Es la cofundadora de Somnia, un proyecto socioeducativo nacido en Culla, que oferta servicios para la infancia y sus familias en el entorno rural y que no deja de acumular premios. Paloma Bellés, graduada en Educación Infantil y Primaria por la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón, nos cuenta sus claves en esta entrevista. Su testimonio demuestra que el magisterio, cuando se ejerce con vocación, trasciende, con mucho, las cuatro paredes de un aula. 

Somnia acaba de alzarse con el premio al emprendimiento en diversificación de la actividad económica en el mundo rural que concede la Generalitat Valenciana. Un reconocimiento que se suma, entre otros, al segundo premio, en la misma categoría, que recibió hace unas semanas de manos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Paloma, ¿os imaginabais, tu hermana y socia -Maite- y tú, cuando pusisteis en marcha este proyecto, que iba a tener semejante éxito? 

La verdad es que no. Sabíamos que era necesario, pero no pensábamos que lo sería tanto. Desde el primer momento fue un proyecto muy bien acogido entre las diferentes instituciones, familias y niños y niñas, y esto nos permitió llegar a diferentes municipios en poco tiempo. 

‘Desde el primer momento fue un proyecto muy bien acogido entre instituciones, familias y niños’

Cuéntanos brevemente en qué consiste Somnia. 

Somnia ofrece acompañamiento a la infancia y a sus familias a través de tres áreas de acción. Desde Somnia serveis psicoeducatius ofrecemos apoyo educativo y psicológico, ayuda en la gestión de las ayudas del Ministerio de Educación para personas con necesidades educativas especiales y acompañamiento a los padres y madres que necesitan herramientas relacionadas con algún aspecto concreto del desarrollo de sus hijos e hijas. 

Somnia en familia ofrece sesiones de juego en familia en las que todos sus miembros tienen cabida y pueden participar experimentando, viviendo diversas sensaciones y compartiendo con otras nuevos espacios y experiencias. 

Somnia extraescolars i complementàries ofrece actividades durante el periodo escolar, por las tardes, y también en los periodos vacacionales. 

Las artífices de Somnia proyectan extender sus servicios a más poblaciones de la provincia

Arrancasteis en Culla y algunas poblaciones cercanas, pero el mapa Somnia cada día es más extenso. 

Sí. Estamos muy contentas de poder llegar hasta donde estamos ahora. Este curso, por el momento, estamos trabajando ya en 11 pueblos y en Castelló, ofreciendo nuestros servicios, sin contar los municipios en los que vamos a ofrecer sesiones de juego de manera puntual. Pueblos que pertenecen a diferentes comarcas de nuestro territorio. 

‘Nuestro objetivo es llegar a cuantos más pueblos pequeños mejor, porque normalmente son los que menos servicios para la infancia tienen, y es una situación injusta’

¿Tenéis planes de expansión?  ¿Algún objetivo a corto plazo en mente? 

Siempre decimos que nuestro objetivo es llegar a cuantos más pueblos pequeños mejor, porque normalmente son los que menos servicios para la infancia tienen debido al bajo nivel de población infantil, pero no por ello tienen que sufrir esta situación, para nosotras injusta.  

Pero también estamos interesadas en trabajar en pueblos más grandes, ya que la metodología que nosotras utilizamos no es la que habitualmente ofrecen las otras empresas que se dedican a este sector. 

Como objetivo más cercano, queremos poner en funcionamiento el espacio físico de Castellón, que actualmente se encuentra en fase de adaptación y remodelación para poder adecuarlo y ofrecer en él los servicios que también damos en los municipios de interior, siempre adaptados a las necesidades de estas otras familias. 

Durante la inauguración de curso, Paloma y su hermana recibieron el reconocimiento de la Universidad CEU Cardenal Herrera

Una buena noticia para los castellonenses. Paloma, ¿cuántas personas integran ya el equipo Somnia? 

Actualmente somos 16 personas en el equipo. Maite y yo como socias trabajadoras y 13 compañeros que se encargan de llevar las actividades de Somnia a los diversos municipios; además de Elena, que se encarga de la parte administrativa. 

Intentamos contratar a personas que vivan en estos municipios, o en municipios cercanos, para ayudarles a completar sus jornadas laborales, y también para intentar que tengan una nueva posibilidad de trabajo en la zona, ya que, en ocasiones, trabajar acompañando a niños y niñas es difícil en la zona de interior. 

‘Ante la falta de servicios de acompañamiento al desarrollo holístico de las personas, y la conciliación familiar y laboral de los padres y madres de estos municipos, decidimos unir nuestras dos ramas profesionales para cubrir estas necesidades’

Vamos al origen. ¿Por qué y cómo se gestó esta iniciativa? Parece demostrado que detectasteis una necesidad real. 

Sí. Tanto Maite como yo siempre habíamos querido vivir en el pueblo cuando fuésemos mayores y, si podíamos trabajar en Culla, mucho mejor. Pero, tanto para ella como para mí, era difícil por nuestras áreas profesionales, al igual que para muchas otras personas que al final deciden vivir en otros lugares. Maite es psicóloga y no puede acompañar a personas cercanas, y yo soy maestra y en ese momento no estaba en mis planes opositar. 

Por esto mismo, y viendo las necesidades que observábamos desde que éramos pequeñas, como la falta de servicios de acompañamiento al desarrollo holístico de las personas, y la conciliación familiar y laboral de los padres y madres que vivían en Culla o los municipios de alrededor, decidimos unir nuestras dos ramas profesionales e intentar cubrir estas necesidades en la medida de lo posible. 

