“Son unos materiales impagables, muy útiles, y se nota que están hechos con mucho cariño”. Así se expresaron los responsables del colegio Juan Comenius de Valencia, un centro escolar de referencia en materia de educación inclusiva, cuando un grupo de estudiantes de Magisterio del CEU les entregaron diversos materiales, elaborados e ideados por ellos mismos, para los alumnos de Infantil y con necesidades educativas específicas.

Se trata de una colaboración más de las muchas que viene manteniendo el CEU con este emblemático colegio, como las visitas de estudiantes de Magisterio a sus aulas, las prácticas curriculares o la participación en tareas de ‘aprendizaje y servicio’, “que permiten a los futuros maestros conocer, aprender y reflexionar en torno a las particularidades relacionadas con las necesidades educativas de los alumnos con discapacidad”, tal y como explica Rocío López.

Según afirma esta profesora, que ha impulsado la cooperación entre ambas instituciones, “en el claustro de Magisterio del CEU estamos empeñados en sembrar en nuestros alumnos una sensibilidad especial hacia las personas con necesidades específicas o discapacidad, con el objetivo de procurar que se conviertan en maestros con las competencias necesarias para su futura incorporación a los contextos educativos formales”.

Una colaboración, la del colegio Juan Comenius y el CEU, de la que también se siente satisfecha la directora de Infantil y Primaria del centro escolar. “Los alumnos del CEU están implicados en las dinámicas de aula, comprometidos con los proyectos, receptivos a propuestas de mejora y a la evaluación por parte del docente del centro. Son alumnos y alumnas activos en el centro”, asegura Carmen Gasch.

Pero, sin duda, los más entusiastas con las diversas actividades que desarrolla el CEU en este colegio son los estudiantes de Magisterio. Como muestra, la alegría de Carla Terol al donar sus materiales: “Que alguna de tus ideas tome forma y, además, sea provechosa antes de ejercer como maestra supone una alegría y motivación extra. Te sientes útil y tomas conciencia. Sientes entusiasmo, y la elección que hiciste de ser maestra se afianza”, afirma.

Una inclusión necesaria

“Desde nuestro punto de vista no debería ni plantearse el tema de la educación inclusiva. La sociedad debería ser consciente de que el derecho a la educación es para todos y todas”. Así de rotunda se muestra la directora de Infantil y Primaria del colegio Juan Comenius.

“Como maestros, añade Carmen Gasch, debemos ser capaces de guiar a los alumnos y alumnas, de enseñarles las estrategias que les permitan ser competentes en la vida; no debemos mirar sus ‘discapacidades’, orígenes, etnias… sino fomentar sus valores, dado que todos tenemos aptitudes y actitudes que aportar a los demás”.

“La escuela debe valorar las diferencias y hacer visibles las capacidades y habilidades de cada uno. Nuestro centro está muy sensibilizado en la inclusión de todo el alumnado, pero no es una tarea fácil: se necesita concienciación del profesorado, de las familias y de la administración, que no siempre aporta los recursos necesarios”, añade.

Para Carmen Gasch, es clave la formación en inclusión de los maestros, “que deben saber escuchar, emocionar y descubrir el mundo a sus alumnos y alumnas; deben disfrutar e ilusionar en la escuela; deben ser capaces de valorar al alumnado y su diversidad”.

Y en ese objetivo está sólidamente comprometida la Escuela de Magisterio del CEU. Tal y como explica Rocío López, “esta universidad trabaja por la formación de profesionales capaces de establecer hábitats en las escuelas donde sea posible la experiencia de la diversidad, donde la diferencia no sea vista como objeto de exclusión o amenaza sino como un elemento positivo y enriquecedor”.

“Los maestros, continúa la docente, deben tener presente, a la hora de trabajar en el aula, que los alumnos son distintos entre sí, que cada uno tiene su forma de ver el mundo, sus preferencias y sus peculiaridades. Somos seres únicos. Lo genuino de cada persona es la mayor de las riquezas que tienen la escuela y la sociedad. Es importante recordarlo, porque es precisamente este reconocimiento de la diversidad el que nos ayudará a construir una fusión del aula”.

Juan Comenius, un referente en inclusión

El colegio Juan Comenius es un referente en educación inclusiva desde hace treinta años. Atiende a unos 150 alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales. Cada uno de ellos está asignado a un grupo-clase, y el tutor o tutora es responsable de su proceso educativo con el refuerzo de un equipo de profesores especialistas en las distintas áreas (maestros/as de pedagogía terapéutica y de audición y lenguaje, fisioterapeutas, educadores…) que trabajan en equipo y hacen la intervención a nivel individual y grupal.

“Creemos en la inclusión, fomentamos el pensamiento crítico, la cooperación y la solidaridad”, subraya Carmen Gasch. “En nuestras aulas, continúa la responsable, conviven alumnos y alumnas con diferentes ritmos de aprendizaje y diversas características. Además de adaptaciones curriculares, adaptamos el mobiliario y el entorno; aquí podemos encontrar bipedestadores, mesas, sillas adaptadas, ordenadores… Intentamos crear un ambiente de aprendizaje donde nadie se sienta ‘diferente’. Todos tienen un espacio donde desarrollar sus capacidades atendiendo a sus ritmos”.

En definitiva, los alumnos y las alumnas del colegio Juan Comenius “son los protagonistas, se identifican con la diversidad del centro, que forma parte de su ADN, de su vida escolar y social. La experiencia que vive el alumnado en Comenius, que incorpora la diversidad a su vida, es lo que convierte a este colegio en un referente”, concluye Carmen Gasch.

 

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