En unos días presenta su Trabajo Final de Grado. Pero no es un proyecto cualquiera. Se ha ido a Colombia dos veces para conocer en vivo la realidad educativa de un país del que asegura haber aprendido aún más de lo que esperaba, como futura maestra y como persona.
Roser Carda, alumna de 4º de Educación Infantil del CEU de Castellón, comparte en esta entrevista su intensa experiencia internacional y su pasión por la investigación y la docencia.
No es habitual entrevistar a un alumno por un Trabajo Final de Grado, pero es que tu proyecto aborda un asunto excepcional: la realidad educativa en Colombia. Y, además, es un trabajo de campo. ¿Por qué este país?
Mi padre lleva viajando allí, por trabajo, más de 20 años. Yo he crecido con el cariño y las experiencias que nos contaba sobre Colombia y he ido conociendo a personas (que ahora son ya parte de la familia) que me han ido dejando la esencia de un país lleno de historia, también de sombras, pero con muchas más luces que hacen que brille más de lo que se suele percibir.
‘Creo que un docente se forma con los conocimientos, necesarios, que te enseñan en la universidad, pero también desde el bagaje que te creas con tus propias experiencias’
Luego volveremos al problema de imagen que sufre Colombia. ¿Por qué irte hasta allí? ¿No podrías haberte conformado con investigar las fuentes bibliográficas?
(Risas) Supongo. Pero soy una persona a la que le gusta “empaparse” de lo que quiere saber o conocer siempre que se pueda.
Creo que un docente se forma con los conocimientos, necesarios, que te enseñan en la universidad, pero también desde el bagaje que te creas con tus propias experiencias.
Considero que es difícil sacar los mismos resultados, contarlo de la misma manera sin haberte “nutrido” en primera línea de ello, sin haberte emocionado, sin haber visto la auténtica realidad con tus propios ojos y sin hablar con la verdadera fuente de información, que, en este caso concreto, son los que lo han vivido todo, los que han sufrido la época guerrillera y las consecuencias de ella… No es igual a verlo desde el “salón de casa” en el ordenador o leyendo lo que cuentan otras personas, por muy bien que lo trasladen.
Y te lanzaste.
Sí. No quería quedarme con la base y aposté por conocer en primera persona una cultura y una manera de educar diferentes. Estaba segura de que iba a sacar muchos aprendizajes que, como futura docente, se iban a sumar a los que ya conozco o he visto en mi país.
Se trataba de ir más allá, de conocer de primera mano y vivir lo que quiero saber, lo que me inquietaba, de una forma directa…
Y ha sido un aprendizaje que, de verdad, ha superado cualquiera de las expectativas que pudiera tener en un primer momento.
‘Aprendí verdaderas lecciones de vida… La actitud de estos niños, de sus familias, de los maestros, con una vocación desbordante y una creatividad sorprendente, aun sin recursos’
Descríbenos tu trabajo de campo. ¿Cuántas veces has ido a Colombia para investigar su situación educativa?
Dos. La primera fue en septiembre. Estuve unos 20 días realizando una observación participativa en colegios de Bogotá y pequeños municipios cercanos conociendo las diferentes realidades educativas según el estrato (niveles socioeconómicos. Ver más info).
En esta primera parte del estudio conocí de primera mano cómo es la educación del país según en el contexto en que te encuentres. En los estratos muy altos (5 y 6), la calidad educativa, las innovaciones, metodologías y recursos son muy avanzados; y la respuesta educativa, calidad de vida y expectativa de futuro de estos niños es completamente diferente (claramente favorecedora) a la que hay en un estrato 1, o incluso 0, que también visité.
¿Qué te encontraste en estos otros estratos?
Justo lo contrario. Me emocionó conocer zonas donde la calidad de vida todavía está muy marcada por las consecuencias de las guerrillas y los tiempos de violencia del país.
En estos lugares hay muchos colegios que forman parte de proyectos sociales respaldados por la Policía Nacional de Colombia en los que pasé bastante tiempo, concretamente en la Escuela de Cadetes de Policía “Francisco de Paula Santander” de Bogotá.
