El periodista y escritor Carlos Aimeur ha defendido su tesis doctoral en la CEU UCH bajo la dirección del catedrático de Literatura Española Miguel Herráez, con una investigación que ha permitido recuperar y analizar dos guiones inéditos escritos por el autor valenciano entre finales de 1916 y principios de 1917: ‘Le romancier’ y ‘Flor de mayo’

Esta mañana se ha defendido en la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) una tesis doctoral sobre el papel precursor del novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez en el cine mudo europeo. La investigación es obra del periodista y escritor Carlos Aimeur, bajo la dirección del catedrático de Literatura Española de la CEU UCH Miguel Herráez, con la colaboración del catedrático de Historia Moderna Emilio Callado, como coordinador adjunto del programa de doctorado. Este estudio ha permitido sacar a la luz y analizar dos guiones inéditos escritos entre finales de 1916 y principios de 1917: ‘Le romancier’ y ‘Flor de mayo’.

La tesis, que aborda una faceta casi olvidada de Blasco Ibáñez, tiene como uno de sus ejes centrales el análisis y transcripción de estos dos guiones cinematográficos inéditos. ‘Le romancier’, escrito en francés, se ha hallado en el archivo personal del periodista Rafael Ventura Melià. Y la adaptación de la novela ‘Flor de mayo’ al cine ha sido encontrada en el legado del editor Francisco Sempere, custodiado en la Biblioteca Valenciana.

Según destaca el doctor por la CEU UCH Carlos Aimeur, autor de la tesis, “ambos guiones permiten documentar el dominio técnico que Blasco Ibáñez tenía sobre el cine como forma narrativa, así como su decidida voluntad de explorar este medio emergente. Estos documentos refuerzan la tesis de que el autor de La barraca no sólo entendió las posibilidades expresivas del cine, sino que participó activamente en su desarrollo temprano. Esta importancia de Vicente Blasco Ibáñez como pionero del cine ha quedado siempre soslayada por su dimensión política, literaria y humana”.

Un creador entre París y Hollywood

La investigación realizada en la CEU UCH diferencia dos etapas claves en la trayectoria cinematográfica del escritor valenciano. Durante la Primera Guerra Mundial, instalado en París y vinculado al movimiento aliadófilo, Blasco Ibáñez fundó su propia productora y participó en la realización de películas como Sangre y arena y La vieille du cinéma, en colaboración con el director francés Max André. Posteriormente, su paso por Hollywood —facilitado por la guionista y productora June Mathis— dio lugar a las exitosas adaptaciones de Los cuatro jinetes del Apocalipsis y Sangre y arena, ambas protagonizadas por Rodolfo Valentino.

El estudio, según destaca Carlos Aimeur, “también indaga en las razones por las que esta dimensión de Blasco Ibáñez ha sido durante tanto tiempo silenciada o malinterpretada, incluso por parte del propio autor, quien a menudo mitificó su biografía, dando lugar a la confusión”. A través de un análisis crítico de declaraciones, cartas, entrevistas y publicaciones en prensa, la tesis revela a Blasco Ibáñez como una figura poliédrica, que supo anticipar los cambios de su tiempo y adaptar su vocación narrativa a los nuevos lenguajes expresivos. También se contextualiza su aportación en el marco de las teorías vanguardistas del cine, especialmente bajo la influencia del futurista Ricciotto Canudo, autor del célebre “Manifiesto de las siete artes”, lo que permite posicionar a Blasco Ibáñez no solo como narrador, sino como intelectual del cine.

Aportación a la historiografía cultural

Según destaca el director de la investigación y catedrático de Literatura Española de la CEU UCH, Miguel Herráez, “la tesis de Carlos Aimeur constituye una contribución significativa al estudio de la historia del cine, la literatura y la cultura visual contemporánea. Su análisis comparativo de guiones europeos y estadounidenses de la época, su revisión crítica de fuentes primarias y su enfoque interdisciplinar permiten redefinir la imagen de Blasco Ibáñez como un auténtico cineasta”.

El trabajo propone además nuevas líneas de investigación, como la búsqueda de películas perdidas (Debout les Morts! y La vieille du cinéma) que podrían confirmar definitivamente su estatura como figura integral del cine mudo. “Esta investigación reafirma el lugar de Vicente Blasco Ibáñez no sólo en la historia de la literatura, sino también en la historia fundacional del cine europeo y americano, y contribuye a su recuperación desde una mirada crítica, rigurosa y contemporánea”, destaca Aimeur.

La tesis de Carlos Aimeur, titulada “Vicente Blasco Ibáñez, pionero del cine mudo (1916-1928). Estudio de la obra cinematográfica del periodista y escritor con análisis de sus guiones inéditos Le romancier y Flor de mayo”, bajo la dirección del catedrático Miguel Herráez, se ha realizado en el programa de doctorado “Humanidades para el Mundo Contemporáneo” de la Escuela Internacional de Doctorado CEINDO-CEU, cuyo coordinador adjunto en la CEU UCH es el catedrático Emilio Callado.

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