• Integrada en la International Law and Liberty Society, la asociación está compuesta por un grupo de juristas comprometidos con el análisis, la reflexión y la mejora activa del estado actual del ordenamiento jurídico y político nacional
  • La nueva asociación se ha presentado en el Palacio de Colomina, con una mesa redonda moderada por el rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera

La Asociación de Juristas Derecho y Libertad – Spain Law & Liberty Circle se presentó ayer en Valencia con una mesa redonda sobre quién debe ser el defensor de la Constitución. Organizada por Centro de Estudios, Formación y Análisis Social CEU-CEFAS, contó con la participación de los catedráticos Francisco José Contreras (U. de Sevilla), Carlos Vidal (UNED) y Antonio-Carlos Pereira (U. Santiago de Compostela), y fue moderada por el rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Higinio Marín.

El Director de CEU-CEFAS, Elio Gallego, informó que esta asociación tiene su origen en un sentir común de un grupo de juristas, preocupados por la progresiva pérdida de la cultura y sentido político en España. Integrada en la International Law and Liberty Society, su intención es servir de punto de encuentro de todos aquellos que defienden “la libertad por el Derecho y bajo el Derecho”.

El profesor de Teoría y Filosofía del Derecho de la Universidad CEU San Pablo explicó que esta asociación nace ante el creciente poder del parlamentarismo de tal manera que “lo que le place tiene fuerza de ley”. Ante esta situación, surge la necesidad de defender una ley más alta para no caer en el “Legibus solutus” propio del absolutismo: “Vivimos bajo un problema jurídico de primer orden, un poder sometido a la Constitución como es el parlamento, puede someter su voluntad a la Constitución”.

Por este motivo, Gallego consideró necesario abordar en esta primera mesa de presentación de la asociación la defensa de la Carta Magna: “La crisis de la Constitución es una crisis del Derecho y viceversa”. “Lo que debatimos es si el Derecho es el fundamento del poder o es simplemente la voluntad del poder”, sentenció.

El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla Francisco José Contreras basó su intervención en la disputa entre el jurista y filósofo austriaco Hans Kelsen y el teórico político alemán Carl Schmitt, sobre quién debía ser el guardián de la Constitución. Si bien ocurrió hace casi un siglo, el que fuera diputado en el Congreso en la anterior legislatura por Vox consideró que conserva plena vigencia.

Contreras explicó que el filósofo austríaco defendía un Tribunal Constitucional independiente “como salvaguardia de las minorías y evitar que fueran avasalladas por la mayoría”. “Para Kelsen, la Constitución y sus valores deben ser respetados por las leyes y protegidas por un organismo independiente”, añadió.

Schmitt era de la opinión, según el catedrático, de que un Tribunal Constitucional no defendía “la verdadera voluntad del pueblo alemán, su verdadera Constitución”. Por tanto, solo el representante de la voluntad del pueblo, el presidente de la República, debía ser la figura que salvaguardara sus derechos. “Schmitt pensaba que el Estado limitado liberal estaba obsoleto; era defensor del Estado total, del totalitarismo”, remarcó. Estos dos modelos, en opinión de Contreras, muestran una concepción de la política como lucha para eliminar al adversario (Schmitt) o de lugar para arreglar las disputas a través del parlamentarismo (Kelsen).

“Al contrario de lo que escuchamos hoy, hay que defender los partidos políticos porque son los representantes de la pluralidad”

El catedrático indicó que si se extiende una concepción decadente del parlamentarismo, llegarán modelos que defiendan, como entonces, líderes que por presentarse como valedores del sentir del pueblo “se salten las instituciones”.

El catedrático de Derecho Constitucional de la UNED Carlos Vidal centró su disertación en el papel que el rey debe tener en la defensa de la Carta Magna. Para ello se apoyó en la doctrina del que fuera presidente del Tribunal Constitucional Manuel García Pelayo. Vidal adelantó las reflexiones del jurista español sobre la jefatura del Estado y la Constitución en tres informes inéditos que se acaban de publicar bajo el título El Rey en la editorial Tecnos.

Vidal expuso que García Pelayo afirmaba que el monarca no podía ser “un convidado de piedra” en la defensa de la Carta Magna. “Si bien la defensa jurídica solo compete al Tribunal Constitucional, al haber jurado la Carta Magna, también está llamado a defenderla”, afirmó. El catedrático puso como ejemplo las intervenciones del monarca en el 23F. “Para García Pelayo el rey no necesitó el refrendo del parlamento al estar secuestrado; hubo un refrendo tácito que evidencia la defensa legítima de la Ley”, añadió.

El profesor de la UNED entró también en lo que puede hacer o no el monarca ante leyes probablemente anticonstitucionales: “García Pelayo dice que el Rey no puede negarse, salvo error procedimental; no puede hacer un control político al ser solo competencia del Tribunal Constitucional”. Con todo, Vidal concluyó que el Rey “es la clave de bóveda de la democracia” al estar recogida su figura en la Constitución, “y debe ser neutral, pero no neutralizado”. “Ha de tener potestas y no solo auctoritas”, concluyó.

Cerró el orden de intervenciones el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago de Compostela Antonio-Carlos Pereira. Tras confesarse “anglófilo” como jurista, afirmó que el Derecho debe ser la expresión “del sentido común; debe pisar tierra”. En este sentido destacó que la Constitución debía ser defendida pero que poner un guardián era algo complejo y que exige mucho cuidado. “El Derecho tiene que concretarse; lo que no se concreta no es jurídico”, indicó. Pereira recordó los postulados del jurista Álvaro d’Ors  sobre la Constitución histórica y el papel del rey.

En su opinión los tribunales constitucionales son instituciones “discutibles y difíciles de armar bien”. Sin querer entrar en polémicas, el catedrático dijo que hoy hacen de todo y entran en todo. “¿Qué órgano es éste? Me conformaría con que funcionase razonablemente mal”, afirmó. ¿Quién defiende la Constitución de sus mutaciones? ¿Qué defensa va a funcionar sin Ethos y a través nihilismo político?”, se preguntó.  

“La Corona es la clave de bóveda de la democracia, al formar parte de la Constitución”

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