realizan unas reformas estructurales y de calado que ayuden a volver a la senda del crecimiento. Sin crecimiento económico no se puede crear trabajo. Una vez se han realizado esas reformas para crecer, podremos pensar en crear empleo. Una cosa lleva a la otra. No se pueden ver de manera independiente. Ahora esas reformas, como la del mercado laboral, están empezando a surgir efecto y desde ahí queremos conseguir empleo.
P.- En ese sentido, el paro juvenil es la cifra que más preocupa ¿se estudia la posibilidad de implantar los mini-jobs alemanes como medida?
R.- Una de las cifras más dramáticas es la del paro juvenil, que supera el 50%. En ese escenario, se tienen que abordar y poner sobre la mesa todas las posibilidades que ayuden a reducir esa tasa. Y entre ellas también se ha hablado de los mini-jobs, aunque en su momento se decidió dejarlos al margen. Pero esa no es la única opción. De hecho, en el reciente debate del estado de la nación, Mariano Rajoy anunció un paquete de medidas destinadas al estímulo de la contratación dirigidas a ese sector joven. Esas medidas recurren a la vía de bonificaciones o incentivos fiscales a empresas que contraten menores de 30 años y facilita el emprendimiento, que también es una forma de erradicar el desempleo juvenil. Esperamos que funcionen en el medio plazo.
P.- Usted trabaja en la comisión de I+D+i, un campo que también ha sufrido recortes, ¿es España un país más innovador de lo que le dejan?
R.- Hay que acabar con los mitos de que España no trata bien la innovación. Por supuesto que siempre queremos avanzar en este asunto y tener objetivos mayores para ser un país cada vez más competitivo e internacionalizado. Es objetivamente cierto, pues las cifras y estadísticas así lo demuestran, que España es un país completamente innovador. Lo que hay que corregir ahora es el control de los resultados. Hay que poner un mapa de la innovación que nos diga en que situación real estamos. Y por ahí se está dirigiendo el gobierno. Se ha invertido mucho en este campo pero no se han controlado los resultados de las investigaciones. Por ello se debe reflejar la realidad y optimizar los recursos para que a partir de ahí, podamos seguir apostando por la innovación con un mayor control para que el I+D+i no sea ineficaz.
P.- Para salir de la crisis, muchas voces apuntan a la necesidad de un pacto como el de Toledo para que gobierno y oposición consensúen las medidas. ¿Es inviable actualmente?
R.- No lo sé. Parece complicado por la postura que está adoptando la oposición ahora mismo. Entiendo que dejaron el gobierno hace poco y apoyar medidas totalmente contrarias a las que ellos estaban aplicando hasta noviembre de 2011, es complicado. Pese a ello, confió en que al final, los políticos, independientemente de su color, acabarán por apostar por lo que se debe, que es la unidad y el consenso para encontrar soluciones, que es para lo que estamos los políticos. De todas maneras, este gobierno tiene la fortaleza de contar con un grupo parlamentario mayoritario en el Congreso. Esto aporta seguridad y estabilidad al ejecutivo para que las medidas que considere adecuadas lleguen a buen puerto.
