• Los estudiantes de Magisterio de la Universidad CEU Cardenal Herrera han elaborado materiales didácticos para Down Valencia y APNADAH
  • Esta colaboración se inscribe en el proyecto “Prácticas de aprendizaje y servicio en el marco de la pedagogía de la diversidad”, impulsado por los tres campus de la CEU UCH
Los futuros maestros ya están poniendo su granito de arena en la inclusión educativa. Este año, elaborando materiales adaptados a las necesidades de las asociaciones

Colaborar con centros y asociaciones que atienden a personas con discapacidad, con dificultades significativas de aprendizaje, con altas capacidades o en riesgo de exclusión social. Es lo que han vuelto a hacer, a pesar de la pandemia, los estudiantes de Magisterio del campus de Valencia que participan en el proyecto de la Universidad CEU Cardenal Herrera «Prácticas de aprendizaje y servicio en el marco de la pedagogía de la diversidad

El proyecto, eso sí, se ha tenido que adaptar este curso a las restricciones sanitarias impuestas por la Covid. Si en anteriores ediciones los estudiantes realizaban sus prácticas acudiendo a los centros y asociaciones para prestar apoyo a sus usuarios, esta vez han volcado sus esfuerzos en elaborar los materiales y recursos didácticos que han solicitado estas entidades.

Los estudiantes han volcado sus esfuerzos en elaborar los materiales y recursos didácticos que han solicitado Down Valencia y APNADAH

Coordinados por sus profesoras Rocío López y Ana Fontalba, estudiantes de 2º del Grado en Educación Infantil y de 3.º y 4.º del Grado en Educación Primaria han puesto su creatividad y conocimientos al servicio de Down Valencia-Treballant Junts y APNADAH (Asociación de Padres para Niños y Adolescentes con Déficit de Atención e Hiperactividad), al tiempo que adquirían competencias claves para su próximo ejercicio profesional.

Y no serán las únicas asociaciones con las que puedan realizar este enriquecedor intercambio, ya que durante este segundo semestre los futuros maestros continuarán disfrutando de este proyecto de aprendizaje y servicio junto a la Fundación TEA.

Tanto Down Valencia como APNADAH han valorado muy positivamente el compromiso y los materiales de los estudiantes

El servicio: hablan las asociaciones 

Lo cierto es que, hasta la fecha, esta nueva versión del proyecto de Magisterio del CEU está siendo un éxito, tanto para las asociaciones como para los estudiantes.

“Nuestra enhorabuena para las alumnas. Han hecho un gran trabajo, que vamos a usar con mucho cariño con el fin de informar y sensibilizar tanto a las familias como a los profesores”, afirma Lola Pérez, presidenta de APNADAH. “Siempre ha sido un placer contar con los alumnos del CEU a través de nuestros grupos de voluntariado. Y este año han cooperado de otra forma igual de interesante y enriquecedora. Tenemos mucha confianza en que el futuro de los afectados de TDAH será mucho más fácil, gracias a la formación que se está ofreciendo a los futuros profesionales de la educación”, afirma.

Las asociaciones han felicitado a los estudiantes por su gran trabajo, que consideran muy valioso para el servicio que ofrecen a sus usuarios

Una felicitación a la que se suma Mateo San Segundo, presidente de Down Valencia. “Estamos enormemente agradecidos por vuestra labor y queremos daros la enhorabuena por el gran trabajo realizado, que nos ayudará a llevar a cabo nuestros servicios y proyectos, con los que seguimos luchando día a día para conseguir la verdadera inclusión de las personas con discapacidad intelectual”, asegura.

Las estudiantes de Magisterio muestran sus trabajos a los responsables de Down Valencia

El aprendizaje: lo cuentan los estudiantes 

“Estoy muy agradecida a la universidad por invitarnos a realizar este tipo de experiencias y darnos la oportunidad de acercarnos a la realidad que se esconde en las aulas. Creo que nos ayudan a construir un aprendizaje significativo y a entender el funcionamiento de este tipo de centro. Es algo que, sin duda, trasladaré a mi futura vida profesional”, destaca Carmen Chiva.

