Impartida por Miguel Ángel Alario, académico de la Real de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

El profesor Alario, junto a Pedro Alemán, que ha presentado al ponente.

La Universidad CEU Cardenal Herrera está celebrando este curso, en colaboración con la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, la tercera edición del Ciclo de Divulgación Científica en la Facultad de Ciencias Experimentales y de la Salud. Uno de los académicos más ilustres de esta institución, Miguel Ángel Alario, ha impartido la tercera conferencia del Ciclo, dedicada explicar el origen de la nanociencia, en el ámbito de la astroquímica, y las aplicaciones nanotecnológicas derivadas de ella, obtenidas en tan sólo una década.
El profesor Alario, catedrático y ex decano de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid, ha explicado a los estudiantes los experimentos de vaporización de grafito que hace diez años condujeron a la obtención de los fullerenos, unas moléculas hasta entonces desconocidas, sólo observadas por los astroquímicos en el espacio interestelar. Estas moléculas están formadas por cadenas de átomos de carbono con forma de icosaedro o icosaedro truncado (como un balón de fútbol), constituyendo la forma más perfecta desde el punto de vista simétrico de todas las moléculas conocidas.
Este importante hallazgo de una nueva forma del carbono, que se sumaba al grafito y al diamante, fue el origen de dos nuevas ramas de la química: la exoédrica o exoquímica -dedicada al estudio de las reacciones químicas que se producen en el exterior de los fullerenos- y la endoédrica o endoquímica. Esta última rama ha descubierto que los fullerenos pueden contener en su interior átomos de otras sustancias. Así, existen ya laboratorios farmacéuticos dedicados a fabricar fullerenos con átomos de fármacos y sustancias magnéticas en su interior, que permiten conducir estos nuevos medicamentos mediante imanes directamente a la zona a tratar, como en el caso de los tumores.

Aplicaciones de los nanotubos
Los mismos experimentos que dieron lugar a la creación de las moléculas de fullereno, han permitido obtener una cuarta forma del carbono, los nanotubos, moléculas de carbono en forma de tubo que pueden contener también otras sustancias y cuya fabricación ha alcanzado ya unos niveles de control muy importantes, según Miguel Ángel Alario. Entre las primeras y más espectaculares aplicaciones de los nanotubos, el ponente ha citado su uso como catalizadores con platino en su interior, lo que permite hacer más eficiente la reacción química para la obtención del etanol, un biocombustible que puede convertirse en una de las principales fuentes de energía del futuro.
En el ámbito de las aplicaciones nanotecnológicas, el profesor Alario ha citado también en su conferencia a una empresa valenciana que emplea los nanotubos y las propiedades hidrófugas del carbono para la fabricación de productos antioxidantes para recubrir las llantas de los coches y espráis para proteger las tapicerías de manchas de bebidas o para recubrir el parabrisas del coche, de tal forma que el agua se desprenda por sí sola sin necesidad de usar el limpiaparabrisas. Estas primeras aplicaciones nanotecnológicas, que irán aumentando en el futuro, son, según Alario, el resultado más visible de la utilidad de la investigación en una ciencia básica como la nanociencia, surgida a partir del descubrimiento de la molécula de fullereno.
En las próximas sesiones del Ciclo de Divulgación Científica, que se prolongarán hasta el mes de mayo, miembros de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales visitarán también la Universidad CEU Cardenal Herrera para abordar temas como el cambio climático, la influencia de la química en la mejora de nuestra salud y la importancia de los productos naturales en el descubrimiento de nuevos fármacos.

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