Aquí aprendí verdaderas lecciones de vida personal y profesional… La actitud de estos niños, de sus familias, de los maestros de estas escuelas con una vocación desbordante y una creatividad que, aún sin recursos, os sorprendería conocer…
¿Y el segundo viaje?
Fue mucho más rápido. El hecho de estar a mediados de curso, con las prácticas de cuarto, y el Congreso de Estudiantes al que tenía que presentar también este proyecto, no me permitió poder estar más que diez días.
En esta ocasión, el objetivo era ir más allá en mi investigación e integrar de una forma directa a distintas representaciones del país que mi tutora, Rosa García, y yo consideramos que podían dar una verdadera visión de lo que se está viviendo en el país…
Me refiero a los padres que han vivido esta etapa y ahora me podían dar su versión real de cómo viven este punto de inflexión a partir de los acuerdos de la paz de las FARC. O a la Policía Nacional de Colombia y a docentes del país.
Con los tres grupos llevé a cabo la técnica de investigación “grupo focal” o “grupo de discusión”. Y luego ya aquí, en España, realicé el análisis de datos por medio de triangulación siguiendo los pasos necesarios para dar la rigurosidad y fiabilidad necesarias y que la investigación tuviera unos resultados válidos y objetivos.
‘En Colombia hay mucha vocación y ganas por innovar en educación y poder llevar a cabo una educación de más calidad y con más inclusión e integración escolar’
¿Qué has concluido en tu trabajo?
Aunque todavía estoy cerrando los resultados, está claro que Colombia está avanzando en materia educativa.
Hay que considerar que los acuerdos de paz han sido firmados recientemente y ahora se encuentra en pleno cambio de gobierno, lo que también influirá en el país. Con esto quiero decir que los primeros pasos pueden parecer pequeños, puesto que se necesitarán años para ver grandes resultados… pero se están dando, y esta es la lectura más positiva con la que me quedo.
La apuesta fundamental por la educación como factor primario para el desarrollo y el avance del país es un punto que creo que hay que destacar, igual que el papel de los docentes y la inclusión de la familia en las escuelas… Hay mucha vocación y ganas por innovar en educación y poder llevar a cabo una educación de más calidad y con más inclusión e integración escolar.
También me gustaría resaltar la gran calidad de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, en Bogotá, centrada en la formación de futuros docentes, lo que creo que repercutirá positivamente en las aulas.
Los avances educativos dependerán en gran medida de la seguridad…
Desde luego. Si hay miedo o violencia, habrá carencias familiares, sociales, emocionales, de recursos económicos y, en consecuencia, académicos… Porque todo va unido y afecta directamente a los niños, que son el futuro de cualquier país.
Colombia es un país mucho más seguro ahora. Ya se puede viajar por las carreteras, y esto antes era impensable en muchos lugares, aunque es verdad que faltan recursos en las zonas más afectadas, ya que el acceso todavía es complejo y esto dificulta la llegada de todo lo necesario.
¿Para qué crees que puede servir tu investigación?
Me conformo con trasladar, aunque sea a una sola persona, el pensamiento de que no debemos quedarnos con la primera impresión o conformarnos con lo que podemos “creer saber” de primeras… en cualquier ámbito de la vida.
Animo a investigar, a tener curiosidad por conocer las cosas hasta el final y no quedarnos con una primera idea, a querer conocer y construir pensamientos e ideas con fundamento y peso propio.
‘Animo a investigar, a tener curiosidad por conocer las cosas hasta el final, a querer construir pensamientos e ideas con fundamento y peso propio’
Antes, precisamente, hablábamos de los prejuicios que tienen muchas personas sobre Colombia…
Sí. Me hace mucha ilusión contar mi experiencia y que me contesten: “Pues no me imaginaba todo esto de Colombia” o incluso que se planteen ir y conocerla por sí mismos.
Colombia está estigmatizada por una época oscura, pero tiene muchas más luces. Su encasillamiento en el terrorismo y narcotráfico no le beneficia ni se ajusta a lo que hay actualmente.