La alumna está convencida de que la labor de los maestros es responder a las diferentes necesidades y situaciones que vive cada niño. “Es fundamental que el maestro sea inclusivo. Nuestra responsabilidad radica en ofrecer miles de oportunidades a nuestros alumnos para que crezcan no solo a nivel académico, sino sobre todo a nivel personal”, afirma la estudiante.

‘Resulta alentador ver cómo estos materiales se han puesto en uso; todos nuestros esfuerzos se ven más que recompensados’

De la misma opinión es su compañera Arantxa Rodríguez, que considera que los maestros han de facilitar la inclusión “innovando y utilizando todos los recursos necesarios”.

La estudiante del CEU también cree que esta experiencia le va ayudar mucho cuando ejerza como maestra, pues le ha permitido “aprender creando y manipulando materiales que se han puesto en práctica y están funcionando”, destaca la alumna con orgullo. Para Arantxa, el mejor aprendizaje pasa por “utilizar metodologías activas, como la de este proyecto, que nos permiten indagar y descubrir”.

Los recursos educativos elaborados por los alumnos del CEU son de gran utilidad para la labor de estas entidades

“Resulta alentador ver cómo estos materiales se han puesto en uso; todos nuestros esfuerzos se ven más que recompensados”, continúa Ana Valcárcel. La futura maestra está encantada con esta metodología de aprendizaje y servicio “que hace que te sientas bien por colaborar en una labor tan bonita y además afianza nuestros conocimientos”.

Igual que sus compañeras, Ana tiene un firme compromiso con la educación inclusiva: “Como docentes debemos conseguir que todo alumno, sin excepción, se sienta incluido en el grupo-aula. Al fin y al cabo, todos somos únicos y diferentes, todos tenemos nuestras debilidades y fortalezas, y son esas diferencias las que nos enriquecen y nos ayudan a ser mejores personas”, recuerda.

‘Estoy muy agradecida al CEU por invitarnos a realizar este tipo de experiencias y acercarnos a la realidad que se esconde en las aulas’

Desirée Grande corrobora las ideas expresadas por sus compañeras de carrera: “No solo basta con que el centro educativo ordinario sea inclusivo, sino que tiene que haber maestros que entiendan y valoren la diversidad, maestros capaces de hacer exitosa la educación inclusiva”.

Esta estudiante también cree que la metodología que inspira el proyecto, convierte a los estudiantes de Magisterio “en agentes activos” y favorece la motivación y el trabajo en equipo, claves en el mundo laboral”.

“Colaborar con la sociedad, concluye la futura maestra, nos hace sentirnos realizados, nos ayuda a sensibilizarnos y a comprender que el mundo que nos rodea es diverso. Y eso es necesario para romper barreras mentales y promover cambios positivos en la educación y en la sociedad”. 

En línea con los ODS 

Las dos docentes que han impulsado esta iniciativa se muestran muy satisfechas con los resultados que está arrojando.

“Este proyecto, explica Ana Fontalba, conjuga la formación de maestros cualificados y ciudadanos comprometidos. Durante todo el curso, los alumnos se sumergen en experiencias de aprendizaje en entornos específicos relacionados con la atención a las personas con condiciones personales de discapacidad o algún trastorno del desarrollo, personas en situación de desventaja social, estudiantes con dificultades significativas en el aprendizaje o estudiantes con altas capacidades intelectuales”.

‘Los estudiantes ligan el aprendizaje basado en la experiencia con el compromiso social, superando la distancia entre aula y realidad’

“De este modo, prosigue la profesora de Magisterio, ligan el aprendizaje basado en la experiencia con el compromiso social, y superan la distancia entre el aula de teoría y la realidad que les rodea”.

Además, continúa Rocío López, “este proyecto pretende contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el contexto educativo. En concreto, el objetivo 4, garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

“Más allá de sensibilizar a nuestros estudiantes respecto de las injusticias y desigualdades, añade la docente, cuando ponen sus conocimientos y habilidades al servicio de los demás, ‘ensuciándose las manos’, los estudiantes contribuyen a mejorar su entorno mientras adquieren conocimientos, ejercitan habilidades, fortalecen actitudes y valores, crecen en competencia y se convierten en mejores ciudadanos”.

Profesoras y alumnas conversan con los responsables de APNADAH tras la entrega de los recursos
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