David Ranz Alagarda, director del Centro de Estudios “La Biblioteca de Alejandría”, ha impartido una charla sobre neuroeducación y aprendizaje en la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Según el experto, la neuroimagen y el conocimiento que ha derivado de la neurología han generado un marco de evidencias que se han convertido en herramientas con las que la comunidad docente puede transmitir un aprendizaje significativo a sus estudiantes.
En su intervención, Ranz ha destacado que la maduración de las capacidades de los niños es “progresiva, acumulativa y experimental”. Con numerosos ejemplos, ha explicado los procesos de aprendizaje de los estudiantes, sobre todo en las edades de educación infantil y primaria. La primera fase de aprendizaje correspondería a niños en el umbral de edad de un año, mientras que la segunda fase se referiría a niños a partir de cinco años.
El ponente ha señalado que cuando los niños tienen alrededor de cinco años los profesores deben fomentar el modelaje: “que el niño sea autor de los descubrimientos y los transmita”, ha afirmado. Con las emociones, ha añadido, el niño tiene que “conocer y transmitir sus sentimientos”. Hablar en público o inventar canciones para que pueda perder el miedo a dar a conocer lo que piensa o siente, tener un muñeco a quien querer/reñir y “con quien poder expresar cómo se siente, aunque sea de forma inconsciente” o incluso cocinar son algunas de las actividades formativas recomendadas por Ranz para esta fase.
En la tercera fase del aprendizaje, cuando los alumnos ya tienen ocho años, el maestro puede ayudarles de diferente manera, según el ponente. Se trata, ha explicado, de generar curiosidad “por cómo suceden o son las cosas”, que tienen que estar ancladas con los “buenos autoconceptos y las buenas imágenes de ellos mismos”. Practicar actividades físicas y mentales o escribir cuentos o historias son algunas de las propuestas del experto para generar el aprendizaje en esta fase.
Respecto a los alumnos de la cuarta fase, la de los 12 años, David Ranz ha explicado que pasan por una «tormenta cerebral, ya que se produce una reorganización neuronal y hormonal y la migración del cerebro infantil al adulto”. El experto en neuroeducación ha señalado que las claves para que los niños en esta edad asimilen mejor los conocimientos es generar “chispa emocional, un arraigo social, la novedad y una exploración creativa”.
A la conferencia, además de los alumnos en los grados de Educación Infantil y Primaria de la CEU-UCH, han acudido los alumnos del Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas así como profesores y directores de centros con los que colabora la Universidad en materia de prácticas formativas.