‘Me gustaría ser una maestra que nunca se canse de aprender y que siempre mantenga los pies en el suelo, que siempre siga teniendo la ilusión y la vocación que tengo hoy’
¿Y qué hay?
Yo he ido viendo como ha sido la evolución desde que mi padre pisó el país por primera vez hasta lo que es hoy en día. Sobre todo, en los últimos acontecimientos, que no pueden pasarse por alto, como es la firma de acuerdos de paz con las FARC… Un hecho bastante reciente pero que ya va teniendo sus resultados, por ejemplo, en seguridad, y, a la vista está, en los resultados crecientes de turismo.
Es cierto que quedan zonas todavía vulnerables, pero es que los cambios y la evolución no se puede dar de un día para otro… Queda mucho camino por recorrer, pero lo importante es que están en el camino.
Pero, en suma, recomiendo ir y comprobarlo. Antes de llegar la primera vez a Colombia, ya desde el mismo avión, me dijeron una frase que me gusta mucho repetir y que allí te dice todo el mundo: “El único riesgo de Colombia es que quieras quedarte”, y yo os aseguro que eso es así, se contagia por el calor de la gente, por el país, que es precioso, y con unos paisajes increíbles. Y por la esencia que transmite en su conjunto.
¿Qué has aprendido en esta aventura investigadora?
Esta experiencia me ha servido para conocer otra cultura, otra manera de educar. He conocido otras dinámicas, niños con contextos diferentes, he sumado consejos y experiencias de grandes profesionales de la educación y de personas a las que no les hace falta una carrera universitaria o un doctorado para enseñarme mucho.
Estas vivencias me han ayudado a ampliar la visión educativa y personal que tenía antes, a conocer algo totalmente diferente a lo que había visto hasta ahora…
Y en el plano de la investigación, me ha ayudado a conocer, entender y experimentar cómo la educación se puede vivir desde muchos puntos diferentes y no únicamente en el aula…
Ha sido una experiencia maravillosa y me ha servido para conocer un nuevo ámbito, el de la investigación, que me ha “enganchado” mucho.
‘El único riesgo de Colombia es que quieras quedarte. Se contagia por el calor de la gente, por el país, que es precioso,Y por la esencia que transmite en su conjunto’
¿Y, en el plano personal, qué te han enseñado los colombianos?
He aprendido sobre todo de su fuerza, y de lo que son capaces de mover la ilusión, la vocación y las ganas. Cuando lo ves en situaciones más extremas y en directo, es cuando creo que lo aprecias.
Al final esta idea va ligada un poco a la educación que hoy en día queremos en las aulas: una educación basada en el aprendizaje significativo que se da cuando los niños aprenden de forma experimental y práctica… Esto es un poco lo mismo: es ahí, en la misma vivencia, cuando de verdad aprendes.
Me he impregnado de la humanidad y humildad de los colombianos y, sobre todo, del amor por su país, de su sabiduría y de sus ganas y fuerza para ver siempre el vaso medio lleno… Y creo que esta actitud es muy favorecedora para el desarrollo del país.
Roser, ¿qué es la educación para ti?
Es la pieza fundamental para el desarrollo y la evolución del mundo. Creo que es la herramienta más importante que podemos dar a nuestros niños/as, un derecho al que todos deberíamos tener acceso en condiciones adecuadas y con los recursos humanos y materiales necesarios para responder a todas las necesidades de los alumnos/as. Es el mejor legado que podemos dejar a los pequeños… pero la educación en toda su integridad, la que abarca todos los niveles de los niños: sociales, emocionales, físicos y cognitivos.
‘La educación es la herramienta más importante que podemos dar a nuestros niños/as, un derecho al que todos deberíamos tener acceso en condiciones adecuadas’
¿Qué tipo de maestra quieres ser?
Me gustaría ser una maestra que nunca se canse de aprender y que siempre mantenga los pies en el suelo, que siempre siga teniendo la ilusión y la vocación que tengo hoy. Una maestra capaz de atender a la diversidad y dar respuesta a las necesidades de todos los niños y niñas que estén en mi aula.
Pues llevas camino. Mucha suerte y muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros.
A vosotros.