Y lo habéis logrado. En tu caso, podría decirse que eres una maestra emprendedora. ¿Fue difícil lanzarte a esta aventura? 

Sí, fue complicado tomar mi decisión. Yo siempre había querido trabajar en la zona de interior, pero en ese momento no estaba en mis planes opositar, y eso me complicaba trabajar o vivir en Culla. Además, estaba trabajando en Apapachoa desde hacía tres años, una escuela infantil que acompaña a niños y niñas de entre 1 y 3 años.  

Además, ni Maite ni yo teníamos formación para emprender, era algo desconocido para nosotras. Pero nos empezamos a formar, decidimos que era el momento de crear Somnia y tuve que dejar Apapachoa, porque no podía llegar a todo.  

Pero no me arrepiento de ello. Como bien dices, soy maestra, y esto no nos limita a trabajar solo en las escuelas, sino que podemos aportar también mucho fuera de ellas. 

En este caso, considerábamos importante que, fuera de los colegios, los niños pudieran tener un acompañamiento respetuoso como el que ofrecemos desde Somnia, un espacio seguro en el que poder elegir las propuestas en las que participar y, sobre todo, que se sintieran como en casa. 

‘Animo a los estudiantes de Magisterio a que conozcan las mil y una opciones que tenemos las personas que hemos decidido dedicarnos al mundo de la educación’

Tu experiencia demuestra que hay vida profesional para un maestro fuera de la escuela… 

Sí. Yo siempre digo lo mismo: cada persona está destinada a tener un rol en la sociedad. Muchas veces, por ser maestros o maestras, pensamos que el nuestro está dentro de las escuelas, pero puede que sea fuera, y no por ello nuestra labor es menos importante. 

Personalmente, animo a los estudiantes de Magisterio a que conozcan las mil y una opciones que tenemos las personas que hemos decidido dedicarnos al mundo de la educación, ya que normalmente, al acabar los estudios, se tiene como objetivo una plaza fija después de cursar las oposiciones. Pero esta no es la única opción. En mi caso, y seguro que en el de muchos, no estaba preparada ni física ni emocionalmente para ello. Por eso Somnia fue una oportunidad para seguir trabajando como maestra fuera de las aulas.  

‘Pienso que tenemos la profesión más bonita e importante del mundo, porque podemos cambiar la vida de una persona, o guiarla’

Dentro o fuera, ¿la esencia es la misma? ¿Qué significa el magisterio para ti? 

La educación es uno de los pilares más importantes en una sociedad, una de las cuatro patas que sostienen las mesas, un camino que sabes cuando empieza, pero no cuándo acaba, porque, te diría, no acaba nunca. 

Para mí, los maestros y las maestras tenemos la mejor profesión del mundo, la más bonita. 

En mi caso, decidí que quería ser maestra nada más entrar al colegio junto con mis compañeros, compañeras y mi maestra Carmen. Ella fue la que me despertó la necesidad de estudiar para ser maestra, porque cuando era pequeña, ya decía que quería ser como ella. 

Me emociono mientras lo cuento, porque yo a ella no se lo he dicho nunca. De hecho, igual le animo a que lea esta entrevista para que se dé cuenta de lo importante que fue, es y será para mí. 

Por esto mismo, pienso que tenemos la profesión más bonita, y también importante del mundo, porque podemos cambiar la vida de una persona, o guiarla, según el acompañamiento que le demos. Aquí quiero destacar la importancia de estudiar educación si es de manera vocacional, porque, en esta profesión, no todo vale. 

Paloma, hace unos años, con compañeras del CEU. «Desde el primer día supe que estaba en el lugar adecuado para mí», asegura la alumni de Magisterio

Nuestra sincera felicitación para tu maestra Carmen, que esperamos lea estas líneas. Paloma, no podemos dejar de preguntarte por tu experiencia en el CEU. ¿Qué recuerdos guardas de aquel periodo? 

Empecé justo hace 10 años a estudiar en el CEU y, desde el primer día, supe que estaba en el lugar adecuado para mí. En ese momento, no estaba pasando por una de mis mejores épocas personales y supe lo que esta universidad me daría y que me cuidaría como yo necesitaba. Allí empecé a formar parte de la familia CEU. 

Me sentí como en casa desde el primer momento, tanto con mis compañeros y compañeras como con los profesores y profesoras. No todo fue tan bonito, porque también vivimos momentos de agobio, estrés, mucha exigencia y pocas horas de sueño para poder sacar las asignaturas de una manera satisfactoria. Pero ahora, y después de todo este tiempo estudiando allí, considero que es más que necesario que fuese de esta forma. Y, si tuviera que volver a elegir universidad, la elegiría sin dudarlo. 

Me quedo con los momentos en el césped a las horas de los descansos, los momentos de ensayos de las exposiciones, los cafés a últimas horas del día, las horas de estudio en la biblioteca, los periodos de prácticas y las personas a las que conocí y que aún siguen formando parte de mi vida. 

‘En el CEU me sentí como en casa desde el primer momento. Si tuviera que volver a elegir universidad, la elegiría sin dudarlo’

Y tú de la nuestra, Paloma. Os deseamos mucho éxito en vuestro proyecto y que Somnia continúe sembrando educación por toda la provincia. Muchas gracias y enhorabuena, extensiva a tu hermana. 

Muchas gracias. 

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